-Capítulo Doce-

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Capítulo Doce

No es broma, te dejo el lugar de mi cuello para portar mi premio

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No es broma, te dejo el lugar de mi cuello para portar mi premio.

🐺🌸🐺

Probablemente lo que esperaba era a que Kim TaeHyung llegará y lo llenará de abrazos, que lo besara para abrazarlo y quedarse a su lado compartiendo su celo y parte de los síntomas.

Para su sorpresa no fue así, al contrario. Su mayor solo había dejado un beso en su frente para dejarlo de lado.

Ni siquiera entendió como de tener atención todos los días paso a ser olvidado en un rincón. Como un juguete viejo.

—Tal vez esté cansado, debe estarlo —se animó.

No quería sentirse mal, no cuando su lobo estaba incluso triste. Jamás creyó sentirse de ese modo en su celo, aun con los mareos y bochorno no tenía la necesidad de nada.

Tan solo quería al alfa, pero si este se rehusaba a acompañarlo él no lo obligaría, tal vez necesitaba estar solo unos momentos.

—Tal vez se dio cuenta que no valgo la pena —negó, él era bonito.

Siempre se lo decía, y lo creía. Pero, ahora no se sentia bonito, se siente feo. Olvidado y abandonado como un perro sucio.

Suspiro, estaba lloviendo. En invierno, a veces a parte del frío. Todo lo demás era bonito, la lluvia y el ruido de esta

—Luna —ahí estaba, entre nubes que pasaban desapercibidas por la noche.

En su esplendor, la luna brillaba de una forma muy alarmante. Una hermosa.

—Luna mía, y-yo... ¿Puedo pedirte algo?, algo que me gustaría mucho.

Hizo una pausa, mientras miraba sus piecitos descalzos y sentía el nudo instalarse en su garganta, las ganas de llorar ante las emociones.

—¿Puedo?, porque si es así. Yo quiero pedir solo una cosa —la lluvia pareció calmarse —. Yo quiero cachorritos, quiero darle una familia a mi alfa. ¿Puedes ayudarme?, yo solo quiero hacerlo más feliz. Entender porque ahora no desea verme o tocarme. Entender porque TaeHyung... me evita.

Sorbió su nariz. Solo quería una familia, ver a pequeños o pequeñas correr de un lado a otro.

—¿Puedes cumplir mi deseo? —sus mejillas se llenaron de lágrimas a la par que bajaba su mirada y se dejaba caer en el apoyo de la ventana.

Se sentia inutil, no era nada si estaba solo. Sin sus padres no tenía oportunidad de seguir adelante, tampoco podía ver por su trabajo cuando tenía las mismas semanas de vacaciones para volver.

—Lo siento, soy un mal hijo. Soy un mal niño; y no puedo. Solito no puedo.

Tembló, apretando sus piernas y pegándose a la pared de la habitación, ni siquiera quería subir a la cama. No si su mayor no estaba para abrazarlo.

          

No tenía sueño, el único cansancio era emocional.

Sin embargo, eso no le impidió levantarse y limpiar sus mejillas para buscar a TaeHyung, tenía la esperanza de que lo dejara pegarse a su lado.

Con cuidado salió intentando mantenerse de pie, pues los sintomas seguian. Y los mareos siempre volvían cuando caminaba.

—¿TaeHyung?

Ver a su mayor en el sillón de la sala fue normal, pero que este tuviera ambas manos cubriendo su rostro no era algo que celebrar.

—Tae...

—Ve a dormir JungKook.

Se quedó quieto, entendió que si había un problema grave que resolver y no le incumbía.

—Pero Tae... —lo interrumpió

—¿No escuchaste?, ve a dormir.

Okey, eso no había sido bueno. Tampoco quería recibir la voz grave y más fuerte de su mayor. No deseaba molestarlo, pero tampoco ser tratado así.

Retrocedió, apretando sus manos y mordiendo su labio para entrar de nuevo a la habitación y buscar entre sus cosas algo que pudiera usar.

Sonrió triste, tomando la pequeña píldora y el spray que antes cargaba para entrar al baño y tomarla. Dejando lo último del spray sobre su cuello

—Grisáceo, negro, rubio. Grisáceo negro rubio... —repitió una y otra vez

Intentando calmar su corazón herido. Intentando olvidar lo que acababa de pasar, intentando evitar que sus lágrimas lo delataran.

—S-Solo no llores; Hyung está molesto. Tal vez contigo, tal vez no —Dios, a veces odiaba ser tan sentimental.

Odiaba que cualquier grito pudiera lastimarlo, odiaba ser débil ante los demás. Odiaba ser un puro que ni siquiera podía hacer feliz a alguien que amaba.

Lo odiaba, detestaba tanto su propia vida.

—Alfa, lo siento —no quedó de otra más que quedarse en el suelo y abrazarse para no ser escuchado.

Para que su alfa no esté viendo siempre por él, para dejar de molestar.

Para que su alfa no esté viendo siempre por él, para dejar de molestar

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Suspiró fuerte, estaba agotado. Había un malestar grande al saber que su madre no aceptaba nada, pero sobre todo se sentía bien al saber que su padre y sus hermanos estén de su lado. Lo que empeora su día fue que todo el esfuerzo de su semana fuera en vano, que los malditos alfas idiotas del lugar donde trabajaba fueran irresponsables.

Por su maldita culpa tuvo que quedarse hacer lo que los demás no hicieron.

Estaba enojado, estaba furioso.

Sin olvidar a las molestas Omegas que estaban detrás de él pidiendo cosas. Y ahora resultaba que su jefe le había dicho, que si no salía con su hija no se quedaría en su puesto. Error al decirle que ya tenía un Omega bonito esperando en casa. El peor error, si eso contaba la despedida que le hizo su jefe y los gritos de los demás.

Dios, a veces odiaba ser alfa. Tener que respetar a las Omegas cuando se pasaban de listas y estúpidas.

—¿TaeHyung?

Ah, no olvidaba que su JungKookie bonito la había pasado solo. ¿Como decirle que no tenía ahora un empleo extra y debía buscar otro normal? Solo quería respirar, alejarse de todos unos momentos y olvidar el coraje.

—Ve a dormir JungKook.

Si, tal vez era mejor alejar a JungKook un poco. Solo para no lastimarlo. No cuando hace poco había pasado todo, lo de sus padres en general.

—Pero Tae... —no, no quería ni escuchar su propio nombre.

—No escuchaste?, ve a dormir.

Tal vez levantó de más la voz. Pero ya era tarde.

Tampoco se giró a ver, solo estaba molesto intentando comprimir su enojo. Al menos eso fue, hasta que quito sus manos.

Minutos donde dejó de sentir el aroma de JungKook. Los mismos donde se asustó, y se levantó para buscarlo en la habitación.

Todo estaba ordenado, incluso mejor de lo que creyó. Hasta que abrió la puerta del baño.

Quiso golpearse a sí mismo. Quiso hacerlo, porque había lastimado a quien menos quería dañar.

A su JungKook, el Omega que amaba.

No tardó en agacharse y tomar con cuidado al menor en sus brazos para llevarlo a la cama recostándolo sin lastimarlo.

Siendo consciente de la luz en el sanitario, fue para apagarla pero se detuvo, entendió el porqué. De que su olfato no encontrará el aroma que tanto quería.

Le había hecho entender a JungKook que no lo quería cerca, que tal vez ni siquiera saber que estaba ahí. Y bueno, JungKook le cumplió lo que quería. Ocultando su aroma por completo. Sin dejar que supiera si estaba bien o triste.

Suspiro profundamente, apagando la luz y regresando con el menor.

—Lo siento, Kookie, no me refería a esto. Yo solo, no quería gritarte o desquitarme contigo por algo que no tienes la culpa.

Lo arropó, se adentra con él en la cama y lo abrazó dejando besitos en sus mejillas. Notando lo mojadas que estaban por el llanto.

—Bebé, te amo. Perdona a este estúpido alfa. No sabe cómo tratarte... —se sintió inútil, él no quería eso.

No deseaba hacer llorar a su Omega, no de ese modo. Se supone que solo serían lágrimas de felicidad y no de tristeza.

—Cariño, mañana prometo recompensarte. Te llenare de besitos, tantos que querrás alejarme de tu lado —sonrió, mañana seria el mejor alfa del mundo. Solo por su JungKook.

🐺🌸🐺

Espero el día, en el que podamos sonreír sin problemas.

Espero el día, en el que podamos sonreír sin problemas

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©Obra original por: LyzOrtega15

✏Adaptación por: LinaLoz07

Lazo || TaeKook || A̶d̶a̶p̶t̶a̶c̶i̶ó̶n̶ ☑Where stories live. Discover now