⁶⁸ (¹|²)

5.4K 742 165
                                    

Después de algunos días en Madrid tuvimos que regresar a Monterrey para que Roier siguiera con sus entrenamientos.

Él salía temprano así que algunas veces yo me quedaba a dormir en vez de acompañarlo, hoy no haría lo mismo, me levanté temprano para arreglarme, ya tenía planes

—¿Me acompañas?.— cuestionó mirándome, yo estaba lista sentada en el sillón —Ya es hora de irme a entrenar.—

—Te estaba esperando, quedé con Rivers de vernos en el gimnasio.— avisé con una sonrisa

Con ella ya había formado una amistad incluso más grande que la que había tenido con Ari, tanto que podríamos charlar todos los días sin aburrirnos

—Siento que algún día me dejarás por ella.— se burló un poco

—Suena a algo que perfectamente haría.— reí también y me miró mal —Estoy jugando, jamás te dejaría.—

Besé cortamente sus labios y al ver su sonrisa supe que ya era momento de irnos

Salimos de nuestro pequeño hogar y caminamos, era un alivio que el lugar quedara tan cerca

—Por cierto.— exclamó mientras íbamos tomados de las manos —Desde que volvimos de España hay algo que había querido preguntarte.—

—¿Por qué no simplemente sueltas la pregunta?.— sonreí un tanto burlona

—Es más una propuesta.— indicó algo nervioso y fué imposible no recordar las palabras de aquel señor en "la sagrada familia"...

La próxima vez que vengan la linda señorita será su fiancée.— retumbó su voz en mi cabeza —Lo he dicho frente a este edificio que considero sagrado y cuando menos lo esperen verán que tengo razón.—

Conocía a Roier y probablemente él había olvidado la palabra "fianceé" por lo que ni siquiera recordaría aquel momento pero si había investigado su significado era casi un hecho que intentaría hacerme la propuesta.

—¿Quieres ser mi esquina durante el combate?.— cuestionó por fin y suspiré

Había dejado que mi imaginación pensara algo que no era, me había pasado de ilusa

—Creí que sería obvio.— respondí con una pequeña sonrisa

—Lo sé pero...— hizo una pausa —Spreen es como tu mejor amigo, ya lo has dicho y no sabía si querías demostrar más apoyo hacia mí, además eres presentadora y por un momento dudé que quisieras ser de mi equipo.—

—Donde esté Roier estará Mulán.— exclamé utilizando una frase que él me había dicho hace bastante tiempo, quizás ni siquiera lo recordaba ya —Seré tu equipo y te daré todo mi apoyo, creeme que quiero contemplar como ganas ese combate.—

Él parecía siempre tan confiado pero nadie lo conocía como yo; podría observar que estaba bastante nervioso y dudaba de sus capacidades para vencer a Spreen

Apretó un poco mi mano y pude ver que tenía una gran sonrisa, eso sin duda me alegraba el día

—No sé dónde perdí a la versión de _____ que era antipática, egocéntrica y que pensaba que su carrera era lo más importante de todo el mundo, incluso más que su propia salud o que el amor.— habló de repente —Nunca me había puesto a pensar en ese cambio pero me siento bastante afortunado.—

—¿Afortunado por qué?.— pregunté riendo un poco —¿Por ser parte de mi cambio?.—

—Cuando te desmayaste y duraste en coma 3 días me puse a pensar bastantes cosas, me culpé de tu estado aunque aún no sabía de tu enfermedad.— contó y soltó un suspiró —Sabía que merecías a alguien mejor que yo, que pudiera cuidarte sin lastimarte y que estuviera de tu lado en cada momento.—

Hizo una pequeña pausa y pude ver sus ojos inundados de un brillo especial

—Durante esos días estaba tan molesto conmigo mismo que incluso discutí con mis amigos por razones absurdas.— se rio del recuerdo —Entonces entendí que no debía conformarme con la idea de que merecías a alguien mejor, supe que yo debía mejorar para poder merecerte.—

Era obvio que había tenido un cambio de actitud, pero no lo había visto de esa manera

—Soy afortunado por que creo que quizás hiciste lo mismo sin darte cuenta.— siguió —Fuimos mejorando y avanzando juntos.—

—Pensándolo de esa manera tienes razón.— sonreí —Hemos progresado juntos y es un sentimiento realmente lindo.—

Al principio llegué a pensar que tendría que cambiar "mis estándares" para que él pudiera llegar a alguno de ellos pero nunca pude cambiar eso, aún así se esforzó para incluso rebasarlos

Llegamos al lugar así que entramos, él fué a saludar a Ronny y yo me quedé en la puerta esperando a Rivers.

Después de algunos minutos ella llegó también así que nos sentamos cerca de donde ellos estaban entrenando, así no perdería de vista a mi novio

—¿Cómo te fué en España?.— cuestionó ansiosa —Yo quería acompañarlos, tenía partido de la Kings pero producción no podía ir y no quería hacerle de mal tercio.—

Reí un poco y empecé a contarle todo lo que había pasado con Spreen, el desayuno, el cara a cara y todo eso.

Durante ya algunos meses juntas había tomado la confianza para contarle la verdadera razón del combate de aquellos chicos así que Sammy como buena amiga siempre que podía me pedía detalles de como iba la situación

—Va a estar bueno el tiro de esos pendejos.— exclamó emocionada por verlo y reí un poco —Ya quiero verlos en el ring wey.—

—Yo también aunque si te soy sincera siento que ese día estaré bastante alterada por ver a Roier peleando.— dije, era obvio que estaría preocupada

Rivers me hizo burla, siempre hacia lo mismo cuando demostraba un poco de amor por mi novio.. Si nos hubiera visto paseando juntos creo que ya nos habría organizado incluso la boda

—Me había olvidado contarte otra cosa rara que me pasó en Madrid.— recordé ganándome su mirada atenta

Miré de reojo qué Roier siguiera concentrado en su entrenamiento

—Un viejito dijo que la próxima vez que estuviéramos ahí estaríamos comprometidos.— conté y me miró asombrada

—No mames, el eterno prometido.— murmuró dejándome confundida —Pol nos contó que mucha gente decía que cerca de "la sagrada familia" había un señor que predecía los matrimonios, lo apodaron "el eterno prometido" porque estuvo a punto de casarse pero creo que la novia murió así que él se quedó vagando cerca del templo que consideraba sagrado.—

—Debe ser una broma.— dije y ella negó repetidas veces —¿Alguna vez se lo cruzaron?.—

—No, parece que solo habla con las parejas que él predice que se casarán.— contó y una sonrisa burlona apareció en su rostro —Si me avientas el ramo en tu boda lo voy a esquivar, no está en mis planes casarme.—

Mi cabeza estaba por estallar, eso solo era un mito ¿no? nadie podría predecir algo como el compromiso de una pareja que no conocía.. eran puras fantasías

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon