See you again.

When I see you again.

Lydia y yo estábamos en su habitación de hotel.

Las despedidas de soltero fueron ayer así que ambos estamos con algo de resaca, pero felices ya que muy pronto será la boda de nuestros hermanos de otra madre.

-¿Por qué nunca me dijiste nada sobre tus sentimientos hacia mí? -me pregunta Lydia.

-Lo habría hecho, pero yo creo que siempre han sido demasiado obvios y nunca encontraba el momento en el que decírtelo, porque tú siempre estabas por alguien que nunca resultaba ser yo.

Estoy a punto de llorar.

-La única razón por la que hacía eso era porque no quería admitir el hecho de que estuviera enamorada de mi mejor amigo. Yo pensé que tú solamente querías amistad, nunca pensé...

Ella también está a punto de llorar.

Así que le abrazo.

-Stiles, soy muy feliz ahora mismo.

-Yo también soy muy feliz, tú me haces muy feliz siempre, Lydia. Gracias.

Nuestros rostros están muy cerca, tanto que casi puedo apreciar cada rasgo característico en su cara.

Nuestras respiraciones se entrecortan.

Me inclino decidido de una vez por todas a besarla.

Por primera vez en mi vida no puedo pensar en otra cosa, ni siquiera en una buena razón para no hacerlo, razones que siempre aparecían en mi rostro en el pasado.

Nos separan centímetros...

Casi puedo sentir el tacto de sus labios...

Milímetros...

-¡¿Lydia, has visto mi cinturón?! -Kira entra a la habitación de Lydia, haciendo que ambos demos un salto hacia atrás-. ¡Oh Dios mío acabo de romper el primer momento casi Stydia de toda la vida!

Kira sale de la habitación triste y decepcionada.

Yo sigo impactado. He estado a puto de besar a Lydia, y ella estaba esperando a que lo hiciera.

Lydia ríe y yo hago lo mismo.

-Creo que debo ir a ayudar a Kira.

Y tras decir eso me da un beso en la mejilla y me deja solo en la habitación.

n/a: Espero que os haya gustado, escribí el capítulo hace varios días pero no me convencía y decidí no subirlo. Ahora que lo he subido, tampoco sé si merece la pena y si os gustará. Pero de todas formas, gracias a todos vosotros por leer y estar ahí siempre. Os amo.

Stydia es real,
Xabi.