3. High Line (febrero)

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James se despertó con muchos ánimos un sábado a las 11:30 de la mañana. Normalmente eso no ocurría ya que pasaba el día sólo sin hacer nada y prefería dormir mucho, pero esta vez era diferente: el ambiente de la casa no pesaba y a pesar de tener su cuarto plagado del color gris, estaba feliz. Muy feliz.

Había estado esperando ese día desde el lunes que había pasado y es que le emocionaban los fines de semana porque eran los únicos días en los que su novia estaba 100% libre y sólo para él.

Revisó su celular y tenía un mensaje de ella.

B: Bonjour mon amour, nos vemos a la 1:00 pm en High Line, ya sabes en dónde exactamente.

Él contestó con un simple "Okey" y tiró el aparato a su cama que se quedaría destendida por el resto del día

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Él contestó con un simple "Okey" y tiró el aparato a su cama que se quedaría destendida por el resto del día. Caminó hasta la pequeña ventana que tenía su habitación para comprobar si el clima estaría frío como había leído el día anterior y sí, las nubes cubrían todo rastro de sol.

Fue a su cajón y sacó una playera blanca sin estampado que se la puso enseguida. No entiendo cómo James podía dormir sin una playera encima. Luego, se puso un pantalón negro, una sudadera verde oscuro y salió del cuarto con los mismos tenis Levi's de siempre.

Llegó a la cocina (que estaba en el mismo lugar que el comedor y la sala) y buscó las llaves del auto. No estaban en el porta llaves ni sobre el microondas, tampoco adentro de la alacena.

—¡Mierda, papá! —exclamó, aunque estuviera solo.

James sabía que si no estaban allí era porque su padre las había tomado para irse con sus amigos lo más lejos que pudieran de la ciudad y así, volver en la madrugada para no tener que dormir en el mismo cuarto que su esposa con la excusa de no querer despertarla.

Abrió el refrigerador y sacó una cerveza que bebió lo más rápido que podía. Su madre no estaba en casa porque trabajaba de mesera toda la semana y volvía casi dando la noche. No tenía hermanos, sus padres prácticamente nunca estaban, no tenía amigos en la escuela y los que tenía sólo los veía cuando iba al skatepark.

Dejó la botella vacía en la mesa y se quedó quieto por unos segundos. «¿Qué carajo estoy haciendo con mi vida?», se preguntó. Respiró profundo y regresó a su habitación, agarró su celular que tenía muy poca batería, fue a una esquina donde guardaba su patineta nueva y se la llevó.

Mientras todo esto pasaba, Betty preparaba las cosas que llevaría a su cita y las metía en su mochila color vino. Su dormitorio tenía las paredes blancas y una ventana enorme que cubría una pared entera, su cama a estas horas del día ya se encontraba bien tendida y todo estaba en orden.

Betty se sentó frente a su tocador y se arregló. Siempre se ponía un labial oscuro, se maquillaba lo más básico y se hacía dos trenzas. Aparte de la sudadera metida dentro del pantalón, ella estrenó unos guantes negros que dejaban libres los dedos para poder usar el celular.

Just A Summer ThingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora