sketch 2:18 de la madrugada, el hombre de los jazmines.

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Noche de chicas. Dos amigas en una cama hablando cosas de chicas y haciendo cosas de chicas. De repente una rompe el hielo.

—¿Nunca te ha dado miedo nada?— 

—Bueno, si, me dan miedo las arañas... Pero eso es normal, ¿no?—

—Claro... Supongo que tienes suerte. Me refería a algo más... no lo se. No se como describir la sensación. No es un miedo en si, es solo algo que te lleva a pensar en una situación en la que pasaste miedo— Se incorporó. —Se te pone la piel de gallina, te cuesta respirar, y quizás todo está bien, pero para ti no. Es como que algo no cuadra, como que no te debería dar miedo.—

—Bueno, no lo se, el miedo es algo bastante irracional, supongo... La gente interpreta el miedo de distintas maneras—

La otra chica estaba mirando a la nada, como si se hubiese desconectado

—Eh, ¿estás bien?— chasqueó los dedos para hacerla reaccionar.

Esta la miró —Perdón, me he... no sabía que tenías jazmín en tu cuarto—

—Tía es una flor, como te va a dar miedo una flor- osea, no pasa nada, pero no se. Yo creo que es muy bonita y además huele muy bien. ¿No te gusta el olor a jazmín? a mi me recuerda a cuando era pequeña—

—No, pienso igual que tu, es una flor muy bonita y huele muy bien...—

—¿Ves?— Se quedó mirando a la planta. Se hizo un pequeño silencio.

—Una vez conocí a un hombre que olía a jazmines.— seguía con la mirada perdida

La contraria la miró algo extrañada, pero dejó que su amiga hablase

—Era muy bello, tanto como las flores del jazmín. Los cultivaba, tenía un jardín con muchas flores y tallos de plantas distintas. Eran todas preciosas, pero sin duda la que más destacaba eran los jazmines. Tenía de muchos tipos, por eso olía muchísimo— hizo una pausa —Pero... había una parte bastante curiosa de ese hombre. Tenía un especial cuidado en una parte del jardín, a la cual no dejaba pasar a nadie. Nunca le vi nada malo, solo cultivaba flores... pero no se. Algo nunca me cuadró. Supongo que son tontearías mías—

—¿Crees que ocultaba algo en esa parte del jardín?—

—No... no, no era un sitio cerrado, solo no dejaba pasar. Aún que ni siquiera el pasaba, solo de vez en cuando. Las flores ahí eran muy bonitas, pero algunas se marchitaban. no había insectos ni animalitos, y mira que vivía con varios animales en la casa. No lo se, supongo que era una cosa suya. Nunca creí saberlo. Una vez me di cuenta de que había muchos jazmines ahí. Pero solo amarillos. Entonces entendí por que me hacía sentir mal, él le ponía pétalos de jazmín a su té...—

—¿No te gustaban los jazmines amarillos?— La chica estaba confundida

La contraria la miró ahora consciente y río como si no hubiera pasado nada —Exacto, eran feísimos—

Ambas ríeron.



Los jazmines amarillos son venenosos. Mortalmente venenosos. Pero solo si se ingiere en el caso de los animales y de los humanos. Se pierden los sentidos y se entra en un shook que puede parar el sistema nervioso y ocasionar la muerte.

A la chica no le daba miedo el hecho de que los cultivase. Ni que se los comiese. Quizás debemos repasar las palabras subrayadas para entender.



-La Umi  

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