Casada con un extraño ; m.b // Jadison

Capítulo 46: ¡Rubén!

La mañana llego, abrí mis ojos y me encontraba sola en aquella habitación, seguía desnuda. Me levante, coloque mi pijama y encima mi bata que por cierto estaba rota. Salí de ahí y me fui a mi recamara, cuando entre Jack se encontraba frente al espejo acomodándose la corbata, me dio una mirada pero pase como si él no existiera. Entre al baño y me di una ducha demorando lo más que pude para no encontrarlo al salir y efectivamente cuando salí del baño ya se había ido. Me vestí y baje sin ganas de nada, me senté en el comedor y María José llegó muy sonriente como de costumbre.

—Buenos días cuñada —mencionó besando mi mejilla, su mirada se fijó en mis labios seguro se percató de la cortada que tenía en el labio inferior producto de lo que sucedió entre Jack y yo.

—Buenos días —repetí sin ánimos.

—¿Discutiste con Jack? —solo asentí— anoche lo vi llegar y estaba algo molesto.

—Créeme si me di cuenta, es por lo de Barbara —dije en un suspiro.

—Nos has pedido a todos que le demos una oportunidad y todos estamos de acuerdo pero al parecer tu marido no.

—Lo sé y claro que lo entiendo pero no entiendo porque se comporta así —unas lágrimas resbalaron por mis mejillas al caer estas por mis labios sentí un pequeño ardor.

—¿Te ha golpeado?

—No, claro que no, pero... —guarde silencio y baje la cabeza— podría decirse que me violó —esa era la verdad, yo no quería tener relaciones la noche anterior y él me había obligado, claro que lo deseaba pero de esa manera no.

—¿A caso estaba ebrio? porque es la única razón que le encuentro para que te haya hecho eso, pero ya verá cuando lo encuentre... —dijo molesta.

—Por favor no le digas nada no quiero más problemas, no entiendo qué fue lo que le sucedió, dijo que yo estaba acostumbrada a manejarlo a mi antojo y que era tiempo de que me diera cuenta de quién manda.

—Jack no es de los que piensa de esa manera, alguien tuvo que meterle esa idiotez en la cabeza —trato de darme ánimos y decidí fingir encontrarme mejor, no quería preocuparla. Comenzamos a desayunar y Bárbara llegó, la invitamos a desayunar con nosotras y encantada acepto.

—¿Cómo has estado María José?

—No me quejo, miento... claro que de maravilla —dijo con una sonrisa, ellas ya habían hablado antes y habían aclarado todo.

—¿Recuerdan que les dije que estaba casada?

-—Aja... —respondimos al mismo tiempo.

—Estoy embarazada... —dijo con una sonrisa que le abarcaba el rostro.

—Oh Dios mío... me alegro muchísimo prima.

—Yo también, es una excelente noticia.

—Le he traído algo a las niñas, Madison ¿podrías dárselo?

—Claro —me acerque a ella para recoger dos pequeñas cajitas que llevaba y fue como se dio cuenta de la pequeña herida que tenía en el labio.

—¿Qué te ocurrió? —antes de que contestara mi cuñada lo hizo.

—Discutió con su esposo —Bárbara puso una cara de asombro imaginándose lo peor— tranquila no la golpeó, pero la obligó a pasar la noche con él... ¿si me entiendes?

—¿Estamos hablando del mismo Jack? —pregunto sorprendida, baje la cabeza y asentí— esto tiene que ver conmigo ¿verdad?, por eso discutieron.