La realidad que nos une || Trueno || 2da Parte De •Distintas Realidades•

19

•Mateo•

—perdoname mi amor—dice Guille por décima vez

—no pasa nada—sonreí acariciando su mejilla

—me siento mal ahora—suspira apoyando su cara en mi pecho

—amor dale, no pasa nada, aparte estuvimos toda la tarde juntos—la abrazo acariciando su espalda

—sí pero vos estabas trabajando, ahora íbamos a estar tranqui, pero no la quiero dejar sola—contesta

—yo tampoco voy a dejar que la dejes sola, anda que te necesita, mañana nos vemos mi amor, dale anda que ahí llegó tu auto—la separé de mi para poder besarla

—mañana nos vemos lindo, avísame cuando llegas—contesto un poco insegura

—te aviso, te quiero enana—sonreí y la volví a besar

—te quiero facha—contesta

La veo subirse al auto y a los segundos llega el mío así que me subo.

Guille me acompañó a unas fotos que tenía que hacer para una marca de ropa y después vinimos para su departamento donde pasaría la noche ya que es sábado, pero la amiga la llamo llorando por problemas de pareja que tuvo, le dijo que la necesitaba así que se tenía que ir claramente, los amigos siempre están primero y a mi no me quedo otra que volver a mi casa.

Iba a ir de Camí pero quería dormir tranqui, necesitaba descansar ya que tuve una semana bastante movida.

Después de pagarle al chófer, al fin baje en mi casa, busque las llaves y entré, como siempre el primero en recibirme es Emi, era costumbre como siempre que estaba acá.

—Teo—grito y vino hacía mí

—ey enano—me agache a saludarlo

—esta Kimi y se queda a comer con nosotros—volvio a gritar eufórico

Mis ojos se abrieron y lleve la mirada hacia la mesa donde vi a mi viejo junto a Kimey acomodando todo para comer.

Su cara se transformó, mi viejo me miraba como diciendo metí la pata, él sabía poco y nada lo que había pasado, mis respuestas a sus preguntas cuando Kimi se fue, fueron que peleamos por diferencias y nada más.

Me reí negando, deje la mochila en el sillón y me acerque a ellos, Kimi no dejaba de morderse la piel de adentro de las mejillas y labios, algo que hace cuando está más que incómoda.

—viejo—choque la mano con él

—hijo, por qué no me avisas que venís—dice y le río peor

—no sabía que tenía que avisar que venía a mi casa—contesto riéndome—morocha—la saludo con un beso en la mejilla

—hola—dice tímida

—no ya se hijo, comiste?—pregunta mi papá

—no—contesto yendo a la cocina

Como era la vida y sus vueltas que yo no tendría que estar acá y por situaciones que pasaron fuera de mi alcancé, acá estoy por cenar con ella después de tres años, junto a mi viejo y Emi, como solía ser antes.

Recuerdos de esas veces que compartimos una cena así, atacaban mi mente.

Miré lo que íbamos a comer y me reí al ver que mi viejo hizo milanesas con ensalada.

—a Kimi servile la ensalada en otro plato—le digo a mi papá que me mira sin entender—no le gusta que la milanesa se le moje con el jugo de la ensalda—me doy vuelta dejando la botella de agua