Salí del edificio y sonreí al ver a Daniela, mi amiga, esperando afuera. Corrí hacía ella y le di un abrazo ni bien llegué. Hace unos días que no la veía pero la había extrañado. Para ser sincera mi cariño hacía ella no era de amistad. La veía de otro modo.
Daniela correspondió mi abrazo sonriente. Su cabello negro le caía por los hombros, sus ojos eran verdes, su tez blanca y era alta. Sinceramente, yo le llegaba hasta el hombro.
—¡Enana! ¡Te extrañe!—Dijo Daniela ni bien nos separamos del abrazo.
—Tengo nombre. Pero también te extrañe...
¿Era extraño que una mujer se fijara en otra mujer? Bueno, entonces yo era extraña. Pero era mi problema.
Daniela había venido a mi país hace unos meses atrás, y nos habíamos vuelto amigas rápidamente. Ella estaba en mi clase y había comenzado a hablarme. De inmediato me había parecido muy simpática.
—Bianca...estaba pensando en algo—Me dijo de repente mientras caminábamos hacía mi casa. Ella siempre me acompañaba y luego se quedaba allí por un rato—. A ti te gustan las chicas, ¿No? Pues...estaba pensando en... ir a una cita contigo.
La mire con absoluta sorpresa. Me había esperado cualquier cosa menos que me dijera eso. Y de inmediato, sonreí.
—Claro, ¿Por que no?
—Quiero ir a un cine, luego dar un paseo por diferentes lugares. Que sea una cita creada por nosotras. No tiene que ser como otras, tiene que ser especial para nosotras—Daniela me miro con una gran sonrisa—. ¿Qué opinas? ¿Te parece bien?
—Por supuesto.
—Bien. Los detalles...
Daniela y yo fuimos al cine. Mas tarde, dimos un paseo, fuimos a comer algo y disfrutamos el tiempo que pasamos juntas. Luego fuimos a mi casa.
Disfrutaba de pasar tiempo con ella, realmente ella me encantaba. Sin embargo, no estaba segura de que también podría gustarle a Daniela. Pero ese día se había comportado de manera especialmente amable.
—Bianca—Estábamos viendo una película en mi computadora sobre la cama de mi casa, cuando ella me hablo—. Siento ganas de ser la protagonista de de esa película—Mire la película.
—¿Quieres estar con ese actor o que?—Le pregunte, sin apartar mis ojos de la pantalla.
—Quiero vivir un amor como ella. Y quiero hacerlo ahora. Bianca, mírame—Levante la vista. El rostro de Daniela estaba muy cerca del mío. Ella lentamente comenzó a acercarse todavía mas—. Si quieres que me detenga, avísame...
Ella puso sus manos sobre mis hombros y, luego, me dio un beso. Ya había besado antes, así que pude seguir bastante bien su ritmo. Saque todo, apague la computadora y la deje en otro lado. Luego, me arroje a la cama.
Daniela me dio otros besos. Luego, comenzó a besar mi cuello...
—Te quiero—Me dijo ella. Me abrazo y, sin dudar, le correspondí al abrazo.
Comenzamos a ir a todos lados juntas. Íbamos al parque, a tomar un helado, a su casa y a la mía. Me encantaba pasar tiempo con ella y me encantaba como besaba. En ese momento, ya había llegado a su casa hace unos minutos. Daniela me había pedido que fuera, así que allí estaba.
Entre a su habitación.
—Hola, Dani—Sonreí al verla. Ella se corrió a un costado y me indico que me sentará junto a ella. Eso hice.
—Bianca...—Ella se inclino hacía mi y me dio un beso en los labios. La correspondí—. Oye, Bianca, ¿Te enteraste de que hay una asesina que se mudo de su país que ya mato a 6 chicas? No se sabe actualmente donde esta, pero se dice que es peligrosa.
—No, no me había enterado—Dije honestamente—. Deberíamos tener cuidado.
Daniela me dio un abrazo. Sonreí. Siempre me habían gustado sus abrazos. Con ella me encontraba tan feliz..
—¿Da-Daniela?—Tartamudeé al hablar. Sentía una sensación de fuerte dolor en mi estomago. Baje la vista y vi un cuchillo clavado allí. La observe, sorprendida. Daniela sonrió y clavó el cuchillo mas profundamente en mi estomago—. ¿Qué...
—Yo soy esa asesina—Susurro en mi oído—. Tu serás la séptima. Amor, no grites, por favor...
Puso su mano libre en mi boca y me lanzó a la cama. Saco el cuchillo y lo volvió a clavar, estaba vez en mi pecho. Intente gritar, pero debido a su mano no pude. Su mano apretaba mi boca con fuerza, impidiendo que se escucharan claramente mis gritos.
Sentí como varias lágrimas comenzaban a salir. Yo había confiado en ella. La había querido y le había demostrado mi confianza y mi cariño. Y ella me traicionaba de esa manera. Yo la quería, pero ella me estaba matando.
Saco el cuchillo y lo clavó en diferentes partes de mi cuerpo. Cada vez me sentía mas y mas débil. Ya sabía que no iba a sobrevivir. Ignoraba como se encargaría de mi cuerpo, pero no me importaba. Intente sacarla varias veces, pero ella era mucho mas fuerte que yo y ambas lo sabíamos.
Así...bueno...así se acabo mi vida.
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Final inesperado...
