CAPÍTULO I.

25.9K 834 55
                                    

  Cuando piensas que estás en lo más alto, en la cima, y crees que puedes llegar a tocar el cielo con la punta de los dedos, siempre ocurre algo que te impulsa hacia abajo, a lo más profundo. Todo cambia y sabes que no volverá a ser lo mismo, ni para ti ni para todas aquellas personas que te rodean. Tienes que escapar de lo que por un tiempo fue tu vida y empezar una nueva, donde debes crearte una personalidad totalmente distinta y llevar otro nombre, como si volvieses a nacer, como si nada importase salvo tu propia seguridad, la que te impulsa a tener algo de cordura y continuar hacia delante sin mirar atrás, sin hacer que tu existencia acabe tan pronto como llegaste al mundo.

 ¿Qué será de aquella madre que me arropaba por la noche cuando sentía frío, pero estaba tan cansada que no podía ni moverme? ¿Volveré a ver a aquella amiga con la que compartía cada momento y segundo de mi vida? ¿Me recordará mi hermano mayor cuando no esté? ¿Acaso pasarán por su cabeza todas aquellas travesuras que solíamos tener de pequeños y todas las veces que se metía conmigo, cuando no soporte mi ausencia? ¿Qué les ocurrirá a mi familia, mis amigos, mis compañeros, la gente a la que quiero?

Me fui, sin poderles aportar ningún dato sobre el lugar donde me dirijo. Cada segundo que estaba en aquella ciudad, mi vida corría más y más peligro. Creo que he hecho bien, me extrañarán y yo a ellos, pero es la única forma de mantenerme con vida, al menos por ahora.

Ahora recorro estas solitarias carreteras con mi viejo y destartalado Volkswagen Sedan negro, al cual, presiento, le quedarán pocos viajes como éste. Le tengo un cariño especial, no porque ya no se fabriquen coches así, sino porque es lo único que se me ha permitido llevarme de mi anterior vida y lleva en mi familia desde que tengo memoria. Ahora sólo soy una chica llamada «Allison Rowland», que se muda a Silvery River, un pueblo perdido en la otra punta del país, donde no hay nada interesante.

Al menos voy con la esperanza de que no me encontrarán. Pero a partir de ahora no podré hablar de nada de mi pasado, supongo que tendré que inventarme uno nuevo y no creo que haya problema.

Me fijo en el paisaje, que poco a poco se va volviendo verde, lo que me indica que estoy llegando a mi destino. Es increíble, aun siendo verano, como todo esto que me rodea está tan bien cuidado y con tan buena vegetación, pues supongo que las sequías que se producen en verano suelen hacer estragos en plantas, árboles y cualquier cosa que se cierne sobre ellas en épocas tan calurosas como la de ahora. Veo a lo lejos un cartel donde se puede leer con dificultad el nombre del pueblo: SILVERY RIVER, y poco a poco me voy acercando a él.

Observo mientras entro con mi Volkswagen por el pueblo. Las calles son estrechas y de un solo sentido para los coches, algo lógico, pues mientras voy pasando por ellas me doy cuenta cómo tengo que ir, despacio para no darles a los peatones, que se pegan a las casas para no ser atropellados por una de mis imprudencias ante tal pequeño espacio. Lo siento por todos ellos, pero mis habilidades al volante son pésimas y empiezo a pensar que ha sido mala idea haber venido con este coche tan viejo.

Las casas son todas parecidas, muy antiguas y de colores muy monótonos, seguro que es fácil no darse cuenta y perderse por aquí. Debo comprarme un mapa en cuanto pueda.

La carretera, echa por piedras desiguales, hace que mi coche dé botes, lo que me falta para romperlo del todo. Empiezo a dar vueltas y vueltas, y no encuentro un maldito hotel. ¿Dónde se supone que pasaré la noche ahora? Creo que me tocará dormir en el viejo Sedan.

Conduzco un poco más hasta encontrarme con una plaza muy extensa donde hay varios coches aparcados. Decido dejar el mío aquí y probar suerte, buscando estancia en algún lugar. Doy una vuelta y cuando casi llego al punto de partida por donde he entrado, encuentro una plaza libre. Decido aparcarlo ahí antes de que pueda llegar alguien más y me la quite. Apago el motor y quito la llave, cojo una pequeña libreta donde he apuntado anteriormente dónde está situado el pueblo, que se encuentra en el otro asiento libre y me la guardo en el bolsillo de mi pantalón.

Silvery River ©  DISPONIBLE EN AMAZONWhere stories live. Discover now