Segundo libro de la Saga Inmortal
─ "Sus labios rosados abultados, sus ojos oscuros incitándome a cometer el peor pecado solo para obtenerlo, para poder llamarlo mío y su suave piel bajo las yemas de mis dedos, junto ese aroma tan atrayente que me e...
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Y Mean estalló.
Como polvora cuando denotaba, sus ojos se tintaron de ese color amarillo caracteristico de un depredador que le quitó el aliento al humano.
Su nuca picaba con las ganas de que algo lo mordiera justo sobre esa zona, era confuso explicarlo en medio del torbellino que lo envolvía en el momento, Plan solamente quería montarlo y sentir los dientes clavarse profundo en su piel.
Las fuertes manos del lobo desgarraron las prendas del menor, dejando a la vista esa preciosa piel tersa y lisa sin marcas de cicatrices en ella, las yemas de los dedos de Mean recorrieron la extensión alborotando las emociones de su luna.
─ ¿Quieres que clave mis dientes en tu nuca? ─el menor jadeo al escuchar esa voz profunda, asintió torpemente ─ Espero que sepas las consecuencias de ello
El mayor lo tomó del cuello y estampó sus labios con fuerza a los del mas bajo, este gimió ante lo bien que la rudeza se sentía y pronto comenzaron una batalla por el dominio que fue ganada por el lobo alfa.
La temperatura se arrastraba por sus cuerpos a gran velocidad, la emoción de hacerlo en un lugar abierto, la adrenalina de poder ser descubiertos y el placer se fusionaban de tal manera que era como un coctel para sus sentidos.
Plan se retiró los shorts con ayuda del alfa, sus pequeñas manos habían abierto la camisa por completo de Mean y entre besos estas se dirigieron al cierre, bajándolo y sacando el pene del mas alto, el cual estaba duro y listo para enterrarse en él.
El humano gimió al sentir la barra caliente entre sus manos, sus labios estaban siendo devorados con una necesidad alucinante y la lujuria había borrado cualquier rastro de cordura.
Se quedó ahí, moviendo delicadamente las caderas mientras que sentía sus pulmones gritar por oxígeno, se separó jadeando, echando su cabeza hacía atrás en un movimiento perfecto para que el castaño bajara sus besos y fuera su turno de marcar a su chico.
Los dientes raspaban la piel mientras que ese calor se volvía a extender por el cuerpo de Plan, sentía como algo comenzaba a resbalar de entre sus muslos y se aferró a los fuertes hombros del mas alto, jadeando cuando este introdujo dos dedo en su entrada.
─ Parece que has entrado en celo de nuevo
─ Mean ─el tono suplicante hizo gruñir al lobo ─ Q-Quiero mon-tarte
El castaño sonrió ladino ─ Adelante pequeño
Plan se acomodó sobre el grueso y largo pene de Mean, sus uñas se encajaban debilmente en la piel contraria, dejando marcas de media luna, comenzó a bajar una vez alineo su entrada al miembro y jadeo, conteniendo el aire en sus pulmones.
Mean gruño de placer, podía sentirse a si mismo abriéndose paso en el estrecho interior de su pareja, las mejillas del menor estaban sonrojadas y su boca entreabierta con su cabello alborotado.
