Todos abrazaban a Atsushi, Fyodor y Gogol lo comenzaron a regañar después de eso. Aunque Rimbaud nunca lo soltó, recibió los regaños junto al albino.
― Ryunosuke, que bueno que lo encontraste
― Si hermano ¿Cómo sabias donde estaba?
― Ese es mi secreto
Tanto Fyodor como Gogol llevaron a Atsushi frente a Ryunosuke y su familia – bien, discúlpate
― La-lamento haberlos preocupado
― ¿Qué más? – le presiono Fyodor
― Y lamento arruinar su día de familia
― ¿no falta algo? – le presiono Gogol
Atsushi se sonrojo – Ryunosuke, lamento haberte hecho correr por media ciudad para encontrarme
El azabache lo miro, no pudo evitarlo más y comenzó a reír sorprendiendo a todos hasta a su hermana – pareces un pequeño cachorrito – dijo entre risas. Atsushi se sonrojo más
― ¡aaah! ¡no te burles! – grito avergonzado
Atsushi se retiró con su familia, Akutagawa se sentía feliz por ser el único que lo encontró. Esa noche había descansado profundamente.
A la mañana siguiente, Fyodor y Mori estaban hablando para cuando Ryunosuke bajo de su habitación - ¿Qué sucede? – menciono el menor
― Son las invitaciones para la galería de Atsushi
― ¿iremos?
― Sería un honor para nosotros – le respondió Fyodor
― ¿y Atsushi?
― Castigado
― Oh... Tiene sentido
― Si
Fyodor se retiró agradeciendo la atención, para cuando Mori giro, Ryuonosuke ya no estaba - ¿ahora que trama ese chico?
Así que si, debía ir a ver al chico, había aceptado la galería en Yokohama y eso era excelente, quería saber más de su arte, así que escapo de su casa por la puerta trasera y fue por los suburbios de la parte trasera hasta llegar a la casa del albino.
Para su suerte, el albino estaba tendiendo ropa en el patio trasero, el cual estaba cercado, Akutagawa tomo una pequeña roca y se la lanzo llamando su atención. En cuanto lo vio se sonrojo, miro a los lados y luego se acercó a la cerca – Akutagawa ¿Qué haces aquí?
― Tu padre fue a invitarnos a tu galería, me alegra que aceptaras
― Bueno, tu dijiste que querías verlas – menciono avergonzado
― Jinko ¿tanto te importa mi opinión?
― Ah, eh... y-yo nooo, no, es que, o sea no, solo que tienes mm... bu-buen...
― ¿ojo?
― ¡Si! Eso, aprecias mucho eso y aquello, ya sabes
― Si... Claro
Akutagawa y Atsushi se quedaron viendo a los ojos, no dijeron nada, simplemente habían entrado a un trance donde sus ojos eran los protagonistas - ¡Atsushi! – grito Gogol. – Ryuonosuke, hola
― Hola Gogol-san
― Ustedes parecen niños pequeños – se quejó Gogol – te recuerdo que estas castigado
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Cartas de amor | Shin Soukoku
FanfictionUn paraguas los unio en el jardin de niños, la sociedad los separo, un poema los dividio, ahora el arte los reencontro. ¿Que hará Akutagawa para justificar sus errores pasados? Quizá sea tarde para lograrlo... Pareja: Shin Soukoku Este es un fanfi...