-10.

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—Oye _____....

—Dime...

—¿Te haces una selfie conmigo?

—¿Ahora? —dije sorprendida.

—Sí.

—¿En un hospital? —volví a decir con una expresión extraña en mi rostro.

—Sí —sonrió.

—Bueno, vale —le devolví la sonrisa.

''With my bae @_____stwitter. We are here... but don't worry! :D *selfie*''

De repente miles de mensajes bajo el tweet aparecieron, con cosas como ''¿Quién es ella?'' ''¿Por qué estáis ahí?''. Él no podía ni ver todas sus notificaciones, era un no parar. Matthew tenía casi 2.5 millones de seguidores en Twitter.

Entré en mi perfil, y vi que pasé de tener 3.500 seguidores a tener 6.200

—¡¿Cómo es esto posible?! —le pasé mi móvil a Matthew donde se mostraba mi perfil.

—Mis fans te adoran.

—Si, ya: ni si quiera saben quién soy.

—Ajam, chicos, no es por interrumpir, pero yo ya debería de estar en mi casa con mi pijama puesto metido en mi cama —dijo Hayes mirándonos con una ceja levantada.

—Si, sí, ya nos vamos.

Nos levantamos de los asientos y nos fuimos para el coche. Matt me dejó a mi primero en mi casa y luego me supongo que llevaría a los demás a las suyas.

—Tu viaje a finalizado —me guiñó un ojo.

—Gracias, ¡adiós chicos!

—Buenas noches, preciosa —me sonrió y le devolví la sonrisa mientras cerraba la puerta del coche.

Cuando llegué, lo primero que hice fue quitarme estas malditas botas, me apretaban mucho, ya que las estaba estrenando. Luego me puse el pijama, me quité el maquillaje y me lavé los dientes. Fui a comprobar si Gus estaba dormido, y sí: lo estaba. Le apagué la lamparilla y fui a la habitación de Dustin. Estaba completamente dormido, con todas las sábanas hechas una bola en la esquina del colchón, con la cabeza bajo la almohada, roncando: se le notaba muy cansado.

Me fui a dormir, no tendría que esperar a mis padres, ya que vendrían sobre las 6:00 AM. Pasé un Halloween increíble, aunque un poco raro.

Al día siguiente...

*bib bib*

*bib bib*

*bib bib*

*bib bib*

Me despertó mi móvil, no paraba de vibrar, olvidé apagarlo antes de irme a dormir.

*bib bib*

*bib bib*

*bib bib*

*bib bib*

—JODER, ¿YA ESTÁ BIEN NO?

Miré el reloj, y apenas eran las 08:56 de la mañana, esta vez no fue mi despertador, eran las notificaciones de mi móvil. ¿Por qué me sonaba tanto? La verdad es que no me importaba mucho, así que lo puse en silencio y bajé a desayunar.

Abrí el frigorífico, cogí la leche; abrí la despensa, cogí los cereales y finalmente cogí un cuenco y una cuchara del lavavajillas. Iba a meterme un puñado de cereales en la boca, mi estómago no paraba de rugir.

*ding dong* hizo el timbre.

—¿Es que ya no me dejan ni comer? —rodeé los ojos.

Fui a abrir la puerta y...

—¡SORPRESA!

Continuará...

Viner Por Sorpresa (Matt Espinosa y tú) ||EDITANDO||Où les histoires vivent. Découvrez maintenant