Un día normal en Snowdin

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Lynx aún tenía pesadillas de su infancia y de aquellas personas.
Lynx sintió un tirón de su cola, abrió los ojos y delante suya estaba Papyrus que le preguntó:
-¿Lynx estás bien? llevas llorando una hora y hasta ahora no he podido despertate-.
Lynx se reconpone y le dice:
-Si tranquilo Paps estoy bien-.
Lynx abraza a Papyrus y se pone de pie, baja las escaleras con Papyrus y se ponen a desayunar unas tortillas con miel, Lynx pone la cara seria y Papyrus se da cuenta
-Oye Lynx se que te pasa algo pero si no me lo quieres decir está bien yo no te voy a obligar- dice Papyrus,
después se pone de pie y le acaricia el pelo a Lynx.
Después de desayunar Papyrus y Lynx salen a dar una vuelta por Snowdin
- ¿Lynx sabes porque siempre está esto tan vacío no?-le pregunta Papyrus
a lo que Lynx asiente, los dos suspiran y siguen caminando por el sitio tan vacío.

Papyrus le pregunta a Lynx si tenía frío a lo que ella contesta que no, Lynx viste muy normal, el collar que le dió Alpha, una sudadera de color roja y debajo de esta una camisa blanca con algo de negro, depués lleva los mismos pantalones que Killer aunque ella lo sabe gracias a aquel libro y por último lleva unos calcetines blancos con unas pantuflas rosas. Lynx se veía la cola constantemente y Papyrus se dió cuenta de eso, se dió cuenta de su estado de ánimo y de que Lynx no estaba bien.

Al llegar a casa, Papyrus se fue con Alphys, Lynx sabía lo que tenían ellos dos pero prefería mantenerlo en secreto porque si Undyne se daba cuenta cosas malas podían pasarle a ellos y a ella, ya de por si la población del subsuelo les daba la espalda por culpa de Undyne y sus estúpidas mentiras e celos hacia nosotros.

Lynx se sentó en el sofá a reflexionar sobre su pasado y cierra los ojos mientras piensa en la mente: "Aún recuerdo cuando llegué aquí y me acogieron como una más de la familia, mi padre adoptivo era súper divertido y nos cuidaba mucho a Paps y a mi, pero un día desapareció sin decir nada y desde ese día la población nos dió la espalda, Paps tenía trece años y yo solo ocho , así es, Paps es el mayor y yo la pequeña, pero me alegro de tener un hermano tan bueno, él me cuida, me alimenta, me anima y es lo mejor que me a podido pasar pero desde hace más de diez años que no se nada de mi padre y el único amigo que tengo es Ink que lo conocí nada más llegar y él me enseñó el lugar y me presentó a Gaster, mi padre adoptivo y el que me enseño muchas cosas, yo tan solo era una cría cuando llegué aquí, aún recuerdo a mis Tíos y a mi Padre que no si lo debería llamar así, y ¿porque me metieron el libro de los AUs en mi mochila?" Lynx suspira, demasiadas cosas pasan por su mente, al final Lynx se acuesta de lo cansada que estaba.

Papyrus entró por la puerta, ya era de noche y el brillo de la luz de la Luna entraba por la ventana, Papyrus vió a Lynx dormida en el sofá así que la cogió en brazos y la llevó a la cama e la arropó, Papyrus salió de la habitación de Lynx y cerró la puerta, se fue al baño a bañarse y después se acostó a dormir.

Mientras tanto en Alphatale, King daba vueltas como un loco buscando aquel libro de los AUs, Alpha y los demás estaban hablando sobre eso ya que ellos fueron quienes metieron el libro en la mochila sin que él se diera cuenta.

Al salir el Sol, Lynx bostezo mientras habría los ojos directamente, se puso de pie y se estiro un poco ya que dormir en malas posturas hacia que le dolieran los huesos constantemente.

Lynx estaba en el baño lavándose los dientes y peinandose el cabello cuando ocurrió una cosa inesperada, una flecha atravesó la ventana casi dándole en el ojo a Lynx y ella sabía muy bien de quién era, en la flecha había una nota firmada por nada más y menos que Undyne, a Lynx le parecería extraño que fuera una nota normal para hacer las paces pero ella sabía muy bien que era una amenaza, y en la carta ponía lo siguiente:
-Holitas Lynx solo quería decirte que ayer a tu hermano con Alphys y creo que ya te avise de que si pasaba eso vosotros dos estaríais muertos, pues bueno te dejaré una última oportunidad ¿vale? espero con ansias veros en el baile en el baile que preparó el rey-.

La historia de Lynx SansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora