POV'S Gala
Hola soy Gala un Ankar de 23 Dnares. Los ankares son una especie de personas con alas y distintos poderes, claro si logras despertarlos y normalmente no logras despertarlos todos, solo una pequeña parte de ellos. Hay una gran variedad de poderes, pero solo pueden estar unidos a el sol o a la luna, pero no importa eso en este momento ya que voy tarde a el Broco que es el lugar donde trabajo como mesera sirviendo a los clientes vino y comida, y ¿por qué voy tarde?, simple el ejército oscuro llego de conquistar otras tierras hace algunos soles y están desfilando por las calles y los cielos con sus botines de guerra, lo peor es que llevan así desde su regreso y la gente no copera ya que hay mujeres por todas partes lanzando suspiros y comentando lo mucho que desean casarse con algún soldado. Al principio el ejercito oscuro solo era integrado por ankares de luna pero hoy en día hay de sol y de luna y por lo que supimos al general pasado no le hizo mucha gracia que lo obligaran a integrarlos pero no pudo hacer absolutamente nada porque era un mandato directo del rey Maolafor.
Mi jefe ya no va a aceptar está escusa.
Cuando por fin puedo divisar el Broco una figura alta choca conmigo y hace que caiga al pisó.
-Aahh-Grito. Cuando ya estoy en el piso levantado la vista para quejarme de lo que ha sucedido, pero me muerdo la lengua al ver a un miembro del ejército oscuro.
- ¿Estás bien? -pregunta dándome la mano para ayudarme a levantarme, sin embargo, no la cojo y me pongo de pie rápidamente.
-Si claro, lo siento mucho no me fije por donde iba y... - no me permite terminar
. – Oh, no te preocupes yo también iba distraído y lo siento- Después de eso nos quedamos un momento en silencio y al ver que el no dirá nada intento hablar yo pero se me adelanta- soy Lafor, por cierto -dice tendiéndome la mano.
Le doy la mano y le contesto.-Un gusto-digo soltando su mano-Bueno tengo que irme- Paso por so lado y me dirijo al Broco que ya no esta tan lejos.
Al entrar al Broco divisó a mi jefe arriba de uno de los taburetes con cara de irritación, mi jefe es un duende sapo y aun que es de una estatura muy pequeña siempre me ha dado un poco de miedo que me muerda con esos pequeños dientes verdes y filosos. Al acercarme a el voy a hablar, pero me interrumpe levantando una de sus pequeñas manos. -Es la última vez que paso que llegues tarde a la próxima mejor no llegues y en esta ocasión como castigo te tocara cerrar- Oh no, odió cerrar me da miedo quedarme sola en esté lugar tan noche, pero se que no servirá de nada replicar porque solo empeoraría las cosas, así que solo asiento y me pongo a ayudar a Sergei con las mesas y a acomodar todo.
Cuando ya hemos acabado enfrente pasamos a las bodegas en las cuales vamos contando y acomodando todo, Sergei, por fin habla.
- ¿Qué te ha dicho? - Me pregunta en un pequeño susurro.
-Que esta sería la última vez que me permite llegar tardé- contesto en el mismo tono que él.
-Si sabes que no soporta retrasos, ¿por qué sigues llegando tarde?
-En esta ocasión si fue culpa del ejército.
-No me digas otra vez ¿te quería llevar?, u otra vez uno de sus dragones ¿tiro sus desechos en ti?, o ya sé en esta ocasión ¿casi te come uno? - Dice Sergei con sarcasmo y unos ojos acusatorios.
-No, en esta ocasión choque con uno de ellos- Pero como al parecer mi escusa no lo convence agrego -Y se enojó tanto que les pidió a sus guardias que me arrestaran, pero logre escapar y vine aquí- Bueno creí que con eso lo convencería, pero ahora solo me ve peor.
Un momento más tarde ya hemos abierto el lugar, aunque como el sol ni siquiera está en su punto más alto casi no hay nadie, solo uno que otro hombre que ya son reconocidos por aquí por venir todos los días desde muy temprano.
Así que Sergei y yo nos dedicamos a cuchichear de tras de la barra.
Estamos tan concentrados discutiendo si el hombre de la barba en el rincón viene todos los días, ¿por qué su esposa lo abandonó?, o ¿por qué no logró entrar al ejército oscuro?, que no nos damos cuenta cuando alguien entra hasta que está parado frente a nosotros y carraspea.
-Ejem. - Sergei y yo nos volteamos de inmediato y lo primero que vemos es la armadura del ejército.
Oh no, problemas. El ejército no son malos clientes, pero son un poco agresivos y sienten que todos somos inferiores a ellos y pues...
-Permiso- Digo. -Iré a limpiar la bodega- doy media vuelta con una pequeña sonrisa no sin antes ver la cara de Sergei, suplicando que no me vaya.
***
POV'S LUCIUS
Hoy después de desayunar bajo a las cocinas del palacio intentando no ser visto y por suerte lo logre busque el disfraz perfecto que para mi suerte fue una armadura del ejercito oscuro y baje hasta las calles del reino. Me estaba divirtiendo con los desfiles, si que nadie se alterara por mi presencia cuando no me percate y choque con una mujer por accidente tirándola al suelo. Elle levanta la cabeza muy enojada, pero al verme se detiene.
- ¿Estás bien? – Pregunto asustado por si se lastimo y le tiendo la mano, pero no la toma y se pone de pie.
-Si claro, lo siento mucho no me fije por donde iba y...
-Oh, no te preocupes yo también iba distraído y lo siento - La interrumpo porque parece que tiene miedo y no se ¿por qué?, si fue un accidente. Me quedo callado a la espera de que diga algo, pero no lo hace así que continuo yo.
- Por cierto, soy Lafor- digo mordiéndome la lengua por no decir príncipe Lucius y le tiendo la mano.
Un gusto- dice y toma mi mano. -Bueno tengo que irme- dice pasando por mi lado.
Me deja sorprendido que no se haya presentado y solo logro ver cuando entra a una especie de taberna que aún está cerrada.
Mmm, puede que mas tarde me pase por ahí- digo y continúo viendo el desfile.
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Reinos de sombras y luces
FantasyGala una ankar de 23 dnarios tiene una vida poco agradable mientras trabaja como mesera en el Bronco un especie de bar en el reino de luz donde todos los días se llena de soldados del ejercito oscuro. Aunque no es muy agradable trabajar ahí es pref...