(7)

9.6K 1.1K 290
                                    

Después de un largo turno donde había hablado con mi jefe sobre mi reducción de horario decidí tomarme un descanso para comer algo, fui a la parte trasera de la cafetería, ahí había una banca donde me sentaba a disfrutar de mi comida y hoy no sería la excepción 

—Sabía que estarías aquí.— entró Iván de repente y lo miré sorprendida

—¿Cómo entraste aquí?.— cuestioné con un poco de comida en la boca —Tienes que pasar por la cocina llegar a este lado... o tan solo tienes que rodear la cafetería pero no creo que se te haya ocurrido.—

Se sentó a mi lado con una gran sonrisa 

—Te dije que vendría aquí cuando terminaras tu primer turno para escuchar tu respuesta.— recordó —Solo vine y le pregunté a otra de las camareras, son re buena onda.— 

Si alguien lo había guiado hasta aquí era porque lo veían atractivo, el dueño del lugar nos había puesto la regla de no socializar en exceso con ningún cliente para no crear malos entendidos con los viejos que venían a hacer comentarios sobre las chicas que trabajábamos aquí, era claro que cuando un chico lindo intentaba hacer más contacto cualquiera accedía.. yo la única vez que rompí esa regla fue cuando ayudé a Iván 

—¿De donde sacas comida tan buena?.— preguntó, al parecer me había robado un poco del almuerzo 

—La robo de la cocina de aquí.— confesé y él empezó a reír —Es lo bueno de caerle bien al cocinero.— 

—Las dos veces que vine a estar contigo en tu turno nocturno nunca hay un cocinero.— exclamó —¿Solo trabaja en el turno de la mañana?.—

—Cuando vienes pasan de las 8 de la noche, a esa hora él se va.— conté —Así durante el resto del tiempo solo se sirve café, malteadas y todas esas bebidas, pensé que lo habías notado cuando me ayudaste en mi turno.—

—Mi cabeza solo pensó en que a la gente solo le gustaba en café a esas horas.— confesó mientras ambos seguíamos comiendo un poco de lo que había sacado

Pasamos unos minutos en un silencio bastante tranquilo, lo miré de reojo y pude observar como parecía concentrado en ver el cielo, lo lindo de salir a comer aquí era poder tomar un poco de aire. Sonreí un poco al notar que Iván tenía unas pestañas hermosas que resaltaban sus ojos, sin duda tenía los ojos más lindos del mundo 

—¿Por qué me miras?.— cuestionó mientras dirigía su mirada hacia mí 

—Tus ojos son bonitos.— halagué y escuché como se burló un poco 

—Vos sos linda.— exclamó de repente —No solamente tus ojos.— 

Eso sin duda me había hecho sentir extrañamente bien, hace mucho nadie me decía que era linda y ahora podía confirmar que ese halago era muy útil para hacer sentir bien a cualquiera 

—Por cierto.— hablé —Decidí hacerte caso y renunciar a mi turno nocturno.—

—¿Entonces estás libre para irnos de una vez?.— cuestionó y negué 

—El jefe tiene que buscarme un reemplazo y lo hará hoy, aún así necesita que cubra el turno.— conté —Así funcionan las cosas en el trabajo, no lo puedo dejar de repente al menos que renuncie a todos mis turnos y no hice eso.—

—¿Vos me estás cargando?.— cuestionó y lo miré confundida —Dejaste que te explotaran laboralmente y aún así queres quedarte hasta el último momento.—

—No se trata de dejar que me exploten.— reí un poco —Es solo ayudar a mi jefe en esto, además no lo haré gratis, me pagarán mi respectivo bono.—

—Sin ofender pero tu bono es tremenda mierda.— exclamó ganándose una mala mirada de mi parte 

—¿Por qué vienes tan a la defensiva respecto a mi trabajo?.— cuestioné sin entender su actitud —Esta mañana solo parecías concentrado en tu moto.—

—Mientras estuve paseando por la ciudad recorrí algunas cafeterías solo para preguntar sobre el horario laboral.— confesó —No tenía nada que hacer boluda y me entretuve, además era un buen pretexto para usar la moto.—

—Entonces ¿te pusiste a investigar cual era un horario común entre las demás cafeterías?.— pregunté riendo 

—Creí que era re obvio lo mucho que trabajas acá, ni siquiera debe ser legal.— dijo, en eso tenía razón —Quería entender tu situación, por si no renunciabas a tu turno nocturno ya tenía un discurso planeado sobre lo malo de trabajar tantas horas.— 

Reí un poco, disfrutaba bastante del esfuerzo que le estaba poniendo a todo esto

—Solo es por hoy.— prometí —Mañana solo trabajaré aquí en la mañana, después solo nos divertiremos.—  

En ese momento sonó la alarma de mi celular, mi tiempo de receso se había terminado

—¿Tan poco tiempo te dejan?.— cuestionó —Podemos armarle un quilombo al gerente por tan mal ambiente, así a cualquiera le costaría laburar.—

—Ya me acostumbré, no es tan malo.— reí mientras me levantaba de la banca —¿Vendrás cuando acabe mi turno nocturno?.—

Él solo me miró sin levantarse de ahí y después de pocos segundos asintió con una hermosa sonrisa. Me despedí con un ligero movimiento de manos y él imitó mi gesto, estar con Iván empezaba a hacer que me sintiera más que especial 

𝐂𝐀𝐋𝐋 𝐌𝐄 [Spreen X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora