La persona ideal
Era tarde de ese mismo día y ella y Corazón se hallaban en el centro de la ciudad, más específicamente hablando, a punto de entrar en uno de los tantos antros de la zona. Dado que había decidido ayudar al castaño, Mina consideró que entre más pronto lo hiciera, mejor; de allí que le pidiera a Corazón que la llevara a donde estaba su amo, para ver a qué clase de sujeto iba a enfrentarse. La idea no estaba gustándole nada y el arrepentimiento amenazaba por tocar sus puertas.
—¿Estás seguro que aquí se encuentra? No me gusta este ambiente —dijo ella entrando al lugar.
Las personas se desplazaban por todo el lugar sin ataduras, bailando como les placía, con quienes quisieran y cuántos quisieran, abusando de las bebidas alcohólicas, llenando el ambiente de un olor nada grato de borrachera, que se mezclaba repugnantemente con el hedor a cigarro y sudor con perfume o colonia; además, Mina estaba segura de que por allí estaba también el olor a droga. Un mohín de asco surcó sus facciones.
—Que espantoso sitio, creo que voy a vomitar. Corazón, ¿de verdad Helio está aquí? —preguntó en un timbre de voz más alto creyendo que su acompañante no lo escuchó la vez pasada porque no le había respondido. Menos mal que allí todos gritaban sin reparo para hacerse oír entre su bullicio y el de la música estridente.
—Allí está.
Corazón señaló un sitio lejos de la pista de baile, donde se hallaban las mesas con sillas y sillones para reposar. Allí, envuelto entre brazos de diferentes mujeres y pareciendo gozarlo a lo máximo, estaba Helio, amo de Corazón; a quien habían estado buscando con tanto desespero y ansia. Mina no podía visualizarlo con mucho detenimiento dada la poca luz del lugar, y porque estaba retirada de él y no la miraba, pero pudo distinguir superficialmente que se parecía mucho a Corazón, como si fuesen gemelos, aunque eso no podía ser raro si ambos eran técnicamente uno. Observó con mirada entrecerrada y disgustada que él se dejaba manosear por cada una de las mujeres que lo acompañaban, dejándose hacer lo que quisieran con él; besando a una, luego a otra, luego a la siguiente y así, en tanto bebía como si no existiera un mañana. Toc, toc, tocó arrepentimiento; Mina se dio la vuelta y se dispuso salir de allí.
—Mina, ¡Mina! ¡Espera, Mina!
Corazón la siguió hasta que ambos se vieron en el exterior del antro. Ella se detuvo.
—No pienso hacerlo y punto —fue su ultimátum en cuanto él la alcanzó.
—¿Qué? Pero Mina, lo prometiste.
—Dije que lo intentaría…
—Y no lo has hecho —la interrumpió él, angustiado.
—Verlo es suficiente intento. ¡Diantres, Corazón! Creí que trataría con un emo deprimido, no con un descarado desvergonzado.
—Bueno sí, admito que no ha tomado el rumbo más acertado para deprimirse —aceptó él encogiéndose con timidez sobre sí mismo, en tanto jugaba con sus dedos índices pegándolos y despegándolos—. Pero eso no quiere decir que sea una mala persona, no lo es, es sólo que está extraviado. Hay que regresarlo al camino.
—Y no seré yo quien lo haga. No pienso convertirme en una más de su harem de… ¡Agh! No podré hacerlo, Corazón. Terminaré golpeándolo sin piedad cada que intente tocarme y odiará la vida todavía más. No tengo la paciencia ni las ganas suficientes, lo siento.
Mina retomó su camino con Corazón detrás de ella, empeñado en hacerla reconsiderar la situación, no dispuesto a dejarse vencer; ya había llegado demasiado lejos como para tirar la toalla. Necesitaba convencer a Mina de que su amo no era malo, y lo intentó hablándole de él cuando ambos eran uno; cómo era soñador y efusivo, un tanto ingenuo, sí, pero era amable y sonriente. De hecho, la personalidad de Helio era en realidad la que Corazón mostraba para con ella. Sin embargo, Mino era un hueso duro de roer y cuando decidía algo, no había fuerza humana —o en este caso fantasiosa— que la hiciera cambiar de opinión. Llegaron a casa de ella.
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Rescatando a un Corazón
FantasyMina continúa su vida normal hasta que tiene un encuentro con un personaje misterioso que la hará meterse en otra aventura donde el amor toca su puerta de nuevo. La increíble portada la hizo MrsLevine92, así que a ella vaya todo el crédito. ¡Muchas...