ASESINO SERIAL.

\\conocido//

Estoy confundida, pero me siento un poco aliviada, no sé porqué el alivio si no sé qué hace esa persona aquí, pero una cara conocida no estaría mal.

—Señorita Astory, siempre metiendose en problemas—su voz sale neutra, no hay diversión en ella, solo una frialdad, una que me alegra escuchar.

—No lo hice. ¡Se lo juro!—me adelanto en contestar

—Tenemos que probar eso.

Me sacan de la celda (cosa que agradezco) y me llevan a una sala para interrogar nuevamente.

Mi abogado, que es el mismo que me ayudó con en desastre en mi primer día de trabajo, saca una carpeta de su maletín. Aún no comprendo qué hace aquí, no sabía que tenía doble empleo.

—La chica con la que estabas antes era la fiscal, yo soy tu abogado defensor. Mi nombre es Hansel James—tiene un lindo nombre, y es guapo, pero ahora me tengo que concentrar en el problema que estoy metida.

Hansel James pedirá que me den la coerción en casa, en lo que se consiguen pruebas a favor y en contra, pasarla en una celda no cree que sea adecuado para mí, pero son privilegios que hay que ganarse.

Pasaré dos semanas en prisión y luego veremos si me darán la libertad condicional; en lo único que puedo pensar es en mi hermano y la chica muerta.
Nunca había sentido la falta de un padre, pues mi hermano siempre estuvo ahí, pero sí me faltó una madre, y más en la adolescencia.

Le digo cómo pasó todo al abogado, desde mi primer día de trabajo, hasta cuando llamo a la policía.

—¿Notaste algo extraño en tu hermano, algo que no hiciera usualmente?

—Normalmente Dante me llevaba a cualquier lado, ya sean salidas, escuela, tiendas, Dante me acompañaba en todo, sin embargo hoy no me llevó a mi día de trabajo, tampoco me trajo a casa.

—¿Dante trabajaba?

—Nunca lo ví ir al trabajo, siempre estuvo para mí

—¿De dónde sacaba el dinero?

—No lo sé—realmenente nunca me cuestioné algo sobre Dante, él me decía que hacía las cosas por mí, así que no cuestionaba.

—Esto será difícil, Dante no aparece en el registro, Dante no existe.

—¿Quiere decir que asesiné a esa chica?—me levanto de la silla y el abogado también se levanta, me observa detenidamente antes de contestar.

—No lo sé, pero si eres inocente lo averiguaré, si eres culpable... Tendré que defenderte.