Capítulo 2

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Me di una vuelta en la cama y abrí los ojos. Estaba en mi habitación como si nada hubiese pasado. Froté mis ojos, ¿lo había soñado todo? Genial.

—¡Ayla! ¡El almuerzo está listo! —gritó mi tía desde la cocina, se había hecho cargo de mí desde el accidente de mi madre.

Fruncí el ceño confundida y me incorporé con pereza, era imposible  que almorzáramos tan pronto, estaba segura de que se trataba del desayuno.

—Querrás decir desayuno —corregí mientras me sentaba en la cama, por alguna razón, me sentía extraña. El cuerpo me hormigueaba de la cabeza a los pies.

—Claro que no, baja ya que se enfría la comida.

Me puse de pie y fijé mi vista en la mesita de noche. Me quedé paralizada.

Justo a un metro de mi, como si se tratase de una ilusión óptica, se encontraba el libro del bosque. Pestañeé varias veces, pero seguía ahí, inmóvil. Sentí como se me helaba la sangre y como mi mente se esforzaba en encontrar respuestas coherentes, pero todo me llevaba al mismo resultado: Había sido real.

—¡Ayla! —el grito de mi tía me hizo sobresaltar, agarré el libro café con manos temblorosas y lo tiré bajo mi almohada, volvería después.

Bajé las escaleras, tratando de calmar mi respiración y aparentar normalidad. Me senté en la mesa y miré por la ventana, miles de pensamientos llegaban a mi cabeza.

—¿Estás bien? —Mi tía me hizo a volver a la realidad otra vez—. ¿Por qué no has probado la comida?

—No tengo mucha hambre —mentí, no podía comer con la confusión que tenía, lo único que quería era volver a mi habitación para pensar—. Comeré más tarde.

Le di una leve sonrisa tranquilizadora y salí disparada de ahí. Subí las escaleras con rapidez y entré a la habitación, cerrando la puerta atrás de mi.

Todo está bien, todo está perfectamente. Este libro no está aquí, es parte de mi imaginación.

Cerré los ojos y respiré profundo, levantando mi almohada con la punta de mis dedos. Al abrirlos, nada había cambiado. Jalé algunos mechones de mi cabello con frustración y me lancé a la cama de golpe. Lo que yo había escrito seguía ahí, nada había cambiado. No tenía sentido, el estar sujetando el libro entre mis manos era una prueba vivida de que lo que había pasado era real, pero entonces ¿cómo carajos había llegado a mi habitación?

El resto de la tarde no salí de la habitación, simplemente me la pase horas y horas, buscando explicaciones que al parecer no iba a llegar jamás, hasta que finalmente, logré quedarme dormida.

Una luz me segó por unos instantes, cuando recuperé bien la visión, me sobresalté al ver una figura femenina parada frente a mi.

—Entonces... Ayla Willson.

Su voz hizo eco en mi cabeza. Me quedé en silencio, mirando a la mujer que cada vez estaba más cerca, pude ver su rostro, tendría alrededor de sesenta años. Jamás la había visto en mi vida.

—Iré al grano, cariño. Tú te encontraste el libro.

—¿Era de usted? lo-lo siento, digo, si quiere se lo puedo devolver... —murmuré comenzando a sudar. No debí haber escrito ni una mierda. Siempre me metía donde no me llamaban y terminaba en líos innecesarios.

—¡Por supuesto que no! escúchame. —Me interrumpió sonriendo—. Bien, en la primera hoja del libro escribiste tu deseo, ¿no? Te explicaré cómo funciona. En las demás debes escribir como has progresado con el a lo largo del tiempo, cuando hayas descubierto y controlado todas tus habilidades, el libro se habrá terminado, si ves que aun te quedan hojas, es porque te falta por aprender. Suena fácil, ¿verdad?
Ahora presta mucha atención: Cuando las hojas se hayan terminado, debes heredar el libro a alguien más, debes pensar muy bien a quien se lo darás porque le estarás regalando un deseo, tiene que ser alguien de buen corazón y que tenga toda tu confianza, porque si no es así, el libro no hará efecto y perderás esa oportunidad. ¿Alguna duda?

Me quedé en silencio ¿Qué era todo eso? ¿Una jodida broma?

—Sin dudas entonces. —Se dio la vuelta, pegué un salto, tratando de buscar cualquier cosa para decir antes de que se fuera.

—¿Qué pasa si no escribo en el libro? —pregunté atropelladamente. Ella me miró.

—Debes hacerlo Ayla, te ayudará a controlar tus poderes, y si pasan 3 días desde hoy sin que hayas utilizado tu libro, perderás tu deseo ¿Alguna otra duda?

—¿Por qué ese libro llegó a mi?

—Una persona quiso que así fuera. —Me sonrió, comenzando a desaparecer—. Con el tiempo todo se revelará.

—¿Cómo? —respondí en un susurro apenas audible. Sentía que me faltaba el aire, estaba demasiado nerviosa. No sabía que creer.

—Entonces... Bienvenida a la familia. Recuerda todo lo que te dije... ¡Oh! casi se me olvida. Tendrás cambios, pero no debes asustarte, es algo normal. Adiós, cariño. —Tomó una pausa, me miró con sus profundos ojos, analizándome, y entonces, desapareció. Me sobresalté.

Se había ido, dejándome llena de confusión y miedo.

—¿Señora? ¿Qué cambios? ¡Hey!

Intenté gritar otra vez, pero antes de que mi voz saliera de mis labios, todo comenzó a desvanecerse en una espesa tiniebla blanca.

Cambio Radical [Novela en Dreame]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ