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Lady Whistledown:

Querido lector, ¿me ha echado de menos?

Mientras nuestra alta sociedad se encontraba en sus retiros rústicos, esta escritora solo se ha dedicado a un único objetivo. Pulir sus medios.

¿O quizás debería decir "trazar un plan"? Puede, que el término más acertado sea, que estuve afilando mis uñas para todos ustedes.

Existe un debate sobre la identidad y el propósito de esta escritora, no obstante, les aseguro que no llevará a nada. Y, sobra decir, que en estos momentos hay otra identidad que descubrir. Aunque, esta se conocerá en breves. Me refiero nada más y nada menos que al diamante de la temporada, dondequiera que esté.

Se me es conocido que hay un gran nivel entre las mujeres que se presentarán este año.

Por un lado, tenemos la casa del barón Sallow. Con su hija mayor, Blaise Sallow, entrando al mercado como un cerdo al matadero. Una joven conocida por su gran belleza y juventud, tanto como por sus hermanos, dos de los hombres más apuestos y, naturalmente, solicitados entre las damas.

Con suerte, este año, alguna madre conseguirá poner sus garras sobre alguno de estos dos, sin embargo, no hay que olvidar quién es el más solicitado todas las temporadas, Anthony Bridgerton, cómo no.

Se encontrarán muchos rostros nuevos en la presentación, bellos, sin duda, otros, quizás... no tan agraciados para el sector masculino.

Quien a día de hoy, aún sorprende a esta escritora por la noticia de su presentación es Lady Beamish, quien tras haber desaparecido de Londres hace ya más de una década, ha decidido presentarse al fin bajo el ala de Lord y Lady Nightingale, esperemos que la pobre no decida escapar de nuevo. De todas formas, a quién no le gusta un escándalo de vez en cuando.

Para finalizar esta revista, escasa de momento de cotilleos jugosos, quizás debería informar del hallazgo más sorprendente, Eloise Bridgerton. El cómo su madre ha conseguido que se presente al mercado este año, es algo aún desconcertante para esta pobre alma.

Escasos son los días que quedan para condenar las vidas de decenas de ilusas muchachas que aspiran al matrimonio. Será aterrador, sin duda, presentarse ante el ojo crítico de la reina, no es deseable ni para esta audaz escritora. Que Dios asista a esas desdichadas que no corren mi misma suerte, pues lo único que debe importarles ahora, es la reacción de la reina. Un atisbo de desaprobación... y ya pueden darse por condenadas al horror de ser una solterona. Sin embargo, quedar al otro lado de la moneda no es tan agradable como parece, pues, mientras más brillo tiene una dama, más rápido se puede deslustrar.

Entré sigilosamente a mi casa bajo la luz de la luna, dejando las pocas cosas que había llevado conmigo en la entrada, encontrándome en ella un abrigo de mujer desconocido y bastante elegante. Esto hizo que mi cansancio fuese olvidado y sustituido por un sentimiento de curiosidad.

Me adentré hacia la sala de estar de mi casa, curiosa por el objeto, ya que no estaba en mi conocimiento que esa noche fuésemos a recibir compañía. Iba a preguntarle sobre él a mi hermano, el cual supuse que debería estar ahí.

—Oye Andy, ¿has...? —me callé abruptamente al encontrar a la figura erguida de mi madre, sentada tranquilamente sobre un sofá tomando una taza de té — ¿Madre?

—Cariño —ella sonrió mientras dejaba la taza y se levantaba para abrazarme.

— ¿Qué haces aquí? —le pregunté, notablemente confusa cuando sus brazos me rodearon, igualmente no dude a la hora de devolverle el abrazo.

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⏰ Last updated: Feb 23 ⏰

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I know places -C. BridgertonWhere stories live. Discover now