Capítulo 39: Después de la horrible noche

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#MARATON

Capítulo 39: Después de la horrible noche

SHEILA BICHÉ


Estaba temblando tras esa horrible llamada que me hizo el hospital, al parecer Ian había tenido un terrible accidente.

Ahora su engaño y el de mi hija pasaba a un segundo plano, ahora sentía que me habían arrancado el corazón, sentía que no podía respirar, mi rostro rojo, las lágrimas saliendo descontroladas de mi rostro.

Solo deseaba que Ian estuviera bien mientras corrí al piso donde lo tenían, lo primero que vi al abrir la puerta fue a Ian con una pierna enyesada acostado en la camisa con los ojos cerrados y un monitor de ritmo cardíaco, Noemí a su lado tomando su mano hizo que me crecieran los nervios y solo me enojara al recordar lo que me hicieron.

Ella se levantó y se acercó rápidamente a mí, su rostro hinchado en lágrimas que escurrían por sus mejillas.

—Mamá —susurró ella pero estaba tan molesta que no dejé que me tocara.

La miré con desdén y la empujé a un lado de manera grosera; me dio igual y caminé hacia Ian.

—Ian, oh, Ian —jadee con el corazón en la boca y lo miré con manos temblorosas, su rostro con cortes y golpes algo hinchado, tantos contratos para las películas que tendríamos el próximo año, esperaba que sanara rápido, de lo contrario corríamos el riesgo de que no aceptaran su imagen y sería una completa perdida de dinero.

Me arrodillé a su lado tomando su mano completamente angustiada y furiosa, era una mezcla, demasiadas cosas al mismo tiempo estaban ocurriendo.

—Joder —susurré entre dientes apretando la quijada, todo era un completo caos.

—Mamá —murmuró Noe acercándose a mí— déjame explicarte.

Me levanté sintiendo que mi rostro estaba rojo.

—¿Qué le hiciste a Ian? —grité.

Ella pareció perpleja.

—No fui yo —dijo Noe—, ¿no ves que está inconsciente?

Veía a mi hija, ella fue todo lo que siempre amé, mi orgullo, una chica enfocada, graduada, hermosa... y que me hubiera hecho esto lo sentía como si me hubiera quemado el corazón y bailado sobre sus cenizas.

—Está estable, solo tiene algunos moretones. —continuó diciendo.

Me acerqué a ella sin poder controlarme y la abofeteé.

—Todo es tu culpa, me avergüenza que seas mi hija —solté—, ¿no sabes que él trabaja con su imagen? Si llega a tener un desperfecto en su rostro voy a demandarte.

Sus ojos se cristalizaron.

—Lo siento por siempre haber sido tu vergüenza —dijo—, siempre me tuviste a un lado, siempre poniendo tu trabajo antes que a todos.

La miré.

—No hay justificación para lo que hiciste. —repliqué.

—Fue mi novio —soltó Noe—, fue mi novio en el instituto, te lo oculté porque él así lo quiso, y luego cuando nos dejaste solos por trabajo nos dimos cuenta de que seguíamos queriéndonos, pero siempre te prefirió a ti, nosotros solo fuimos un error.

—Un error del que estaban conscientes —dije.

—Haré un doctorado en Francia —soltó Noemí de repente—, cuando me gradué lo hice con las mejores notas, solo recibí dinero de tu parte y no digo que sea malo, lo usé, pero el dinero no compra el amor ni el respeto.

No le dije nada.

—Aún así... Lo siento. —finalizó.

Tragué pesadamente saliva y la miré, Noemí limpió sus lágrimas y entonces salió de la habitación.

Mi trabajo era mi mundo, mi trabajo era mi dios, todo lo que conocía, para lo que servía y me hacía sentir bien, ¿fue su venganza por no haberle dado suficiente atención? Apreté los labios cuando de repente mi teléfono vibró en mi bolsillo, vi que el nombre de Dixon se reflejó en la pantalla, la culpa y el remordimiento se hicieron presente en mi pecho haciéndome recordar que mi hija no fue la única que falló en nuestras promesas y nuestra moral.

Abrí el mensaje y leí:

Dixon: ¿Estás bien amor? ¿por qué no me respondes?

Dejé el teléfono a un lado ahora comprendiendo que había organizado muy mal mi vida, poniendo como prioridad lo que era trabajo y olvidándome de las cosas importantes como lo era mi familia.

Tomé la mano de Ian susurrando:

—Lo siento.

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Hoy maratón :D recuerda votaaarrr
 





Ian Está Prohibido (Completa) Where stories live. Discover now