Si hablo sobre un trastorno de ansiedad, suele ser algo que relacionamos con miedo y terror. Pero en realidad he aprendido que no todo sobre ella es malo, que cada síntoma que sienta dentro de mi por más aterrador que sea no me va a matar.
Síntomas como la taquicardia, dolor en el pecho, dificultad para respirar o dolor muscular, entre muchos más, parecen aterradores incluso solo escucharlos, y en un inicio lo son, pero cuando me doy cuenta de que no van a matarme, y dejo de luchar en contra de lo que siento dentro de mi y en lugar de asustarme trato de buscar calma en medio de lo que está sucediendo, sin duda la encontraré.
He vivido casi todo este año que este trastorno emocional, así que te comprendo si tu también lo has atravesado, y al igual que tu, en algún momento pensé que no tenía sentido vivir así, pero también me di cuenta de que quería vivir.
"No es que no quieras vivir, es que no quieres vivir de esa forma" dijo una psicóloga a la que escuché.
He encontrado mi mayor refugio en Dios (Te pido con la mayor amabilidad que respetes mi fe y no hagas comentarios ofensivos). Puedes pensar lo que quieras pero para mi, Dios fue mi mayor refugio en medio de los momentos más fuertes de mi ansiedad y mi angustia, y nunca tendré palabra como agradecer lo que ha hecho cada día en mí.
Aprende a confiar.