A través del lente ©

Capítulo 21

Matthew

Una vez que salimos de la cafetería nos dirigimos a mi auto.

Se preguntarán: ¿Pasó algo más?

Lamentablemente no.

El trayecto hacia la empresa es silencioso, pero no un silencio incómodo.

—Hoy tenemos una sesión fotográfica —informo mientras nos dirigimos al ascensor para ir al estudio.

—Oh, vale —hace una pausa —. ¿Cuál es el tema en general?

Mi respuesta la doy con una sonrisa de lado.

—Promoción de lencería.

Veo cómo se gira hacia mí tan abruptamente que por un instante pienso que le va a dar algo en el cuello.

—¿Vas a fotografiar tú?

Asiento al verme incapaz de hablar por el simple hecho de quedarme viéndola.

Observo como sigue hablando, pero a lo único que puedo prestar atención es a sus labios que están pintados de un color rojo intenso, sus mejillas sonrojadas y los ademanes que hace al expresarse.

—Uh. ¿Te estoy aburriendo? —pregunta algo apenada.

—Créeme, pelirroja, me causas de todo y el aburrimiento no entra en la lista.

Ella desvía su mirada avergonzada, por lo que tomo su mentón y hago que dirija nuevamente su mirada hacia mí.

—¿Por qué me dices todo esto, Matt? —pregunta alternando su mirada entre mis ojos y mis labios.

Sonrío internamente al ver su reacción.

—¿No puedo ser sincero con lo que me provocas? —respondo con otra pregunta.

Mi vista se posa nuevamente en sus labios, sin poder evitarlo acaricio su labio inferior.

—Yo.... tú... eh... —tartamudea.

Me inclino para quedar más cerca de ella, no se aparta.

—¿Qué sientes cuando estás conmigo, Brooke? —susurro muy cerca de sus labios.

Su respiración se ha hecho irregular.

—Muchas cosas... —susurra del mismo modo.

Doy pasos hacia delante haciendo que ella retroceda por instinto.

—¿Cómo qué? —presiono para que diga algo más.

Verla morder su labio inferior es la gota que derrama el vaso.

La tomo por la cintura para pegarla a mi cuerpo, en seguida mis labios están sobre los de ella.

Joder.

No es un beso tranquilo, definitivamente no.

La pongo contra la pared del ascensor sin dejar de besarla, pero ella pone sus manos en mi pecho.

—No puedo —dice apartándose de mí.

—¿Por qué? —pregunto tratando de contenerme.

—No puedo volver a confiar tan rápido en otra persona —responde apartándome por completo de ella, dejando un gran espacio entre nosotros.

—Brooke, yo no soy como él —hablo tratando de verla directo a los ojos; sin embargo, ella solo me evade.

—Eso lo sé, yo no he dicho que seas como él —hace una pausa —. Solo te pido que no me presiones, ya sabes que siento algo por ti, pero eso no significa que ya he olvidado lo que me ha pasado estos últimos meses.

Y con esas palabras sale de ascensor, dejándome solo y sin oportunidad de responderle.

—Es que eres idiota, hermano.

La voz de Dom interrumpe mis pensamientos.

—¿Desde hace cuánto estás ahí parado? —pregunto algo molesto.

—Lo suficiente para ver como la has presionado sin darte cuenta —responde dándome una mirada de desaprobación.

Doy un suspiro, tiene razón.

—¿Y ahora qué? —pregunto exasperado mientras salgo del ascensor.

—Dale tiempo, lo que sea que le ha pasado sabrá cómo superarlo de a poco —dice caminando a mi lado.

—A veces me sorprende tu nivel de madurez, se supone que yo debería darte estos consejos —digo sonriendo.

—¿Qué te puedo decir? Soy bueno con las chicas —responde con aires de superioridad.

—Si tú lo dices... —hablo burlón.

—¿Quién te acaba de dar el consejo que hará que no sigas metiendo la pata con mi futura cuñada? —pregunta esperando mi respuesta expectante.

—Tú —susurro bajito.

—No te escuché. ¿Quién?

—Ya, ya, fuiste tú —digo fuerte y claro.

Él solo suelta una carcajada burlona.

—Exacto, ahora lo único que te queda hacer es darle espacio.

Mi mente vuelve a recordar el beso de hace unos minutos y quiero volver a sentir sus labios contra los míos.

—Joder, la quiero —susurro mientras paso mis manos por mi cara.

—Eso lo sabe hasta el de limpieza, hermano —responde haciéndome reír.

—Vamos, la sesión de fotos no se hará sola.

Al entrar en el estudio puedo notar que todo está listo y ella está conversando con el modelo que se ha elegido.

—Relájate si no quieres que se me olvide que eres mayor que yo y te dé un golpe por impulsivo —habla Dom a mi lado.

—Cállate y hagamos esta de una vez.

En el transcurso de toda la sesión ella no me mira ni por casualidad, me evita a toda costa.

Soy un idiota.

¿Por qué le dije que yo no era como él? Con eso solo he logrado que se aleje de mí, y con mucha razón.

Yo no soy así, nunca he sido celoso o he querido tener a una persona lo más protegida y cerca de mí lo más que me sea posible.

¿Qué me está pasando?

...

Maratón 2/4 cheeeek.

Disculpen si son cortos, no me salen tan largos los capítulos por ahora ya que he tenido que borrar algunas cosas.

Preguntas:

¿Qué hicieron a leer ese primer beso?

¿Qué pasó por sus mentes al leer cómo reaccionó nuestra bebé?

No me maten, tenía que escribir eso.

¿Creen que Mathew la presionó?

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