Llegó sin avisar

0 0 0
                                    

Llegó a mi vida sin avisar, para reemplazar a quien yo había amado mucho. A reemplazar a mi primer gran amor.
Con su belleza logró derretir mi corazón. 
Su llegada me causó felicidad. 
Pero empezamos con el pie izquierdo, lamentablemente. Llantos y peleas de por medio. Me lastimó, pero sé que lo hizo sin querer. Al verlo, me arrepentía de haberme enojado con él y le perdonaba todo lo que me había hecho; él es mi debilidad y no puedo evitarlo.
El tiempo pasó, y nuestro amor fue creciendo. Se volvió mi fiel compañero. Cada vez éramos más y más unidos. 
Espera con ansias mi regreso a casa, y me recibe con mucha alegría siempre. 
Si me siento mal, se acuesta al lado mío y no se mueve ni por un segundo. 
Me besa tiernamente las mejillas, y sus abrazos siempre me brindan paz. 
Nos gusta divertirnos juntos y pasar un buen momento. 
Crea un caos en mi hogar, pero le da equilibrio a mi vida.
Su personalidad es revoltosa por momentos y por otros es tranquilidad pura.
Me mira y, aunque no entiendo ni una palabra de las que me quiere decir, sé que me quiere mucho, como yo a él. 
¿Sabes de quién hablo?
Ámalos, quiérelos; es el amor más puro, bueno y sincero que podrás encontrar. 
Más que un perro, es alguien más de mi familia. 
Ojalá nunca me falte.

Gracias por venir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora