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La cerradura sonó. Amelie de inmediato cerró los ojos sobre el diván, haciéndose la dormida. Había tomado un baño hace más de una hora... y conservaba el cabello mojado, humedeciendo la fina tela del bonito diván. Jaden cerró la puerta, fue hasta ella para mover sutilmente su hombro, tratando de despertarla.

- ¿Mnh? - respondió ella, entreabriendo los ojos y frunciendo el ceño.

- ¿No quieres dormir adentro? Aquí hace frío... - le susurró. Amelie se fijó detenidamente en los finos labios de Jaden, en su apetecible boca. Aquella... que había probado toda la noche. No sabía que le pasaba esa mañana. Como nunca, había amanecido sensible.

- Sí... - Amelie se sentó sobre el diván, fingiendo fatiga y sueño. Jaden se volteó a mirarla, una bonita sonrisa salió de sus labios al verla estirarse sobre el mueble.

Por mucho que intentaba no mirarla, no lograba quitarle la vista ni una sola vez. Sus ojos, su boca, su bonito cabello, su lengua...cada vez que remojaba sus finos labios. Su propia voz. Su mirada. Le molestaba. Le molestaba tanto pasarse todo el día pensando en una sola mujer. Una sola sonrisa. No estaba acostumbrado a eso. Nunca había sido entrenado para ese tipo de sentimientos. Siempre había sido él y su sexo diario. Él y diferentes mujeres. Él y una puta más. Amelie se puso de pie, moría de ganas por quedarse... o mejor dicho, porque él le pidiera que se quedase. De mala gana caminó hasta la habitación.

- Amelie. - la llamó él.

- ¿Sí? - se volteó ella. Con una llamita de fe.

- Ven... - le dijo Jaden. Ella sintió que moría. ¿Desde cuándo se ponía de esa forma? No sabía, y no quería ponerse a pensar. Simplemente caminó hasta él.

- ¿Qué? - le preguntó ella, fingiendo desinterés.

- Nada. - susurró él. La tenia a tan poca distancia. Tan pocos centímetros, ella se le había acercado más de lo previsto. Y eso le gustaba más. Oh sí... le fascinaba. Ella. Ella y toda ella. Le cogió una mano y la entrelazó con la suya, la piel de Amelie se erizó por completo. Bajó la mirada. -estás fría...

- Sí... - susurró ella, sintiendo que Jade  había cogido su otra mano restante, juntándolas, y metiéndolas suavemente bajo su fina camiseta y su chaqueta.

- Espero no te incomode.

- No...

- Te ha comido la lengua el... - Amelie se ruborizó por completo. - espera...creo que alguien más te la comió. - Jadem le sonrió, haciendo que ella tampoco se resistiera y soltara una fina risa. - y creo que fui yo... - ella intentó sacar sus manos de bajo la camiseta de Jaden, al hacerlo, Jaden volvió a jalarla hacia él. - y me gustaría hacerlo ahora... - se acercó a sus labios, peligrosamente rosó su labio inferior sobre la pequeña comisura de los labios de Amelie. Su boca hecha agua, la necesitaba.

- Jaden... - murmuró ella. Ahora levemente extasiada. Todo esto le gustaba tanto. Él. Sus manos. Como la tocaba. De qué forma. Sabía qué punto tocar, y que usar...la lengua, los labios, los dedos y...su increíble masculinidad.

- Dime linda...

- No sé qué me pasa... - susurró ella. Una oleada de lujuria se paseó por el cuerpo de Jaden. Se excitaría en cualquier momento, y esta vez... necesitaría acabarla, llegar al tan esperado orgasmo. Amelie le rodeó el cuello, apretándolo contra ella.

-Yo sí. - le afirmó él. Los dedos de Jaden se introdujeron entre las bragas de ella, levantó una tira de ellas en la parte izquierda de sus caderas, para rozarle la piel...cuanto le gustaba... - lo necesitas. - Amelie cerró los ojos. Se excitaría. Tanto...que rogaría por un poco de su medicina, aquella que solo Jaden podía darle. - tanto como yo...

- Sí... te necesito... - abrió los ojos con delicadeza, ahora encontrándose con los ojos de Jaden, salvajes, lleno de lujuria y apunto de tumbarla sobre el diván y hacerla suya de nuevo. Jaden volvió a besarle la boca, se había acostumbrado a su sabor, a lo bien que sabía su lengua. Le gustaba muchísimo. Apunto de posicionarla sobre el diván, y acostarse sobre ella... alguien tocó la puerta del departamento con fuerza, apunto de tumbarla.

Jaden  tuvo que separarse de ella con dificultad. Mierda ¿quién se atrevía a tocar la maldita puerta de esa manera? Y lo peor... ¿en un momento como ese? Reventaría a quien quiera que fuera que tocara de esa forma.

 ¿en un momento como ese? Reventaría a quien quiera que fuera que tocara de esa forma

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SECUESTRADA © JxdnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora