-26.

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—Te haría de todo ahora mismo —le susurré a _____ en el oído. Ella se sonrojó y me besó apasionadamente.

No dirigimos a una de las duchas, y aunque tuviéramos poco espacio, la volví a acorralar, le besé el cuello y eso hizo que ella se estremeciera. Seguí besándolo, hasta dejar algunos chupetones.

Le quité la camiseta, _____ se sonrojó y se tapó con las manos sus senos.

—Eh, no tengas vergüenza —le mostré una sonrisa tímida.

—Todavía uso ropa interior de florecitas —agachó la cabeza.

Ella llevaba un sujetador rosa con amapolas. Me supongo que sus bragas serían igual o parecidas.

—Eh, a mí me gusta —le levanté con mi mano su cabeza y nos quedamos mirando fíjamente a los ojos. Su ojos brillaban y tenía las pupilas dilatadas.

Le gustas de verdad, dijo mi conciencia.

La volví a besar, y mientras lo hacía ella me quitó la camiseta.

—Guau, tienes los abdominales perfectamente marcados —yo sólo sonreí y pasé a quitarme también los pantalones.

_____ se quedó mirándo el gran bulto que había en mis bóxers. Le cogí la mano y la puse en él.

—¿Lo sientes? Tu lo has puesto así de duro —_____ soltó una risita.

Le quité las calzonas y cuando empecé a bajarle las bragas, tenía una cara entre nerviosa y preocupada.

—¿Qué pasa, cariño? —le pregunté.

—Tres, dos uno...

*RIIIIIIIIIING* El entrenamiento había finalizado.

Empezó a vestirse excitadamente.

—¡Vístete, rápido! —dijo mientras cogía mi ropa y me la tiraba en la cara.

—¿¡Pero qué pasa!?

—¡Las chicas van a entrar a ducharse!

Cuando _____ me dijo eso, lo maldije todo. ¿Por qué nos interrumpen en el mejor momento?

—¡Mierda! ¿Y cómo saldremos sin que nos vean?

—Yo las entretendré.

Salió de los vestuarios y se fue corriendo al campo, donde estaban todas las chicas y la entrenadora, que estaban preguntándole dónde había estado en todo este tiempo. Yo en ese momento, salí corriendo de allí y me dirigí al coche, donde la esperaría para que fuéramos a la entrevista.

Tarde, como siempre. _____ llegó en menos de dos minutos.

—Bien, arranca; vámonos a tu entrevista —dijo sin ni si quiera mirarme a la cara.

—Eh, ¿estás bien? —la miré preocupado.

Giró su cabeza brúscamente para mirarme.

—Sí.

—Bien, pues vamos.

*En la entrevista*

—Chicos, y sobre todo chicas, hoy tenemos aquí a un invitado muy especial: ¡Matthew Espinosa! Y bien Matt, ¿a quién has traído?

—A mi novia —le sonreí. Aún me resultaba raro llamarla así.

—Y... No es por nada, pero ¿por qué va vestida así? No suelo ver a chicas así vestidas en mis entrevistas.

—Oh bueno, es que hoy fue su primer entrenamiento de voleibol y yo como buen novio que soy —ella arqueó una ceja cuando dije eso—, la acompañé e insistí en que viniera.

—Vaya, pues se nota que os queréis de verdad.

—Claro que sí, amigo —besé a _____ en la frente. Se notaba un poco avergonzada por su forma de vestir.

*Después de la entrevista, en casa de _____*

—Bueno, ¿qué te ha parecido la entrevista?

—Ha estado bien, aunque no he estado muy agusto con esta ropa... la gente me miraba raro.

—Eso no importa, eres mi chica y puedes ir vestida como quieras a mis entrevistas —la besé—. Y... ¿dónde están tus padres? —cambié de tema.

—Se fueron a cenar.

—¿Y tus hermanos?

—Dustin ha salido y Gus se queda hoy en casa de su mejor amigo.

—Entonces... ¿podemos terminar lo que no acabamos hoy?






Viner Por Sorpresa (Matt Espinosa y tú) ||EDITANDO||Where stories live. Discover now