After [Emiliaco]

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maratón 3/3

EMILIO

¿Cómo se siente el superar a alguien? Para mí, es cuando después de cierto tiempo puedes contar lo que viviste con esa persona sin sentir culpa o lástima por la separación. Es aceptar que lo vivido ya está lejos, ya sea por algo que dolió o porque separarse representó la mejor decisión para ambos.
Era mi momento, estaba consiente de que mi historia con Joaquín ya había quedado en el pasado, lejos. Claro que no olvidé nada, solo aprendí que no era sano vivir de recuerdos y en caso de que hubiera posibilidades de reencontrarnos, debíamos empezar de cero, ya no seríamos unos niños de 16 años jugando al amor eterno.

No lo olvidé, pero ya no dolía recordarlo. Aún así, seguía haciendo lo de cada 25, salía por ahí a hacer algo pero ya no lo hacía solo, Adari estaba conmigo y yo creo que eso me ayudó en gran medida. Claro que aún no sabía el motivo de nuestras salidas esos días y es más, creo que nunca se lo cuestionó pero ella no necesitaba motivos para ser el soporte e impulso que yo necesitaba en esos años.

Después de unos meses más dejé de hacerlo. En primera porque había días 25 en los que no tenía tiempo de hacer nada debido a mi trabajo, a las canciones, las grabaciones y los discos; en segunda porque me di cuenta de que no necesitaba salir por un helado, a patinar o ver una película para pensar en él. Simplemente, cuando tenía días malos salía al balcón de mi ahora departamento a recordar viejos tiempos, no solo cuando estaba con él, sino recuerdos en general, de toda mi vida.

Mi mejor amiga era otro tema, perdí la cuenta de las notas en papel que ya tenía de ella, todas y cada una con frases diferentes que narraban algo de lo que era nuestra amistad, de lo que era yo o de lo que era ella. Todos y cada uno de sus papeles estaban guardados en una cajita de madera en mi mesa de noche, junto con mi pulsera de perlas que tenía a juego con Joaquín.

[...]

Julio del 2023, ya había pasado una semana desde que vivía solo. Al contarle a Francisco lo sucedido no dudó en brindarme su apoyo también. Siempre ha sido así y por sus palabras directas sé que siempre puedo contar con él. Adari es la dulzura y Fran es la dureza pero ambos me dicen siempre lo que debo escuchar.

Pasaron tantas cosas ese año, una de ellas, la que contaré, pasó justo una semana después del concierto al que asistí con mi amiga.

– ¿Ya escuchaste de la nueva revista digital? – Fran tomó asiento en su silla de oficina mientras yo cerraba la puerta de esta.

– No, ¿de qué trata o qué? – ocupé un asiento frente a él.

– Es nueva, pagué la suscripción porque escuché que habla sobre la vida de los famosos o cosas así. Es interesante por la manera en cómo combina los chismes con las cosas serias de lo que publica y no sé, ¿qué tal si un día habla de ti? Hay que estar preparados – rió bajo.

– By The Way – escuché después de preguntar por el nombre – Estoy viendo lo de este mes y encontré algo...

– ¿Algo de....? – a continuación me mostró la pantalla de su computadora.