Mis Primos Los Jaeger (+18)

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Hija única de Faye Jaeger, madre soltera y dedicada a su única hija, hermana de Grisha y tierna a más no poder, así era mi madre y así era yo, con ciertos toques de diferencias.

Los fines de semana eran días increíbles en casa de mis primos,  nuestros padres solían salir y nosotros 3 nos quedábamos solos en casa, jóvenes al fin experimentamos de todo, empezamos haciéndolo por inocencia y curiosidad, ya  con el tiempo era por puro placer. ¿Quién diablos puede resistir tal tentación? Pasar la noche sola con los dos chicos más guapos de posiblemente toda la ciudad, ¡Maldito infierno que me invita a pecar! ¡Que rico el pecado de mis gemidos y sus cuerpos apresionando el mío!

La primera vez que tuve sexo fue con Eren a los 12, la misma edad que tenía Eren,  ¡Dios mío! Era tan inocente y Eren tan perverso, el próximo fin me toco con Zeke, pervertido a rabiar y envidioso como siempre, pero manejaba más experiencia que Eren, era más delicado y cuidadoso, contrario a Eren, a quien describiré solo como brutal.

Hemos tenido muchos momentos llenos de lujuria y pasión, todavía recuerdo ese día donde Eren compró un artículo sexual y lo introdujo en mi vagina, era época navideña y todos estábamos reunidos, muchas veces durante la cena apretaba el botón que guardaba con cuidado en su bolsillo y de pronto una descarga ocurría por toda mi vagina, me tenia técnicamente a su Merced con aquello, me torturó por un largo tiempo y su tortura llena de placer me dejó a parte de exhausta muy deseosa de más. Nos escabullíamos de la cena con la excusa de jugar videojuegos y cogíamos  con intensidad en su cuarto, en el baño y hasta en la cocina y el querido Zeke no se quedaba atrás, su libido no era tan alto como el de Eren, pero era capaz de echar más de una ronda y la forma a veces tierna en la que me trataba llenaba de celos a Eren.

El tiempo había pasado, Eren y yo contábamos con 19, Zeke con 25, ya no éramos unos niños pero seguíamos haciendo lo mismo siempre.
Mi madre y yo llegamos a casa de mis primos a las 8:00 Pm, mi madre, y mis tíos salieron de prisa,  todo el fin de semana en casa de los Ackerman y nosotros 3 pasaríamos esos días juntos en casa.

Al quedarnos solos nos miramos con complicidad, Zeke recibió una llamada inesperada de su novia Yelena, con fastidio y tristeza salió prometiendo volver lo más pronto posible, lo despedimos en la puerta y me quedé a solas en la sala con Eren, pensé en sentarme en el mueble pero Eren me lo impidió.

Eren:-¿Qué crees qué haces querida?
(...):- Trato de sentarme y ver televisión
Eren:-Hace dos semanas que no nos vemos, no tienes ni idea de las ganas que te tengo

Sonreí con algo de burla
(...):- ¿Acaso Historia no te está atendiendo bien?
Eren:- Olvídate de Historia, nadie me hace sentir como tú.
Eren me acercó con brusquedad y me besó con impaciencia, su beso fue ruidoso, irresistible y violento, a veces intentaba separarme ligeramente y me presionaba aún con más fuerza, tras unos minutos nos separamos por falta de aire con un hilo de saliva uniéndonos y nuestras caras aún seguían muy juntas.

-¿En la cocina?
-En la cocina

Eren me cargó como princesa y me llevó a la cocina, me sentó en la mesa y subió mi vestido, aún con mis bragas se acomodó y puso su cara entre mis piernas, pasaba su lengua por encima y yo cerraba los ojos desconectándome de todo a mi alrededor, su lengua era juguetona, cosquillosa y rebelde, la movía muy bien, algo desesperada bajé las bragas con velocidad, Eren sonrió de manera ladina y empezó a comer mi coño con desesperación.

Le gustaba darme placer, le gustaba escuchar mis gemidos, le gustaba ver mis ojos retorcidos, le gustaba chuparlo y succionarlo y continuar incluso hasta cuando no podía más.

-Ahhhh! ¡Eren! ¡Oh! ¡Así me gusta! ¡ahhhh! ¡Sigue!!
No resistí mucho, estaba demasiado excitada y a punto de correrme, intenté alejar su cabeza pero me lo impidió, hizo resistencia e incluso cuando ya había llegado siguió besando y lamiéndolo, me levantó y pegó a la pared mientras proseguía lamiendo.
Cuando finalmente se detuvo me sentía algo cansada, estaba desgreñada pero sabía exactamente lo que pasaría, era su momento, era su turno.

Escenarios Eren Jaeger x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora