Ana Sofía-Historia de nalgadas

Difícil decisión

El camino a casa fue duro para el padre de Sofi, sin embargo, el poder estar aislado dentro de su auto en medio del tráfico de la ciudad le sirvió para controlar la adrenalina que provocó el tener que sacar a su hija de tan delicada situación, pero por otro lado el enojo y la incredulidad seguían presentes. 

"No, esto no puede ser, ¿Cómo pudo haber hecho eso?, ¿Cómo se le pudo ocurrir?"  Decía y cuestionaba dentro de su cabeza tratando de encontrar alguna explicación, pero se percató de que  darle vueltas al asunto no lo llevaría a ninguna conclusión, tendría que hablar seriamente con su hija.

Él realmente quería que Sofi tuviera alguna buena explicación para lo sucedido, deseaba que todo hubiese sido en realidad un penoso malentendido, pues de otra forma no sólo se sentiría muy decepcionado, también se vería obligado a castigarla.

El tiempo sentado frente al volante le alcanzó para pensar y debatir dentro de sí sobre el castigo que usaría con su hija. Recordó la última vez que había tenido que darle nalgadas a Sofi, habían pasado 3 años, por lo cual, ella había pasado ya por los críticos cambios de la pubertad que la diferenciaban de una niña pequeña, ya era una señorita y estaba próxima a convertirse en una hermosa mujer, aunque a él aún le costara verla como tal.

Era una difícil decisión, por un lado detestaba y le dolía tener que castigar a su hija, pero por el otro lo creía necesario, el robar era totalmente inaceptable y absolutamente en contra de todo lo que había intentado enseñarle a Sofi a lo largo de los años. 

El tener tantos pensamientos mientras atravesaba la ciudad lo había puesto ya en un estado de piloto automático, de tal forma que cuando su mente regresó a la realidad, él ya estaba a unos cuantos metros de casa.

Estacionó su auto dentro de la cochera y observó que Sofi había llegado antes que él, se tomó un par de minutos más para decidir lo que haría con su hija y finalmente bajó del auto.