³⁸

12.1K 1.5K 992
                                    

Roier seguía esperando una respuesta a aquella pregunta

—Estoy enferma.— confesé sintiendo un nudo en mi garganta

—¿Lloraron por tu anemia?.— cuestionó sentándose a mi lado

Yo aun no me podía mover mucho

—No es solo eso.— murmuré —Pero no quiero hablar de eso por hoy.—

Él me miró preocupado pero pareció entenderlo

—Cuando estés lista para hablarlo lo haremos.— exclamó —Lo mejor es que estés tranquila, cuando te den el alta te llevaré a tu casa.—

Asentí girando mi cabeza para otro lado e intentando ahogar las ganas de seguir llorando.

Sentía mucha impotencia, era muy joven como para pensar que de la noche a la mañana todo acabaría de una manera tan trágica

—Mulán.— me llamó pero no podía mirarlo ahora —¿Qué te pasa bonita?.—

Había dicho que no quería hablar de mi enfermedad pero no tenía la capacidad de inventar algo ahora

—No lo sé.— respondí

Se levantó y tomó mi cara para que lo viera

—Sé que llevo haciendo las cosas mal desde que te conocí.— empezó a hablar mientras me veía —Y sé que no te merezco.—

—Está bien, no es por eso que estoy así.— aclaré e hice una mueca —La verdad... no sé cómo podría decirte lo que me pasa ahora.—

Antes de que pudiera responderme la puerta se abrió de nuevo y entró spreen

—Oigan, no es momento para decirlo pero el hospital está re piola.— exclamó, tenía un par de jugos en sus manos —Tenían una maquinita cheta qué da esto.—

Le pasó uno a Roier, él lo abrió y puso la pajilla cerca de mi boca

—Aún puedo usar las manos.— dije y spreen rió

—¿Andan en peleitas de pareja?.— cuestionó y Roier de inmediato negó

Sabía que antes de desmayarme lo había terminado todo pero ahora quizás debía aprovechar el tiempo que me quedaba a su lado

De repente sentí unas ganas inmensas de vomitar, debía ser por todo el tiempo que pasé dormida, mi cuerpo estaba reaccionando de manera negativa

—Me encanta tenerlos aquí pero ¿a que hora se van?.— cuestioné aguantando un poco, no quería que ninguno me viera así

—Yo me voy ya, solo venía a avisarles que hablé con Carre y estamos planeando hacer una nueva versión de "La casa madrid" pero ahora en México.— contó —Me iré a Argentina unos días mientras planeamos a detalle todo.—

Lo miré y tenía una sonrisa gigante

—¿Eso quiere decir que te tendremos cerca?.— cuestioné y asintió

—Durante los próximos meses seré el peor dolor de pelotas.— se burló —Para vos.— señaló a Roier

Sólo lo quería molestar pero a mí no me vendría mal tenerlo estos últimos meses conmigo

—Ya vete de una vez antes de que yo mismo te saque la rodilla.— amenazó Roier

—Y yo te sacaré la poca tripa que te queda.— contestó con otra amenaza

Spreen simplemente me guiñó el ojo y se marchó. Parecía de mejor humor.. probablemente sólo quería mostrar que estaba despreocupado para que yo no me sintiera peor.. eso se lo agradecía

No entiendo porque ahora quiere quedarse, es un pendejo.— habló Roier y lo miré —Si es por ti al menos agradezco que no te haya querido llevar a Argentina.—

Me reí un poco y las ganas de vomitar de intensificaron

—Ya vete, necesito estar sola.— exclamé y me miró confundido

—¿Irme?.— cuestionó —Desde que te internaron yo vivo aquí.—

Señaló algo y me acomodé para mirar un sillón desordenado con una cobija y una almohada encima. Al parecer si se quedaba conmigo

—Yo...— ya no aguantaba —Voy a...—

Roier se acercó un poco para acariciar mi espalda como si quisiera que siguiera hablando pero yo simplemente le vomité encima

Ninguno dijo nada, simplemente él se alejó un poco para tomar un poco de papel y me limpió cuidadosamente cerca de mi boca

—Lo siento, yo...— intenté disculparme sintiendo mis mejillas arder

—No te preocupes.— rió un poco y terminó de limpiarme —¿Te sientes bien? ¿Llamo al doctor?.—

Él estaba todo sucio pero aun así estaba más preocupado por mí

—Estoy bien, tranquilo.— quise quitarle importancia, si el doctor venía probablemente diría algo sobre mi enfermedad

Bueno, iré al baño a quitarme esta camisa.— exclamó y asentí

Miré como se alejó hasta una pequeña mochila qué tenía ahí, supuse que era lo que había traído pensando que se quedaría más tiempo y después salió de la habitación

Me quedé sola de nuevo, todavía me sentía bastante débil pero lo único que quería es que ya me dieran el alta

—¿Qué haré ahora?.— cuestioné a mí misma

Aún era joven así que aunque moriría pronto no podía creerlo, tenía bastantes cosas que hacer antes de eso

—Debería hacer una lista como en las películas.— reí un poco

¿Cuales serían las cosas que alguien como yo querría hacer antes de morir?

—Y quizás mi testamento.— murmuré pensándolo un poco —Si mi madre piensa que le dejaré algo está muy pendeja.—

¿A quien le dejaría mi casa y mi línea de maquillaje? Además de todo el dinero que tenia ahorrado

—La línea se la puedo dejar a Ari.— seguí —No tengo otra amiga, además a ella le gusta el maquillaje.—

La puerta se abrió de nuevo así que me callé, sabía que era Roier

—Volviste rápido.— exclamé y al verlo pude ver que tenia los ojos un poco rojos —¿Todo bien?.—

—No quería dejarte tanto tiempo sola.— dijo acercándose y sentándose para tomar mi mano —A partir de ahora te juro que haré todo lo que tú me digas, cumpliré hasta el más pequeño de tus caprichos.—

—¿Por qué tan obediente?.— reí un poco —No creas que me olvidé de lo que pasó antes.—

Roier negó y suspiró, sus ojos estaban cristalinos

—Mulán, te amo.— exclamó y lo miré con una pequeña sonrisa —Perdón por tardar tanto en decírtelo, yo solo quiero compartir todos mis días contigo.—

Se sentía tan bien escuchar eso pero sabía que algo había pasado cuando salió a cambiarse la camisa

—¿Pasó algo?.— cuestioné y él negó —Por favor, te conozco, puedes mentirle a todos menos a mí.—

—Spreen aún estaba sentado allá afuera, según estaba reservando su vuelo.— dijo —Y cuando me vió me contó todo.—

¿Le había dicho lo que me imaginaba? ¡Le había qué no lo dijera!

—Así que tú mandas Mulán.— exclamó —Todo lo que tú quieras hacer, por más loco que sea lo haremos.—

Ví como las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas así que me estiré un poco para abrazarlo, la noticia era terrible para mí pero para él podría ser peor.. Después de todo iba a perder a la persona que amaba.

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Where stories live. Discover now