Cap.30 Aprender a callarme cuando toca

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Cap.30 Aprender a callarme cuando toca

Fernanda

De verdad que no sabía que hacer o que decir. Esto me ha tomado por sorpresa. No me lo esperaba para nada, pero para nada.

Seguía observandoles, sin abrir mi bocota. Pero tenía que hacer algo.

-Hola.- dije en casi susurro, esperaba que me hayan oído porque sino, no se lo que iba a hacer.

-Bueno chicos, es que últimamente está muy rara. No le hagáis caso.- ni me enteré de lo que estaba hablando Marcos. Yo solo miraba.- Pero sentaros, sentaros.

-Tranquilo Marcos.- ahora habló el otro chico. No me acordaba del nombre.

Pero mejor os cuento porque me sentía así en estos momentos.

Uno de los chicos que era el supuesto amigo de Marcos. Era, si era, el chico con el que me acosté la otra noche. Si, era el padre de mi feto. Era, en pasado. Muy raro decir esto, pero era la única verdad. Y por lo visto me había reconocido y tampoco hablaba, como yo.

-Fer, Paul te está preguntando algo.- me di cuenta de que Marcos me estaba hablando.

-¿Qué?- luego escuché como el y el otro chico soltaron una carcajada.

-Que Paul te está preguntando si te gusta Francia.- ahora si que me enteré.

-Ah, si, si me gusta. Y perdón por no estar pendiente de la conversación.- dije al comenzar a comer.

La comida se me enfrió por estar observando a ese chico, que me hizo un problema. Por lo menos lo resolví.

-Ian ¿por qué no hablas? Hoy estás muy callado, raro de ti.- habló Marcos.

Entonces se llamaba Ian. Bonito nombre, para un bonito chico como el.

FERNANDA, YA.

No tengo que volver a fijarme en el, porque no quiero terminar igual. Y ahora podía observar a los dos, mucho mejor.

Ian, era de pelo oscuro igual que Paul. Los dos eran guapos. La única diferencia, es que Paul tenía los ojos azules, como el cielo. Me encantaron. Me podría perder en esa mirada. Pero me tenía que contener.

Al terminar de comer, decidí que sería mejor irme de aquí. No estaba muy cómoda, aunque tenía muy buenas vistas. Pero no me viene bien estar cerca de ellos dos. No sé porque, supongo porque no quiero fijarme en alguno de los dos ni tampoco quiero meter la pata otra vez con Ian, sería otro error en mi lista de errores.

-Bueno, ha sido un gusto. Pero me voy. - dije levantandome de mi sitio. Todos se me quedaron mirando.

-¿Tan pronto?- habló Marcos.

-Si, estoy cansada por hoy.- mentí. No estaba cansada porque ya descansé con haberme echado la siesta, pero tenía que tener alguna escusa para irme de aquí.

-Bueno, pues te llevo.- dijo al levantarse, pero no lo dejé.

-Tranquilo, quedate con tus amigos. Yo cogeré un taxi. Mañana hablamos.- dije dándole un beso en la mejilla.- Adiós.- ahora me despedí de todos y me fui.

Al salir fuera di un largo suspiro. Me libré.

Vuelta a Empezar (Editando..) © ®Where stories live. Discover now