u n o

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Park JiMin era la persona con más ganas de ser feliz que él mismo ha conocido. Se considera un joven tremendamente talentoso en nada, de 18 años recién cumplidos hace escasas horas. Un omega heterosexual con una indescriptiblemente hermosa novia alfa.

Vive con su padre y su nueva pareja, desde hace tres meses, y cabe destacar que ahora tiene un detestable hermanastro desde su opinión personal. Teniendo en cuenta su constante desorden, y su pensamiento erróneo de ser el macho alfa de la casa, cuando evidentemente ese para JiMin es él por siempre y para siempre.

Por su parte Jeon JungKook es un alfa de 27 años, cuyo padre fue hallado muerto hace demasiados años, producto de un accidente vehicular. Su madre conoció a un hombre que él puede admitir, la trata demasiado bien.

Se alegraba por su felicidad, pero por otro lado su padrastro tiene un hijo bastante joven e irritante por la manera en que solía pasearse por la casa despreocupadamente en ropa interior, casi meneando sus caderas, provocándole más de una erección sin siquiera darse cuenta. Y ese niño para él tiene un cuerpo exquisito, y dudaba exageradamente de su heterosexualidad, cosa que quería cambiar lo más rápido posible.

- Estúpido insoportable... ¡¿Jeon ya llevo las prendas a la lavandería?!, ¡sabe que hoy tengo una cita con Lalisa! - vocifero en digna señal de indignación y molestia el menor de la casa.

Ya que hace una semana esta en su casa sólo con el desastroso JungKook, porque sus padres están ocupados en su Luna de miel, y él nisiquiera era capaz de ayudar en lo básico. Y cómo fue ignorado olímpicamente cómo solía ocurrir, salió de su habitación para correr a la del mayor, agradeciendo mentalmente que no estuviese allí.

Empezó a revisar el armario de JungKook, tirando prendas que le disgustaban por el suelo, cómo no quiso dejar su ropa para lavar, él tenía derecho de usar la suya. Escogió una adorable camisa que parecía ser la única cerca de su talla, y un pantalón que notablemente fue usado hace años por lo cortó de las piernas. Cambiandose allí mismo tirándose luego sobre la cómoda y esponjosa cama, respondiendo algunos mensajes que habían llegado de su novia.

- Se que esta cerca Jeon, huelo su asqueroso olor a cigarros, ¿si sabe que eso mata no?.

JungKook se encontraba recostado en el marco de la puerta, sonriendo ladino y dándole una calada al cigarro que era sostenido por sus agrietados labios.

- Te ves bien, pero... - se acercó al atractivo pequeño, tomandolo brusco por su mentón, levantando aquel delicado rostro - yo estoy a cargo de ti, así que no te quiero tarde, y saldré, hay comida, y todo lo necesario para que cenes.

JiMin envolvió la muñeca del mayor con su mano derecha, apretando la piel y gruñiendo al tenerlo cerca.

- Nadie está a cargo de mi, papá dijo que soy el hombre de la casa porque usted no se ve muy fiable - dijo para luego chillar al ver que Lalisa le había respondido. Y se acostó del otro extremo de la cama, dándole la espalda estando concentrado y ocupado en responder -... oh y no voy a volver hoy, y quizá no mañana, me quedaré en casa de Lili un tiempo, ella al menos hace las compras seguro tsk.

JungKook al verlo acostado en su cama, se apresuró en cerrar la puerta con seguro.

- Quiero que limpies, y limpies mi habitación -se acercó a él, arrebatandole el móvil, y colocandolo sobre el armario - no saldrás, te recuerdo que esta es mi casa también ahora, mocoso - gruñio usando su voz de alfa para imponer respeto. Cosa que funcionó porque el pequeño temblaba levemente, a lo cual se acercó aún más tomando su camisa bajando la tela para admirar el torso expuesto de JiMin - ... que bueno que no eres mi sangre.

- ¡¡Estaba usando eso!! - gritó quejumbroso el más bajito, pataleando un poco para ser soltado, y una vez lejos comenzó a abotonar la camisa entre gruñidos - si voy a salir, le dije que tengo cosas que hacer, ¡y que bueno que no tengo su sangre!, quizá la idiotez suya sea hereditaria.

- Eres muy griton y eso no me gusta - empujó al menor hacia el armario, notando cómo este entre susurros maldiciendolo iba acomodando todo sin ganas y algo torpe - vamos recogelo bien, y ponlo cómo estaba... si no lo haces te juro que lo vas a lamentar mocoso.

JiMin sólo abrió su boca formando una o con esta, en digna señal de indignación, ocupandose de mover las puertas del closet hasta cerrar estas. Haciendo gruñir más fuerte al alfa incitandolo a enfurecerse.

- Ya te jodiste - aquello sonó tan tenebroso que hizo al omega arrepentirse de sus acciones.

El mayor tomó instintivamente la diminuta cintura del menor, arrastrandolo a él hasta sentarlo sobre su regazo, acomodandose más desde su lugar en la cama, logrando que el contrario sólo rodará sus ojos, arrebatandole el celular para descargar juegos allí para distraerse.

- ¿Sólo era esto?, joder pensé que me iba a descuartizar o algo asi.

Unas fuertes carcajadas se escuchaban de JungKook, quien decidió acostarse un poco en la cama apoyando su espalda en la pared en una mejor posición, dándole sus auriculares a JiMin, para que este siga tan distraído cómo estaba, y se acercó a su oreja, mordiendo suave el lóbulo de esta.

- Este pantalón no te queda...

Afirmó lo obvio, recibiendo sólo un bufido del pequeño quien lo ignoro, por lo cual JungKook aprovechó, retirandole aquella prenda, mordiendo su labio inferior notablemente excitado comiendo con su mirada lujuriosa el trasero abombado que tenía sobre su entrepierna, deseando en exceso a su hermanito. Empezó a restregar sin pudor su erección contra este, tomandolo de las caderas para hacerlo subir y bajar desabrochando su propio pantalón para sentirlo más cerca, jadeando satisfecho, hasta oír pequeñas risitas del niño sobre él.

- ¿Estas bien mocoso? - cuestionó bajando sus manos a los muslos de este apretandolos cuidadoso, amando la ingenuidad que tenía, debido a que así podía hacer varias cosas sin que él lo notará siquiera.

- Así no se hacen las cosquillas idiota, es más cómo en el pecho - rodó sus ojos queriendo explicarle a JungKook lo idiota que es.

- Umh déjame comprobarlo torpe omega.

El alfa volteó al niño chillón, acostandolo debajo suyo colocandose entre sus piernas, presionando necesitado su miembro en las nalgas del pequeño, comenzando a simular embestidas pequeñas, desabotonando toda la camisa, con el menor gritando contento por haber ganado el juego, iniciando otra partida dejando que JungKook practicase "como hacer cosquillas".

- Se s-siente raro estúpido.

Se quejó apenas sin poder escuchar al mayor por los auriculares, sin embargo este se encontraba lamiendo las costillas de él, subiendo hasta rozar los pezones con su lengua, cubriendo a ambos con las mantas para masturbarse a gusto con aquella imagen tan obscena y exquisita. Moviéndose lo más rápido posible su mano corriendose en su mano tratando de no ser descubierto, limpiando rápido aquello con el pantalón que le había quitado.

- Me siento cansado Minnie... ¿y si haces lo que me calma? - preguntó con una sonrisa falsa de inocencia, la cual el omega creyó completamente, y se recosto dándole la espalda, abriendo sus piernas a la espera, por donde JungKook colocó una de sus piernas, abrazandolo de forma muy íntima y sexual acariciando cada rincón del cuerpo pequeño lleno de curvas, llegando a dormir olfateando el aroma extravagante del cuellito.

❝Mi hermanastro posesivo❞ - KOOKMIN (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora