Capítulo 6

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Believe - Shawn Mendes

Believe - Shawn Mendes

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02 de Octubre 2014

Skyler

Una extraña sensación en mi cuerpo me hace despertar de mi inconsciencia, todo a mi alrededor está en silencio, sólo puedo escuchar el sonido del nebulizador a mi lado, observo las paredes color crema, dos cuadros colgados en la pared y en el centro del techo justo sobre mí un candelabro de cristales, las cortinas color vino me hacen identificar la habitación como la de mi mamá, la busco, pero el cuarto está desolado, con mis codos me impulso hasta quedar apoyada en la cabecera de hierro de la cama, me siento desorientada, perdida... no sé cuánto tiempo pasó desde mi desmayo, no sé qué hora es, ni donde están mi mamá y mi nana; una nostalgia me llena el alma y en mi interior se desata una tempestad.

Con mucho esfuerzo me pongo de pie mientras que con mi mano me apoyo en la pared, mi cabeza da vueltas, mi vista se nubla y el oxígeno se vuelve escaso en mis pulmones, la puerta del baño se abre de golpe sobresaltándome, es mi mamá, su rostro desencajado y teñido de tristeza, sus ojos vidriosos, el temblor de su cuerpo me hace saber que estuvo llorando, su vista está perdida en un punto invisible en el suelo, da dos pasos y nota mi presencia, dos pesadas lágrimas se deslizan por sus mejillas mientras prácticamente corre hacia mí y me abraza.

―Mamá... ―Mi voz es apenas un susurro, los sentimientos que tuve cuando me desmayé regresan con la misma intensidad, pensar que la pude haber abandonado, que ya no podría verla de nuevo fue mi peor miedo, escondo mi rostro en su cuello aspirando y tratando de tatuar su dulce olor a coco en mi mente.

―Tuve tanto miedo de perderte, no quiero que suceda tan rápido. ―Su voz es como un cristal quebrándose, siento su cuerpo débil y frágil entre mis brazos, es como si en cualquier momento fuera a romperse. Tomo su rostro entre mis manos y enjuago las líneas de dolor que caen por su rostro.

―Tarde o temprano sucederá, mamá. No me quiero ir, pero llegará el momento en el cual no estaré, mi vida se detendrá, pero la tuya seguirá.

―¡No, tú no deberías morir, tú no! ¡No quiero, no lo soportaré! ¡No, no, no! ―Ser testigo de cómo una de las personas más fuertes y valientes que he conocido se desmorona frente a mí es tan doloroso como si enterraran una cuchilla al rojo vivo en mi corazón―, ¿cómo me pueden pedir que sea fuerte al saber que perderé a mi hija? a la niña que llevé dentro de mi ser durante nueve meses, que amé desde el primer instante que supe de su existencia; a la niña que añoraba tener en mis brazos cuando daba patadas dentro de mi vientre, ¿cómo?, fui testigo de tus primeros pasos, de la primera vez que sonreíste, escuché como balbuceabas y como con tan solo un añito me dijiste «mamá.» ―Solloza y sorbe su nariz, su rostro demacrado por el gesto de dolor solo me contrae en dolor―, te vi caer y levantarte cuando andabas en bicicleta y sin importar el ardor de tus raspones tú seguías jugando... ¿cómo pueden pedirme que olvide todos esos recuerdos?, qué me resigne a crear más recuerdos a tu lado, ¿cómo? ―Su voz se quiebra y rompe a llorar mientras se aferra a mí, el dolor en mi alma es lacerante, agónico, lo último que quiero es que sufra.

Rojo Carmesí © COMPLETAWhere stories live. Discover now