Capítulo 8

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Ver la cara de Byron cuando llegué a casa cargando tantas bolsas de Cheetos fue lo mejor. Tardé unos cinco minutos en explicarle lo sucedido. Al final se echó a reír tanto o más que nosotros dos.
Pero, aún mejor, fue la cara de Andrea al llegar a su banco al día siguiente y ver sobre este una bolsa de Cheetos. Eso no tiene precio.
Me gusta verla así de feliz.

—¿A qué están jugando ustedes dos? —nos pregunta Joseline, mirando celosa la bolsa de snack.

Otras chicas en el salón también tienen cara de estarse preguntando lo mismo. Andrea y yo intercambiamos una mirada cómplice. Eso parece enfurecer a Joseline, que empieza a cuchichear con Melanie y Karla. Ahora ellas tres también intercambian una mirada cómplice.

I made it throught the wilderness... Somehow I made it through... —empieza a cantar Melanie, y pronto la sonrisa de Andrea desaparece de su rostro; y, sin verme a los ojos, me da la espalda.

Después se sienta en su banco.
¿Qué diablos?

Ahora casi todos en el salón, salvo nosotros dos, ríen.

—¿No te gusta esa canción, Oliver? —me pregunta Chris.

Like a virgin... Touched for the very first time! —sigue cantando Melanie.

—No sé de quién es —dudo.

—Madonna —dice él, con ganas de seguirme explicando—. Deberías pedirle a Andrea que te la cante. Estoy seguro de que ella la conoce bien.

—Bastante bien —dice Karla.

Las risas siguen lloviendo, y yo sigo sin entender qué sucede.

Chris se pone de pie y hace su camino hasta el frente del salón, y, agitando sus manos, pide:

—¡Canten todos con Melanie y conmigo! Like a virgin... Touched for the very first time!

Andrea se levanta de un salto de su banco y huye.

—¡Andrea! —intento detenerla, pero no vuelve atrás.

—¿En serio este pobre chico no conoce la historia de esa canción? —pregunta Joseline al grupo, señalándome.

Me pongo de pie. Lo único que me preocupa es ver si Andrea está bien.

—Seguro no ha visto el video —escucho decir a Fredo.

—¿No has visto el video de Andrea, Oliver? —se carcajea Melanie, mirándome—. ¡Dios, tú debes ser el único!

Los ignoro y salgo del salón antes de que llegue la profesora de álgebra.

...

No encuentro a Andrea por ningún lado, y cuando regreso al salón, me doy cuenta de que no regresó. ¿En dónde se habrá metido?
Necesito saber si está bien.

—¿En dónde estaba que llegó tarde, señor Odom? —me pregunta la profesora de álgebra.
—Yo...

—Estaba con Andrea e-Bitch —gorjea Joseline, mirando burlona el lugar en el que se sienta Andrea.

—Nuestro pequeño Oliver ya creció, profesora —le sigue Chris.
Escucho a alguien silbar y risas... más risas. Todo parece estar a punto de explotar en mi cara.

Tengo que parar esto.

...

—Chris —digo detrás de él a la salida del colegio.

Me siento afortunado de encontrarlo solo.

—No quiero hablar del señor Jesucristo—dice, ignorándome.

La mala reputación de Andrea Evich ©Where stories live. Discover now