Capítulo 27 pt. 1 | Muerte blanca

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DISCLAIMER. Este capítulo lleva la misma línea de tiempo del cap anterior, es decir ocurren al mismo tiempo solo que este es desde la perspectiva de Nix, espero les guste, disfruten su lectura. 

Nix

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Nix

—¿Por qué yo? Agarra a cualquier otra persona, pero no a mí Kris.

—Nix, hija por favor, te lo pido solo tú puedes hacerlo.

Dudaba poder, mi convicción y voluntad eran fuertes, pero el solo pensar en que debía ir en nombre de los Zorova y de los Kane a darle la maldita bendición marital a ellos me dolía el estómago, mis entrañas se hacían nudos y mi corazón se apretaba.

—Lo haré —cedí, no dejaría que me vean como una débil, no importa que tanto me duela o que tanto desee matar a Bianca, haré de todo por no quebrarme.

Daré mi mejor actuación.

—Eres fuerte mi niña, eres poderosa y por eso eres a la que genuinamente acepté como mi nuera y créeme nunca nadie podrá llegarte ni a los talones, eres una Zorova Nix, porque tú te vas a casar con mi hijo así debamos derribar barricadas, lo serás.

He de admitir que aquella confesión era alentadora y a su vez, triste porque no importa que tanto lo desee, hoy él estaba comprometido y no era yo la que cargaba el anillo.

—Como mi futura hija, deseo que tengas algo —su sonrisa era genuina, me miraba con cariño, siempre me pareció una mujer sincera y pura en sus intenciones y sé que ella tampoco me quiere muerta ni mal, por ello hizo que su hijo firmará un acuerdo matrimonial con los Casteller.

Contrato que obviamente yo redacte a fin de que no se comprometa el patrimonio ni nada de Caius o propiedad de los Zorova, redactar aquel papel dolía y me acercaba más a la realidad del matrimonio que ellos dos tendrían.

Kristel sacó una caja larga cubierta de terciopelo negro, lucía demasiado pulcra como para ser algo común. —Quiero darte esto, mi madre me lo heredó, era un juego de ónix negro, a Alizah le di los pendientes, pero sabía que al tener una nuera debía darle esto y quiero que lo tengas.

—Pero, Kristel, eso no —lo puso en mis manos, aquellas temblaban y mis ojos se llenaban de lágrimas. —No sé si puedo aceptarlo.

—Puedes y lo harás, es una joya real, ha pasado generaciones en mi familia y por ello deseo que seas tu quien la tenga, eres parte del clan Zorova, así mi hijo despose a esa mujer, tú eres la verdadera mujer que mi hijo merece, eres tú la verdadera razón por la cual se sacrificó a regañadientes, te ama y eso nunca lo había visto.

—¿Él nunca había amado a alguien?

Negó lento. —Me temo que no, siempre fue muy serio en cuanto a las relaciones y supongo que verse envuelto en una no era parte de sus metas, pero como todo cliché, llegaste tú y pareció alguien renovado, desde hace dos años él me hablaba de ti todo el tiempo —una pequeña risa salía de ella y mi sonrisa crecía— me contaba de las veces que lo hacías enojar, de cómo lo regañabas como si fuera niño o de lo mucho que le gustaba tu sonrisa, poco a poco y sin darse cuenta se enamoró, se enamoró de ti, y como madre te expreso mi total y absoluta aceptación, mi hijo se ha vuelto un mejor hombre gracias a ti, porque ya no es el malhumorado y frío hombre que vio a su madre y hermana dañadas, ahora es alguien que tiene objetivos más allá de la mafia. Es increíble como llevan tantos años conviviendo que nunca se dieron cuenta del amor que nació en ustedes y es normal porque después de todo, cada persona tiene su momento y este fue el suyo, no lo dejen, aférrense a él.

Resiliencia [+18] ©Onde as histórias ganham vida. Descobre agora