Capitulo 17:

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—Dulce—Musité atónito por ver a aquella vieja amiga loca junto a sus papás, los cuales no parecían tener ni la más mínima idea de quien era.

—¿Como has estado?—Exclamó dulce emocionada, casi corriendo hacia mi para poder ayudarme a levantar.

Me levante con ayuda de Dulce, y cuando por fin estuve de pie tomé mi muleta, y saludé a dulce con un beso en la mejilla.

—He estado bien—Respondí—Hace mucho que no te veía—Honestamente pensé que jamás la volvería a ver.

—Por un momento pensé que no eras tú, te ves diferente—Comentó, a lo cual yo quería contestarle con todo lo que me había pasado durante estos últimos 3 años, pero en cuanto estuve a punto de hablar Alejandro puso su mano en mi hombro.

—Veo que ya se conocen—Dijo Alejandro, a lo cual yo entendí un "Cállate y siéntate" de inmediato—¿Se conocen de hace mucho?—Alejandro intentó sacarle platica a Dulce.

—Fuimos compañeros de prepa—Contesto dulce amable.

—¿De cual de las dos?—Alejandro se había puesto a indagar en mi vida.

Dulce me miró con una cara de "¿Ya sabe?" A lo cual yo igualmente con la mirada lo negué.

—De la Saint Marie señor—Siguió dulce con su amabilidad—Señor, ¿Usted es familiar de mi amigo o algo así?

—No me digas señor—Pidió Alejandro apenado—Me llamo Alejandro, es un gusto conocerte—La atención se estaba centrando mucho en mi, así que incómodo volví a sentarme en donde estaba.

Sin quererlo todos siguieron mi ejemplo; Alejandro nos dejó de lado para el poder hablar con los padres de Dulce de lo que él quería hablar, de negocios.

Al nuevamente estar en segundo plano pude relajarme, ya que ni siquiera Dulce me estaba prestando atención, ella había comenzado a jugar con su celular.

Más relajado me puse a jugar con un salero mientras veía el elegante menú con sus deliciosas comidas y sus inflados precios.

Dulce carraspeo para llamar mi atención, después me hizo unas cuantas señas, algo así como debajo de la mesa.

Agache mi cabeza hacia abajo de la mesa, notándose que dulce quería pasarme su celular.

Discretamente tomé el celular de dulce, el cual mostraba en la aplicación de notas una pregunta "¿Donde esta tu mamá?" Era lo que Dulce quería decir.

teclee rápidamente en el celular, "En su casa" fue lo que tecleé en respuesta.

Le devolví el teléfono a dulce igualmente por debajo de la mesa, a lo cual ella lo recibió sin problemas.

Ella volvió a teclear algo en su celular, y después volvió a pasármelo. Mire el celular, viendo otra pregunta; "¿Quien es ese señor?" Preguntaba Dulce a través de su teléfono.

Esta era algo más difícil, ¿Le respondo con la verdad o le digo que es mi pariente lejano? Para que preocuparla, mejor mentirle.

"Un tío" Conteste escribiendo, para después volver a regresar el celular. Dulce se quedó unos momentos analizando su celular, después de ver si celular por tanto tiempo tecleo algo.

Ella nuevamente me dio el celular, dejándose ver otra pregunta. "¿Por que usas una muleta?" Si estuviera hablando con mi voz hubiera respondido con ironía o con un chiste.

Me quede pensando en que responder, pero al parecer Alejandro se había dado cuenta de que me secreteaba con dulce, ya que con toda la intención, bajo la mesa me ha tirado una patada dirigida a mi pie vendado. Esto hizo que el celular de Dulce se me cayera al suelo, además de casi hacerme llorar por el dolor, pero esto me lo aguantaba para no crear un alboroto.

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Dulce al parecer no noto que Alejandro me había pateado, pero si había notado que se me había caído su celular.

—¿Estas bien? Te ves algo pálido—Pregunto dulce fingiendo no notar que se me había caído su teléfono.

—No te preocupes, estoy bien—Respondí bajo la amenazadora mirada de Alejandro.

—Pero no te ves bien—Insistió—Señor—Se dirigió a Alejandro, el cual en cuanto se oyó mencionar dejó de conversar para mirar con amabilidad a dulce—¿Puedo llevar a Joel afuera? Se ve algo pálido, debe de necesitar aire—Dulce miraba a Alejandro esperando una respuesta, a lo cual Alejandro me miró a mi.

—Yo lo veo bien—Sentenció Alejandro.

Dulce miró a sus padres, sabiendo que estos persuadirían a Alejandro, lo cual los padres de Dulce entendieron de inmediato.

—Yo creo que se ve algo mal—Comentó la madre de Dulce—¿Por que no lo llevas afuera un rato mi amor?—Dijo la mamá de dulce pasando por encima de Alejandro, a lo cual el no vio manera de defenderse.

—Esta bien, no nos tardamos—Canturreo dulce.

Ella inmediatamente se levantó, para después ayudarme a levantar a mi, a lo cual también discretamente recogió su teléfono del suelo.

Ella me ayudó en pasarme la muleta y casi corriendo nos dirigimos a la puerta.

En cuanto pasamos la puerta ella dejó salir un suspiro.

—Ese señor si que me da miedo—Fue lo primero que dijo Dulce—Era muy amable pero me miraba como si me fuera a matar—Dulce se acomodó sus lentes.

—Así es el, no te preocupes—Intente tranquilizarla.

—¿Y tú? Tan mentiroso, ese señor se ve que no es nada tuyo, por que me dices que es un tío—Dulce se sentó en el escalón de la entrada del restaurante.

—Es mi jefe—Decidí esta vez responderle con honestidad—Se supone que soy su familiar lejano, pero no lo soy; así que si te preguntan tú dirás eso—Me senté junto a ella.

—No te preocupes, en lugar de "señor" le puedo decir "Tío de Joel"—Ella río por su comentario—Quiero irme a mi casa—Comentó—No entiendo que es lo que estoy haciendo aquí si ni siquiera puedo hablar ahí adentro, me trajeron para ser un moco embarrado en la silla—Se quejó, lo cual me hacía sentir identificado, ya que yo me encontraba en las mismas, aún no se que estoy haciendo aquí si no puedo cooperar en nada.

—Me siento igual—Apoye su comentario.

—Por cierto—Me interrumpió—¿Como has estado? Fue tan raro que tan solo desapareciste, en la escuela se llegó a pensar que habías muerto—Lo que decía era ridículo ¿Por que estaría muerto?

—No pasó mucho, solo mi mamá y yo nos mudamos; después de lo de el intento de demanda el papá de Eloy nos echó de la casa, era de esperarse—Respondí sin darle mucha importancia.

—Supongo que ya sabes que Eloy no recibió un castigo por lo que te hizo—Ella bajo la cabeza apenada.

—Si, pero ya no me importa, así que no te sientas mal por eso—Le reste importancia—Hace poco lo vi en la universidad, resulta que estudia en la misma facultad que yo, incluso compartimos la mayoría de las materias—Le conté—Incluso somos amigos, el no sabe que yo soy Joel, ¿Crees que eso esté bien?—Dulce se encontraba sorprendida.

—¿Son incluso amigos? ¿Que te pasa? Te falta odio—Reprochó dulce—¿Y como no va a saber que eres tú?¿Te disfrazas o que?—Dijo dulce con sarcasmo.

—No, no me disfrazo ni nada de eso—Dulce me miró como si fuera un tonto.

—Entonces probablemente finge no conocerte, no creo que Eloy sea tan tonto como para dejarse engañar tan fácilmente—Lo que decía probablemente era cierto.

—Mientras no me moleste yo estoy bien—Le seguí restando importancia—Mejor dicho, ¿como has estado tu? Me la he pasado hablando de mi pero tú no me has dicho nada de como te ha ido a ti—Desvíe el tema.

—Pues no he hecho mucho, ahora mismo estudio psicología, acabo de empezar la carrera, hace un año comencé a salir con mark, pero no es la gran cosa como lo que tú haz hecho—Me alabó.

Mi teléfono había comenzado a sonar, decidí fingir que no lo oía, ya que supongo que el que me está llamando es Alejandro.

—Te están llamando—Reiteró dulce, a lo cual yo no pude fingir que no lo oía.

Saque el teléfono de mi bolsillo, viendo quien es la persona que me llamaba, notando que el que me llamaba no era Alejandro, sino Eloy.

Decidí colgarle la llamada, y mandarle un mensaje diciendo que estaba trabajando, que lo llamaría más tarde.

—¿Quien era?—Pregunto dulce casi de inmediato.

Le mostré mi celular, dejando ver los mensajes de Eloy. Ella extrañada me miró como si fuera un estupido.

—Aún no entiendo por qué le hablas, vas a acabar mal—Me regaño dulce.

—Ojalá que no—Musité.

Eloy respondió mi mensaje después de que dulce acabase su oración.

"¿Puedes venir por mi? Me corrieron de mi casa" fue lo que decía aquel mensaje.

Una vez mas, lejos de casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora