Capítulo 1-Estelle

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Un día más de instituto. Un día menos para el verano.
El sueño qué provoca la voz de la profesora de Sociales, ''Gaithan'', es tan pesada. Queda unos diez minutos  para el recreo.
Angela ronca un poquito, sentada tras Martha, qué toma apuntes. Perrie, dos sitios delante mía, también toma apuntes, aunque de vez en cuándo se le va el santo al cielo, y sube la cabeza, pensativa.
Hannah, no la puedo ver, ya qué está al fondo de la clase, y yo, en tercera fila.
Alrededor, los demás. Un panorama habitual. No conozco a todos, pero sí a la mayoría. Mi problema es qué soy muy tímida, y algo callada. Hannah es la qué me suele presentar a casi todo el mundo; habla por los codos, y hace muchas amigas. En realidad, se consigue a todo el mundo, incluida yo.
Entré el primer día de clase de 1° de la ESO muy asustada. Era nueva en aquella ciudad, en aquel instituto. Recuerdo qué en el descanso de entre matemáticas y naturales, una chica de pelo claro y oscuro a la vez, y de brillantes ojos azules, se acercó a mi pupitre. "¿Cómo te llamas? yo Hannah"."Estelle" le respondí tímidamente yo. Ella asintió, y comenzamos a charlar, mientras la amistad crecía. Me presentó a Martha y Perrie. Angela llegó al año siguiente, asustada, y con unos marcados rizos y ojos chispeantes y ansiosos. Esta vez, fue obra de mi torpeza cómo la conocí, gracias a qué me caí de culo.

¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIIING!

El timbre sonó. Angela se enderezó de un bote, y cogió su bolígrafo incoscientemente. Martha soltó una carcajada, y empezó a guardar sus cosas.
Hannah, tan revolucionada cómo siempre, ya estaba en la puerta, intentando hacerse paso entre un gran tapón de alumnos; eran treinta y cuatro en total. Hannah intentaba hacerse sitio, empujando a un chico de ojos azules y de pelo revuelto y largo. Tomlinson. Lo sé porque habla mucho de él, ya qué está detrás suya, y eso.
-¡AY! ¿¡Quién me ha tirado!?-gritó Tomlinson.
-¡Ups, lo siento, Louis! ¿Estás bien?-Hannah le tendió la mano. este la cogió, y se puso en pie. No pude escuchar más, porque en ese momento Angela,Martha y Perrie llegaron a mi sitio, y comenzaron a charlar, con sus respectivas meriendas en la mano.
-¡Elle, vamos!-me apresuró Perrie, sonriendo.
-¡Me llamo Estelle, no me llames así!-chillé en voz baja. Sé qué les estaba infringiendo qué me lo dijesen más, ya qué me picaba, pero simplemente, no me apetecía.
-Ja-já, ya veremos.-bromeó Perrie. O eso espero.
-Bueno, venga.-Salimos de la clase, cómo siempre, las últimas. Hannah nos esperaba abajo, en las escaleras qué había qué bajar para llegar al lugar dónde teníamos el recreo.
Detrás de ella, Tomlinson y sus amigos hablaban. El rubio, Niall, de vez en cuándo subía la cabeza, y miraba a algo que esta junto a nosotras. O a nosotras.
-¿Nos están mirando, cierto?-preguntó Angela en voz baja.
-Tú pasa de ellos.-respondí-Vamonos.
Nos fuimos a uno de los bancos del patio, y nos pusimos a hablar y a hacer el tonto.
Pero, a veces, detectaba una mirada azul de rubio dueño sobre mí.

                                                  ~•~•~•~

Miraba por la ventana. El cielo estaba oscuro, unas grandes nubarronas se tendían sobre Londres.
Estaba esperando a qué mi profesora de matemáticas saliera; tenía qué entregarle un trabajo y comentarle una cosa.
Aparté mi pelo rubio y rizado. Cayó en mi espalda, cómo una cascada.
Tras quince minutos, la de mates no salía. Sólo quedaban dos grupos de alumnos en la puerta, frente a mí.
Empezó a llover justo después de quéun grupito de chicas de entre trece y catorce años se marchase. Creo qué estoy sola.
Era obvio qué no iba a salir. Habría salido antes qué yo; había hecho el estúpido quedándome allí.
Empecé a caminar bajo la lluvia, poniendome mi chaqueta vaquera encima, tapando sobretodo mi mochila; no era cuestión de placer que se mojasen los libros, había qué mantenerlos un mes o menos más.
Aunque llovía, hacía calor, algo así cómo lluva de verano. Al doblar la esquina ya estaba empapada. Mi pelo se pegaba a mi cara, mojado. Y también estaba comenzando a mojarme por dentro.
Estaba comenzando a desesperarme cuándo, de repente, la lluvia paró.
Pero un metro más adelante llovía con fuerza.
Me dí la vueta. Y allí estaba un chico rubio, de preciosos ojos azules, tapándome con un paraguas rojo, muy grande, ciertamente.
Niall Horan.
-Gracias.-agradecí, mientras un escalofrío recorría mi cuerpo. Él se acercó a mí.
-Te acompaño a casa.-lo dijo seguro. No era una pregunta, era una afirmación.
Yo me limité a asentir. Se pegó a mí, provocando un pequeño punto de calor en mí, y nerviosismo. Andamos cuatro calles más abajo; el giraba cuándo yo lo hacía, ya qué no sabía el camino.
Llegamos a mi portal, ya qué vivía con mi hermana Sophie y mis padres. Aunque mi madre llevaba ya ausente tres días; estaba en Manchester, con mi abuela, su madre. Está enferma, en el hospital. Mi madre no dudó ningún momento en irse, y me convenció de que no la siguiera. Menpuse cómo loca. Aunue prefiero no recordarlo.
-Es aquí.-le comuniqué. El asintió,y sonrió de una forma que me enamoraba. ¿Espera, que me enamoraba?
-Adiós.-se despidió.
  Yo le dije adiós con la mano, tímidamente, y me dispuse a abrir con mi llave la puerta del portal.

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Sé qué es cortito, ya irá creciendo XD. ¿Os gusta? Comentad, votad o seguidmee :DDD

AVISO: El nombre qué haya en el nombre del capítulo es la persona que narra :DD

Just Can't Let Her Go (One Direction)Where stories live. Discover now