Yo cierro los ojos y me relajo, y para cuando me he dado cuenta, Derek me despierta tocando mi botón y haciéndome gemir.
–Hora del almuerzo muñeca... pero antes vamos a comernos el entrante... Túmbate hacia el centro de la cama de forma que estés cómoda y no te duela.
Yo me tumbo con cuidado. Derek quita la almohada, saca su erección que ya está dura y baja mis pantalones. Creo que siempre la tiene dura... Él se pone sobre mi, pero sin tocarme y del revés de forma que su dureza apunta a mi cara, y su boca a mi sexo. Me abre de piernas y siento su aliento rozar mi piel, lo que hace que me ponga muy sensible esperando el contacto de su boca.
Yo cojo su erección, y sin esperarlo lamo su tallo de abajo a arriba metiendo su glande en mi boca. Este gesto hace que abra mis pliegues y empiece a devorarme con hambre... no puedo callarme los gemidos que me produce y yo la meto entera en mi boca como respuesta. En la habitación hay una mezcla de sonidos de nuestras bocas succionando y nuestros gemidos de placer.
Estoy extasiada de placer... disfruto de lo que me da mi coronel y emito un fuerte gemido cuando me mete por sorpresa sus dedos en mi humedad... provoca que la chupe con más fuerza y a su vez que empiece a mover sus dedos de forma enérgic. Sin control alguno, mis caderas empiezan a moverse exigiendo más y el coronel atiende gustoso mi petición. Los mueve con velocidad y profundidad, y no puedo aguantar más...
Clavo mis dedos en su pierna para avisarlo, y viendo que no se aparta me corro en su boca, de nuevo.... Siento como su miembro palpita y se corre él mientras sigo con mi orgasmo. Sigo chupándola hasta que noto que acaba. El coronel está lamiendo cada parte de mí. Yo dejo caer la cabeza casi asfixiada... necesito aire. Derek se aparta, se viste y luego sube mi ropa y me ayuda a incorporarme. Me mira la trenza y la coge entre sus dedos.
–Me gusta, pero no he podido usarla como quisiera... cuando no te duela avísame y póntela de nuevo.
–A la orden coronel... –Le digo riendo aunque él lo dice en serio.
–Así me gusta, que seas obediente...
Derek besa mis labios, pero yo lo muerdo. Noto una sonrisa en su boca y vuelve a besarme pero con mucha más pasión.
NARRA DEREK
Mi Hela, tan hermosa y peligrosa al mismo tiempo... Más le vale que no se quite el puto collar porque le marco con fuego la palabra "mía". Vamos a comer y luego me pongo con lo más importante, redoblar la guardia de Misha. Estoy en mi despacho dando las órdenes cuando entra Nahel sin llamar, lo mato.
–Bueno coronel... ¿Cómo le va cuidando a la enferma? - dice en tono de burla.
–Vete a la mierda, tengo trabajo que hacer.
–Tranquilo... vengo en son de paz... Sólo quería ver como quedaste después de la pelea con Yuri.
–Es obvio que ese imbécil no tiene oportunidad contra mí.
–Lo que me extraña es la manera en la que ha intervenido Hela, ¿no crees que no es propio de ella?
–Creo que en realidad no la conoces. No es tan dulce e inocente como crees.
–Derek... he visto lo que haces con las mujeres, y ella es una buena soldado y capitán, no la estropees.
–Ya... Lárgate, estoy ocupado.
–¿Vienes a tomar un trago con los chicos?
–¿Y dejar a Hela sola con los rusos? No me fio de las ratas, son traicioneras...
–¿No te fías? ¿O tienes ganas de follar de nuevo? –me dice con una sonrisa de oreja a oreja.
Yo cojo mi pistola y lo apunto. Él levanta las manos riéndose y va andando de espaldas hasta salir del despacho. La vuelvo a guardar y termino de redoblar la guardia. Mañana prepararemos un nuevo asalto al clan de Bruno. Me importa una mierda que sea de Misha, y por supuesto le van a seguir el del maldito Leandro al que le sacaré los ojos y el del tal Aurelio. Voy a encontrar al puto Aleksei, se acabó el ir mirando con cuidado, voy a reventarlo todo.
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La reina de las rosas negras: lujuria.
RomanceLa capitana Hela Blake, del Grupo de Operaciones Especiales, es solicitada para una misión de infiltración en la mafia rusa. Vivirá momentos de pura lujuria mientras lleva a cabo peligrosas misiones con la mafia. Hela conocerá a dos bestias disfraza...