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Dan se encuentra en una encrucijada emocional mientras se encontraba sentado en la orilla de la cama, observando los verdes y coloridos jardines del hospital por la ventana. Es su último día aquí, y siente la necesidad de aprovechar cada momento de libertad antes de partir.

Por un lado, se siente aliviado de que su cuerpo haya reaccionado bien al trasplante, pero por otro lado, una sensación de incertidumbre lo embarga. Aunque la serenidad del entorno intenta calmar su inquietud, no puede evitar sentirse ansioso por el futuro.

Con un brillo en sus ojos, se gira hacia Min, quien está saliendo del baño. Dan pensó que se veía lindo usando ropa un poco grande, no pudo evitar sentir que sus mejillas se calentaban.

— Oh Dios... siento que subí un poco de peso — dijo Changmin cerrando la puerta del baño — Siento mis abdominales pero no se ven, tengo el abdomen plano nuevamente — dijo levantándose la camisa, mostrando que en efecto, ya no se le marcaba el aclamado six pack — Tanto que hice para que apenas se notaran.

— Min... Está bien... No has entrenado como solías hacerlo desde que llegaste para cuidarme — dijo Dan, sonrojandose un poquito, ya ha visto múltiples veces a Changmin sin camisa, y aún se sonroja por ver un poco de su torso — Aunque te escuché por las noches haciendo ejercicio... Incluso saliste a correr un par de veces.

— Bueno... Sí... Pero igual — dijo Changmin, pasando su mano por su abdomen — Me causa no se qué...

— Con o sin tu abdomen marcado, me gustas así, Min — dijo Dan, quién segundos después se dió cuenta de lo que dijo, y toda su cara se empezó a pintar de rojo de la vergüenza — Oh Dios... No era mi intención... Bueno, más o menos... Pero... Aún te ves bien... Oh, Dios mío, Kim Dan, cállate, lo arruinas si sigues hablando.

Changmin no pudo evitar sonreír y sonrojarse después del comentario y ver cómo Dan -aunque es mayor que él- actuando como un adolescente, se veía lindo cuando estaba nervioso.

— No te preocupes Danny — dijo Changmin, bajando su playera y acercándose a la cama, tomando la cara de Dan entre sus manos, besar sus mejillas y luego un beso corto pero tierno en los labios — Me basta con seguir estando bien para ti.

— Bueno... Es solo que... yo... yo no... no sé ahora cómo decirlo para ser honesto, nunca antes había hecho algo como esto — dijo Dan, quién sonrió y dejó salir una risita — Lo cual... Me recuerda algo... Bueno... Hoy es mi último día aquí.

— Claro que sí... El mes pasó bastante rápido — dijo Changmin

— Min.

— ¿Sí?

— ¿Te parece si... Si vamos al jardín por última vez? — propuso Dan, con una sonrisa, esperando que Changmin comparta su entusiasmo.

— Bueno… No me importa tomar algo aire fresco... Aunque siento que va a hacer frío — dijo Changmin — ¿Dónde están tus tenis?

— Junto con toda mi ropa, en ese armario — dijo Dan.

Changmin fue al armario y tomó las tenis de Dan... Y también notó que entre la ropa de Dan, estaba la sudadera con capucha roja que le gustaba verla en él, y que le regaló. Changmin no es el tipo de persona que regala o presta su ropa a alguien con quien sale o le gusta, es un poco posesivo con su ropa, pero esto no se aplica cuando se trata de Kim Dan.

Con una sonrisa traviesa y después de colocarle una cobija y los tenis, Dan se pone de pie con la ayuda del ojimarrón, pero de repente, finge un desequilibrio, como si estuviera a punto de caer. En un instante, Min reacciona rápidamente, atrapándolo con sus brazos firmes, evitando cualquier caída.

— Cuidado... te tengo — dijo Min con una risa, sorprendido por el repentino movimiento de Dan.

Pero antes de que pueda decir algo más, Dan aprovecha el momento y le roba un beso rápido pero apasionado. Es un gesto espontáneo pero lleno de amor y afecto, que provocó un sonrojo potente en la piel almendrada del campeón.

— Jeje... Si tuviera más músculos podría atraparte también — dijo Dan, quien provocó que el corazón de Min comenzara a latir con fuerza.

— Seguro que lo harías, señor toque mágico... Ahora... Déjame coloco esto aquí... y listo — dijo Changmin, quien deshizo el abrazo y tomó el portasuero, colocando la bolsita del suero del gancho del riel que colgaba del techo de la habitación.

Dan y Changmin salieron de la habitación del hospital, cada uno sosteniendo un extremo del portasuero. Las manos de ambos rozaban leve y ocasionalmente, provocando un sonrojo en ambos, pero especialmente en Min, cuyas mejillas adquieren un ligero tono rosado.

A medida que avanzan, la cercanía entre ellos se hacía más evidente, sus manos se entrelazaron de manera natural, como si estuvieran destinadas a estar juntas.

Al llegar al ascensor, ambos esperan a que esté llegue, con una tensión emocional palpable en el aire. Cuando las puertas se abren y entran al ascensor, se encuentran solos por un momento, y el sonrojo en las mejillas de Min se intensifica.

Mientras el ascensor desciende del tercer piso hacia la planta baja, el silencio se vuelve cómodo pero cargado de electricidad, miradas furtivas y gestos tímidos, como dos adolescentes primeruzos en el tema de romance, haciendo muy palpable la atracción que sienten el uno por el otro.

A pesar de la seriedad de la situación, ambos estaban inmersos en su propio mundo, donde solo existen ellos dos y la promesa de un futuro juntos.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Where stories live. Discover now