Consenso Ilusorio

Capítulo III

Y como era de esperar, el silencio de todos estos años. Era una coreografía perfectamente mal trazada. Desde sus compases, pasos y movimientos, sólo desnuda una bailarina frustrada llena de pesimismo y desesperanza. Todo era un montado ilusorio que creó mi mente. El amor es una excusa para combatir cualquier soledad y en eso me quedé. 

Retomando la noche del sábado, solo fueron palabras regaladas al viento. Luego de confesarle mi amor, vino un gran silencio, una canción excusada y una relación no concluida. Primero pensé que era un sueño, que había esperanza de estar juntos. Luego, me estrellé contra la realidad. Estuve diez años dedicada a un cuerpo sin alma, sin corazón.  

Mis manos vacías ahora cargan pétalos marchitos, de un amor cicatrizado y la ilusión desvanecida.Yacía perdida, entre días nublados con la duda en la boca, de no saber qué pensarían. De las pocas relaciones extrañas de mi vida, un baile consensuado entre el abismo desgarrador de la incertidumbre y lo ilusorio del hecho. Ahora, cierro en paz las puertas de este pobre corazón, entregado a los brazos del diablo y exhumado en lo más profundo de las llamas, esperando renacer de nuevo, con un nuevo amor.

Era la mentira más grande que había dicho mis labios, dibujando sueños interminables de fantasías amorosas y eróticas con él. Porque lo único tedioso que tengo que recordar, es como miro las tasas del té y contemplo tu rostro en cada infusión que bebo, rogando a la suerte que él sea mio alguna vez y que deje de vivir en castillos en el aire y mis pies permanezcan amarrados al suelo como el mejor de los pegamentos 'anti-love'. Mientras tanto, continuamos la batalla de seguir con la vida, porque eso es lo que nos enseñaron siempre, que no vale derramar lágrimas por nadie y que la vida se sigue caminando, por más que dejemos millones de personas atrás. A veces, si me tengo que poner sentimental, no comparto tal aberración de enterrar para siempre al amor de mi vida, como a un familiar o amigo.