B: II.

103 12 2
                                    



Minji era una chica encantadora. Era tan interesante y todos la adoramos. Pero tal vez, en especial yo.

Era su último mes aquí en Canadá, y estaba bastante triste. Convivimos bastante, siempre escuchábamos canciones de BTS juntas, y nos encantaba ver los Run BTS, reíamos siempre. Ella era realmente inteligente y aplicada, y de vez en cuando me ayudaba con tareas y así.

Molly, una amiga que teníamos en común, y Lexie nos invitaron a patinar sobre hielo, pero no era una pista, era en un lago congelado cerca de la escuela.

Minji me dijo que no era muy buena idea, que podía no estar tan congelado, y que si patinábamos allí, podíamos caer al agua fría.

No le hice caso, y la obligué a ir conmigo. Ella no llevó sus patines, porque ella no quería patinar.

—¡Anda, min! ¡Es muy divertido! —le grité en el lago. Ella se encontraba sentada en el blanco suelo helado, construyendo un muñeco de nieve con pequeñas bolitas de esta.

—¡Estoy bien, sólo ten cuidado, Brook! —me gritó de vuelta, mientras que hacía un pulgar arriba con sus guantes rosas.

—¿Segura?

—¡Claro! —me sonrió grandemente y siguió con su actividad.

—Ven Brook —me llamó Molly.

—Ya vo-- ¡Ah! —grité, sintiendo como el hielo se rompía con cada paso que daba.

—¡Brook! ¡Cuidado! —me advirtió Minji, parándose inmediatamente.

—¡Min! —la llamé, sintiéndome extremadamente aterrada.

—¡Brook! —gritaron ambas amigas.

Minji tenía razón, yo fui la que arruinó todo al hacerle caso a Molly y a Lexie.

—¡No camines más, Brooklyn, ya voy! —quitó sus botas, junto a sus calcetines, para después poner un pie en el hielo—. ¡No te muevas!

—¡Minji, sal de ahí!

Ella caminó muy lentamente, haciéndome sentir ansiosa y asustada.

—¡Min, no camines más, el hielo se está rompiendo! ¡Te lastimarás!

—¡Quédate ahi, te lo suplico Brook!

El hielo se rompía cada vez más, y Minji estaba en peligro.

—¡Maldita sea Minji! ¡Ya aléjate de una vez! —le grité, sintiendo un enorme nudo en la garganta.

¿Ese sería mi final?

—¡No lo haré! ¡Tengo que salvarte! —ella siguió, derramando un par de lágrimas.

Finalmente, el hielo terminó por romperse, y caí. Caí al helante agua.

Escuché uno que otro grito arriba de mí.

Mi rostro ardía, y ya ni siquiera podía moverme de lo helada que estaba. Mis extremidades se sentían congeladas, y sentía el rostro entumecido ahora.

¿Ese era mi final? ¿Morir congelada, ahogada?

-¿Te encontraste con Minji Unnie? —me preguntó una extraña voz femenina, en la oscuridad.

—¿Qué? —pregunté.

-Minji Unnie, mi Unnie.

¿Minji? ¿M-Minji Kim?

-Es Kim Minji. Pero sí, es mi hermanita. No de verdad pero algo así. En unos años íbamos a debutar —al fin logré ver su rostro, revelando a una chica de aspecto asiático, medio parecida a Minji. Tenía una sonrisa muy linda. Pero, por alguna razón, sentía que la conocía.

—Hyein —dije, y es como si el nombre saliera de mi boca por sí sola.

-Así es, antes de que pasara esto, eras yo. Bueno, yo soy tú. Tú eres yo. Sí, tú eres yo —asintió.

¿De qué hablas? ¿Qué pasará con Aaron, Keila, Mikey, mamá? ¿Con Minji? ¿Papá? ¿Sí morí?

-Mira, Brooklyn, tú ya moriste. Reencarnaré en... la verdad no sé. Pero, todo lo que has hecho alguna vez, ya no servirá. Es triste, lo sé, pero así es la vida. El universo —se acercó a mí, mirándome con tristeza—. Nos vemos, Brook —me abrazó, dejándome sin habla. ¿Qué acababa de pasar? ¿Todo sirvió para nada? ¿Literalmente todo...?

Y así, desperté de nuevo.

En otro cuerpo, en otra vida.

live(s). Where stories live. Discover now