0. Al'ouest.

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0. Al'ouest.

16 de junio del 2010.

A Harry le duele mirarse todos los días en el espejo. Le lastima el ver su complexión enorme, típica entre los alfas, de cómo su rostro es más tosco de lo que piensa que debería de ser, o cuán grande son sus manos, las cuales podría utilizar para pasar por la cintura del omega que desee a su lado, más que listo para embarazarlo y darle nietos a sus padres.

Pero él no se siente así.

Escucha a sus padres celebrar en la planta baja, más felices de que su hijo haya sido presentado como alfa frente a todos los demás, en símbolo de orgullo presente en todas las familias, en especial porque eso significaba que Harry tenía el futuro asegurado en cualquier cosa que quisiera dedicarse o hacer de ahora en adelante. A donde quiera que vaya, no importa cómo vaya vestido o si trata de disipar su olor, la gente comenzará a mirarlo con otros ojos, cada vez más deseosos y posesivos sobre su figura. Oh, mira a ese alfa, pensarán, debería de unirlo con mi hija para que tengas crías preciosas. O quizá le sonreirán con hipocresía, tratando de adivinar todos sus secretos así como todo aquello que lo excita en un omega. O en lo que sea.

Pero él no se siente así, y en el fondo de su cabeza piensa que jamás lo hará. Se siente mal en su propia esencia, el tamaño de su cuerpo, las sensaciones que trata de omitir cada que abre los ojos todas las mañanas, el calor que sentirá la primera vez que entre en celo como todos los alfas deberán de hacerlo. Harry no quiere nada de eso, sólo escapar de esa esencia ajena que no le pertenece y jamás lo hará.

A la par que su padre suelta un grito de felicidad extrema porque su hijo es un alfa de pies a cabeza, Harry permite que una lágrima corra por su mejilla de forma dramática, mordiéndose los labios con fuerza hasta que son rojos, rojos, rojísimos, la rapidez de sus latidos opacando todos sus pensamientos y causándole un dolor en el pecho.

El no es un alfa. No puede serlo. Jamás lo será.

No sentía el poder correr por sus venas, las terribles ganas de vencer a cada alfa que se le atravesara en su camino, mucho menos el placer que se siente al oler la esencia deliciosa de un omega, sino al contrario. En realidad se da cuenta de que siente envidia, con las ganas de ser dominado más que de dominar; a que un alfa lo hiciera suyo y lo marcara a pesar de que él mismo se presentó como uno.

Ahí, con la mano sobre su pecho y los latidos frenéticos de su corazón, Harry se da cuenta de que algo en él era diferente. Que el cielo, Dios, el destino, lo que sea que lo puso en ese lugar, se equivocó de forma tremenda con él, como nadie jamás lo había hecho.

Harry no es un alfa. Él no se siente como uno. Sabe, con los ojos verdes mojados por las lágrimas, que jamás lo será.

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No pude evitarlo, lo siento.

Al'ouest - palabra francesa que significa que alguien es extraño o diferente, o que piensa distinto a los demás.

Stjerneklart » omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora