I would

353 39 1
                                    

Me despierto de golpe

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me despierto de golpe. Gotas de sudor se resbalan por mi frente y mi torso está completamente empapado también. Respiro con dificultad mientras tanteo la mesa de noche para encender mi lámpara.

Estoy asustado y no recuerdo la razón.

Me abrazo suavemente y miró mi alrededor. La habitación es tan triste, ya no hay cuadros adornando cada pared, hay ropa tirada en un rincón así como por todo el piso, no hay cortinas mas que una tonta cobija colgando de una varilla, mi escritorio está lleno de basura y en el closet, que dejé abierto, solo cuelgan dos sudaderas entre un montón de ganchos.

No solo tú te marchaste, te llevaste contigo aquello a lo que podía llamar felicidad y me abandonaste de la peor manera, dejándome completamente solo y en un obscuridad abrumadora que poco a poco va quitándome el aliento.

Lo que me atormenta cada madrugada como ésta, fría y silenciosa, es que por fin sé qué debí decir para impedir tu partida. Las palabras se repiten dolorosamente en mi mente, haciéndome ver lo egoísta e idiota que fui y soy. Pude decir tantas cosas y entonces no estaría así.

—Lo siento —murmuro hundiendo mi rostro en las sabanas. Tu aroma ya no está presente como solía hacerlo, todo recuerdo tuyo parece esfumarse con el tiempo. Pero en definitiva no quiero olvidarte—. Lo siento —digo con fuerza y aprieto fuertemente las sabanas. Mis labios tiemblan sin producir sonido alguno y mis ojos se nublan debido a las lágrimas.

Cuando te vi marcharte, yo pude detenerte, sostener tu mano y luego hundirme en tus brazos, dejándote en claro que lo último que quería era que te marcharas, que necesitaba de ti para ser quien era, que me harían falta tus tontas bromas y chistes malos, que no podría vivir sin sentir tus labios un día más, que cada noche necesitaría extrañaría charlar sobre cualquier tema mientras me abrazas con fuerza para después escuchar tu respiración volverse suave, indicándome que te has dormido.

Si pudiera volver al pasado, si pudiera volver a aquel día, yo me aferraría a ti. Aún si en ese entonces las palabras no me llegaran, creo que hubiera sido suficiente para evitar esto.

—¡L-Lo siento! —sollozo y aviento con fuerza la almohada. Mis dedos suben instintivamente hacia mi cabeza, y por poco comienzo a desprenderme los cabellos con furia, es inevitable llorar. ¿Por qué? Es la única pregunta que pasa por mi mente, ¿por qué no fui más amable contigo? ¿por qué no dije que te amaba cada vez que me inundaba en tus brazos?

Aparto las sabanas dejándolas junto con la almohada, de la mesa de noche agarro el montón de hojas que hay y las aviento a un lado, sin contar que a la vez he jalado la lámpara. Ésta última termina estrellándose en el suelo y dejando la habitación completamente oscura. Me siento perdido.

Si te tuviera a mi lado aún, no dudaría un segundo en darte todo lo que tengo. Te llevaría a aquel paseo por montaña que tanto mencionabas, saldríamos a cenar al nuevo restaurante caro que colocaron no muy lejos de aquí, te mostraría todas las canciones que compuse para ti y luego las cantaría solo para ver tu rostro sonrojarse.

—Perdóname —gruño. Me pongo de pie y aparto la ropa que hay en el suelo. Estoy tan molesto conmigo, ¡no puedo hacer nada! ¡Quiero tenerte de vuelta pero ya no queda nada por hacer! No vas a volver.

Intentando calmarme voy a la sala y me siento en el viejo sofá. Suspiro y dejo de apretar mis puños. He dejado mis uñas marcadas en mis palmas y me punzan con fuerza. Alzo la vista y en el mueble frente a mi hay una fotografía tuya, sonríes naturalmente y sostienes un libro emocionada.

Me hizo falta agradecerte por todo. Por aguantarme cada vez que regresaba molesto por tener un mal día, cuando intentabas hacerme reír porque acababan de rechazar mi trabajo, por haberme hablado por primera vez, agradecerte por corresponder mis sentimientos cuando me confesé titubeando el día de nuestra graduación, por aceptar mi falta de cariño y entender que soy alguien difícil de tratar.

Pero ya es tarde, no puedo hablarte ni verte sin romperme. Cuando tuve mi oportunidad debí hablar, lamentablemente no me atreví y ahora tengo tanto por lamentar.

Junto al florero de la mesa a mi lado, hay un sobre dentro de una bolsa de plástico transparente. Está sellada con un estampilla dorada pero no me fue necesario abrirla para saber de qué trataba.

Tu nombre está escrito en cursiva y a su lado va el de un chico totalmente desconocido para mí. Es una invitación. Hay un lugar y una fecha, estoy "cordialmente invitado" pero no tengo la intención de ir.

Me muero por verte, eso es inevitable, pero temo que terminaré soltando todo lo que ha estado rondando por mi cabeza durante este año. Sé que sentiré unas jodidas ganas de devorar tus labios esperando que te entregues a mi, o que terminaré envolviéndote en mis brazos con la excusa de que he bebido demasiado cuando ni siquiera he tocado una copa. Temo que cuando todo acabe, no regresaré contigo a casa y que después ya no tendré razones para encontrarme contigo. Que me la pasaré buscándote de nuevo empeorando las cosas, que esperaré algo de ti cuando esté más que claro que no puedes darme nada.

Pero no puedo hacer todo esto, porque eres tan preciada para mi que no quiero lastimarte más.

No quiero volver a todas esas noches en las que llorabas encerrada en la habitación y me gritabas que me fuera, no quiero escucharte decir que solo empeoré tu vida, tampoco que te culpes por cada pelea y porque no fuiste suficiente. Porque en realidad fuiste demasiado como para que yo lo mereciera.

No tengo derecho alguno de extrañarte, de mencionar 'hubieras' o de arrepentirme, tampoco y mucho menos de querer verte o de embriagarme en tu nombre por las tardes y despertar con lágrimas en busca de consuelo, deseando que estés a mi lado.

Sin embargo, no puedo impedirlo... Porque en verdad pude hacer tantas cosas para retenerte y solo supe quedarme callado.

Solo una vez, si pudiera regresar el tiempo solo una maldita vez, nunca te dejaría marchar.

Si tan solo pudiera...

Basado en la letra de "I Would" de Day6

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Basado en la letra de "I Would" de Day6.

Tiene mucho que escribí esto en realidad, y curiosamente encajó perfectamente con dicha canción.

Yo sufrí mucho con un wey que me tomó como su juguete de primer semestre, para esto el era de último semestre. Uff, nombre, yo me sentía Gabriella de HSM. El era capitán del equipo de básquetbol, guapote, todo un galán. Pero solo supo remarcar el estereotipo de un capitán de cualquier equipo de deporte que salen en televisión. Un jodido Playboy.

Y... Si... Básicamente la mayoría de mis escritos fueron para el, o intentando hacerlos desde la perspectiva de él... Y posteriormente me decidí por adaptarlos a canciones e historias.

¿Quieren que les cuente el chisme completo d emi historia con este morrillo? No vale la pena pero me gusta platicarlo ahora que estoy recuperada al 100 y tengo a mi princeso, divo.

The time we lovedWhere stories live. Discover now