Capítulo veintidós.

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Tyler despertó desde hace varios minutos, solo que aún no quería abrir los ojos, ni quitarse esa caliente cobija que rodeaba todo su cuerpo, el reloj sonó, de mala gana lo apagó y se levantó estirándose y tallándose los ojos. A los pocos minutos de que despertó bien, encontró la cama de Josh intacta, como si el teñido no hubiera dormido ahí, buscó su celular en la mesilla que se encontraba a lado de las camas y revisó que tuviera alguna llamada o algún mensaje de su novio, pero nada. Así que decidió llamarlo, buscó el contacto y marcó, pudo escuchar como al tercer timbrazo contestaban.

— ¿Si?

— Joshua William Dun, ¿dónde coño estás? —dijo el castaño un poco exaltado.

— No soy Josh —se escuchó una risa al otro lado de la línea y notó que era una voz masculina que y había escuchado antes.

— ¿Quién es? —dijo bastante confundido.

— Soy Brendon, ¿no te acuerdas de mí?

— ¿Brendon? ¿el amigo de Josh? —estaba aún más confundido, ¿por qué Brendon había contestado el celular de su novio?

— S-Sí me acuerdo de ti, eres el chico que nos invito a la fiesta, ¿verdad? —soltó una risa nerviosa—.¿Podrías pasarme a Josh?

— Oh claro, lo siento —dijo y se escuchaba como gritaba su nombre, no entendía nada.

— ¿Qué necesitas? —dijo su amado novio con una voz tan gruesa y seria, jamás había escuchado a Josh hablar de esa forma.

— ¿Dónde estás? ¿por qué no llegaste a dormir a casa? ¿estás bien? —la preocupación y la dulce voz del castaño le partían el corazón al teñido, pero debía protegerlo.

— No regresaré hasta que tomes tus cosas y te vayas de mi casa —soltó sin pensárselo más, tenía que ser rápido sino se terminaría arrepintiendo.

— ¿Qué has dicho...? —se escucho como un sollozo, ¿acaso el castaño estaba soñando o no estaba escuchando bien? ¿acaso es cierto lo que su amado le estaba diciendo?

— Joder, ¿eres sordo? —suspiró fingiendo fastidio—. Quiero que te largues de mi casa y jamás vuelvas a buscarme.

— A ver... Josh —comenzó a reír nerviosamente—. Si esto es una broma, debo decirte que la bromas deben dar gracia y esto, personalmente no es gracioso.

— Esto no es una puta broma, Tyler —quería llorar, en la noche iba a lamentarse tanto por esto—. Estoy terminando contigo, ya no quiero estar contigo, ¿no te queda claro?

— Pero... —no pudo terminar lo que quería decir porque el teñido había colgado la llamada.

Estaba algo más que en shock, no comprendía con exactitud que pasaba, ayer todo el día habían estado haciendo el amor y hoy... estaba terminando con el castaño, ¿acaso solo había estado jugando con él? ni siquiera podía llorar, su cerebro aún no procesaba todo lo que estaba pasando, tomó aire y buscó en sus contactos el número de su hermano Zack. Al tercer timbrazo escucho la tranquila voz de su hermano.

— ¿Si?

— Hola, Zack. Soy Tyler... —al castaño se le quebraba la voz.

— Se que eres tú, ¿cómo estás? —su hermano se escuchaba tan tranquilo, siempre era así.

— He tenido días mejores... —tomo aire y lo dejó salir como si le arrancará los pulmones—. Necesito volver a casa, ya no estoy con Josh... Creo que solo fui un juego para él, y yo que había apostado todo para que estuviéramos juntos...

— ¡¿Cómo que ya no estás con Josh?! —la tranquilidad de su hermano se esfumo en un segundo—. Pero, joder, papá te golpeo por él, ¡no puede ser que todo haya sido para que él terminara jugando contigo!

— Estoy igual que tú, no entiendo nada... —la voz del castaño apenas podía escucharse—. Necesito que hables con nuestro padre, necesito volver a casa.

— Sí, entiendo. Hablaré con él.

Y colgó, no era momento ahora para llorar, el castaño sujetó la mochila que había traído el día que llegó aquella casa que lo acogió con los brazos abiertos, guardó su ropa. Jamás se había sentido tan humillado, tan triste, ¿ahora que haría? Josh era la única persona que tenía, ahora él también se había ido, todo estaba perdido. Salió de la casa del teñido y decidió irse caminando a su casa, necesitaba pensar antes de tener que hablar con su padre, ya sabía lo que le iba a decir, el castaño ya estaba escuchando el regañó de su padre. De tanto estar pensando ni se dio cuenta que ya estaba frente a su casa, inhaló y exhaló para poder agarrar coraje y tocó la puerta. Pasaron 5 minutos hasta que se abrió la puerta y dejo ver el rostro apagado de su mamá el cual en cuestión de segundo volvió a iluminarse al ver a su hijo plantado en la puerta.

— ¡Tyler! —lo abrazó muy fuerte y el castaño podía divisar como a su madre se le salían unas cuantas lágrimas—. He estado tan preocupada por ti, ¿cómo estás? ¿por qué estás aquí?

— Josh... —apenas podía pronunciar aquel nombre, le ardía el corazón tener que recordar el teñido y todo lo que habían vivido—, terminó conmigo... mi papá tenía razón, el solo tenía dudas, me usó y me botó como si fuera una basura...

— No puede ser posible... —decía aquella dulce voz, mientras acariciaba el rostro de el castaño—. No creo que haya sido así, simplemente no puede ser, Josh no es así.

— Eso yo también pensé, mamá —el castaño se limpiaba sus pocas lágrimas, no quería llorar por él, no lo merecía—. Pero me decepcionó, me mostró su verdadera cara y no sabes lo estúpido que me siento.

La madre no dijo nada, y mientras lo consolaban cruzaban aquella puerta para entrar a la casa, al instante estaba el padre de Tyler de pie enfrente de él.

— ¿Qué haces aquí? —Tyler escuchó ese tono de voz, era el mismo que usó la vez que se fue, o bueno, cuando lo había golpeado y lo había obligado a irse.

— Estoy aquí para decirte que tenías razón, en todo lo que dijiste, Josh jamás me amó solo me usó, como ya se cansó de mí, me pidió que me alejará de él —tenía tanta vergüenza, y odiaba darle razón a su padre, pero esta vez a tenía y no había nada que pudiera hacer.

Su padre no dijo nada y se fue a su habitación, Tyler hizo lo mismo, necesitaba recostarse y llorar un poco, toda la carga emocional lo estaba destruyendo poco a poco. Al entrar lanzó su mochila lejos y se dejó caer en la cama, se abrazaba mientras las lágrimas caían, ¿así es el amor? ¿no se supone que el amor es dulce y cálido? ¿por qué se sentía tan miserable? ¿acaso el castaño solamente se había enamorado? ¿por qué el teñido había jugado de esa forma con él? quería desaparecer, quería que la tierra se lo tragara, estaba tan vacío, le dolía todo el cuerpo, solo quería dormir y jamás despertar a esta absurda realidad.

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Nuevo capítulo, chicass!
Ya falta poco para el final de esta historia, gracias a todas las que estuvieron desde el principio!
Besos. ❤️

Cabellos de colores. || Johsler ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora