Capítulo 10. Hermosa

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Iba caminando distraída junto a David y Susana. No había tenido noticias de Arturo en la última semana, ni siquiera lo había visto conectado en Facebook. Estaba pensando en quien podía ser esa chica que se fijó en él. Había muchas posibilidades, podía ser cualquiera que tuviera ojos.

Noté que mi amigo me estaba viendo demasiado. Susana acababa de contestar su celular y yo supuse que hablaba con Francisco.

— ¿Te pasa algo?

— No, nada — respondí sonrojada.

— Pareces triste. ¿Quieres que te ayude en algo?

— No pasa nada. Gracias de todos modos.

— Oigan chicos — dijo Susana guardando el móvil en su mochila —. Los dejo, Francisco me espera en casa. Hasta mañana, se cuidan.

— Tú igual. Y usa protección — bromee.

Mis dos amigos rieron.

— Ustedes igual, tontitos — respondió ella.

— ¡Loca! — le gritó David.

Seguimos caminando. Las clases habían terminado y era viernes. Qué hermoso.

— ¿Y si salimos... a cenar?

— ¿A cenar? — dije dubitativa.

— Si quieres. Puedo pedir prestado el coche.

Me reí.

— Hay que irnos a casa ya. Pediré permiso y te aviso más tarde.

No era una negativa, así que no se sentiría mal... Al menos no ahora.

Llegué a casa pensando en si salir con David o inventarme una historia y excusarme. Aunque tal vez era buena idea distraerse del tema relacionado con Arturo. Olvidarme poco a poco de él porque, al parecer yo no sería esa a la que decida amar.

— ¿Mamá?

—  Mande.

— ¿Puedo salir esta noche?

— ¿Con quién?

— Con un amigo.

Un amigo al que he besado.

— ¿El que vino a hacer la tarea?

— ¡Sí!

— ¿A dónde y a qué hora?

— Ah — no sabía eso, asi que lo inventé —. Iremos a comer tacos, a las ocho.

— Bien, pero llega después de las diez y media y verás.

Cuando salí de bañarme, tenía un mensaje. Había dejado el Facebook abierto en mi computadora. Era de Arturo. Ahogué un grito y vi que había sido enviado hacia diez minutos pero él seguía en línea. Decía hola.

Teclee un hola y me fui a vestir.

Él: ¿Cómo has estado?

Yo: Bien, ¿y tú? Desapareciste un rato.

Él: Es que estuve muy ocupado en la escuela. Y me inscribí en un equipo de fútbol :D.

Yo: ¿En serio? Que bien.

Él: Si, estoy feliz. Oye, sólo me conectaba para saludar, pero me tengo que ir. Hablamos después.

Yo: Vale, cuídate.

Se fue muy rápido pero al menos ya sabía porque no había tenido noticias de él.

Me miré en el espejo. Observé mi falda color negro ajustada y mi blusa colorida. Me había puesto maquillaje. Ya le había comentado a David mi idea de los tacos y accedió diciendo que los adoraba.

Arturo. (Libro I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora