||ONE SHOTS|| [⚜THE ORIGINALS⚜]

11.0《FIRST CHRISTMAS》[Niklaus M.]

Hace ocho meses:

Con mucho cuidado tomó a su hija entre sus brazos para poder despedirse, pues era consciente del tiempo que le tomaría reparar todo el desastre provocado en el barrio francés antes de poder volver a verla, sin el temor de que alguno de sus recientes enemigos atentaran contra ella.

"Esta ciudad te habría matado... pero yo la convertiré en tu hogar. Y todo aquel que quiera hacerte daño, será fulminado. Tan seguro como que mi sangre corre por tus venas... Volverás a mi"

Habían sido las palabras declaradas por Klaus a su primogénita, antes de entregársela a su amada de la que previamente se había despedido.

─Recuerda que te amamos y que sin importar el tiempo que pase, estaremos esperando por ti ─sollozó la castaña.

─Lo sé amor ─asintió depositando un suave beso en la frente de la menor y otro sobre los labios de ella. ─Pero es hora de que se vayan ─anunció con dolor sintiendo un par de lágrimas deslizarse por sus mejillas. ─Cuídalas mucho hermana ─pidió dirigiéndose a la rubia, que hasta ese momento les había dado algo de privacidad.

─Ni siquiera es necesario que me lo pidas Nik. Te aseguro que ellas estarán bien ─afirmó recibiendo un corto abrazo de su parte como muestra de agradecimiento. ─Ahora andando, nos espera un largo viaje ─animó a su cuñada, la cual luego de recibir un asentimiento de cabeza por parte del híbrido, la siguió al auto en el que partirían.

Actualidad:

A pesar de que no era la celebración que los Mikaelson planeaban para esa Navidad, el ambiente festivo se sentía en el aire contangiándolos de una gran alegría, haciéndolos incluso olvidar por un momento los problemas que los rodeaban.

Rebekah se había encargado de revivir una vieja tradición familiar de los originales, la cual consistía en escribir deseos para la suerte y luego quemarlos en una fogata, que con ayuda de Elijah y Hayley pudo tener lista a tiempo.

Klaus había intentado negarse a participar en lo que consideraba un tonto juego, pero al ver la emoción en su amada porque sería la primera fogata de Hope y tras las constantes insistencias de Rebekah, al final terminó accediendo.

Para cuando el último papel fue consumido por el fuego, Rebekah y Hayley ya se encontraban alistando la mesa para cenar, mientras que Elijah se encargaba de encender la chimenea. Klaus por su parte, había decidido quedarse en el jardín un poco más esperando poder aclarar sus pensamientos.

─Hope cayó rendida ─comentó la castaña llegando con él.

─Lamento que este inesperado y corto reencuentro se haya dado bajo estas circunstancias ─se disculpó el híbrido apartando la mirada de la casi extinta fogata. ─Realmente me he esforzado en hacer de New Orleans un lugar seguro para Hope, pero cada día que pasa es como si retrocediera y todo el progreso del día anterior se desvaneciera, dejándome incluso con nuevos enemigos a los que enfrentar ─confesó, desahogándose de todo lo que realmente lo abrumaba desde los últimos meses.

─Ambos sabíamos que lograrlo no sería fácil ─le recordó acariciando su rostro, notando su semblante relajarse ante aquel contacto. ─Así que no te sientas mal por eso.

─Es inevitable no hacerlo ─negó desviando su mirada de la de ella. ─Hope y tú merecen algo mejor que todo esto.

─Pero es lo que ser parte de los Mikaelson implica ─señaló, ─y por si lo olvidaste, te recuerdo que las dos formamos parte de esta familia.

─Ya lo sé ─coincidió. ─Es solo que desearía que no fuera así ─suspiró con pesadez.

─¿Crees en la magia de la Navidad? ─interrogó causando una mirada confusa en él por el cambio de tema. ─Porque yo sí ─afirmó sacando de su chaqueta una pluma y una pequeña libreta, que por lo general usaba para anotar la lista del supermercado.

─¿Qué quieres que haga con esto? ─preguntó tomándolas en sus manos aún sin entender lo que la castaña trataba de hacer.

─Escribe como realmente te gustaría que fueran las cosas y arrójalo al fuego antes de que se apague por completo ─indicó.

─Sabes que eso no servirá de nada.

─Pero no perdemos nada con intentar ─comentó encogiéndose de hombros. ─Además como ya te dije, creo en la magia de la Navidad ─agregó terminándolo de convencer.

─De acuerdo, lo haré ─dijo derrotado empezando a escribir. ─Pero tómalo como tú regalo de Navidad, porque con todos los problemas que he tenido que lidiar ya no tuve tiempo de comprarte un buen obsequio ─señaló provocando que ésta sonriera divertida.

─Bien, pero espero que realmente sea un buen deseo ─advirtió.

─Compruébalo por ti misma ─pronunció extendiéndole la libreta.

─Confío en ti Klaus ─declaró arrancando la hoja en la que él había escrito, para posteriormente arrojarla a las débiles llamas.

─Prometo tener listo tu regalo para cuando todo esto pase ─comentó rodeando su cintura.

─No hace falta ─negó llevando sus manos tras la nuca del rubio. ─Lo único que deseaba para esta Navidad, era poder volver a verte ─confesó sincera antes de depositar un tierno beso sobre los labios de él.

─Felíz Navidad amor ─deseó en cuanto se separaron.

─Felíz Navidad cariño ─correspondió antes de fundirse de nuevo en un beso más intenso que el anterior.