Capitulo I: No me gustan los hombres

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Doce años atrás

El verano había terminado, llevándose consigo todo lo bueno, las vacaciones por ejemplo.

-No quiero salir de la cama-lloriqueé abrazando mi almohada.

-¡Espero que ya estés fuera de esa cama jovencita!

La voz de mi madre resonó aun desde la cocina en la planta baja, maldije por lo bajo mientras me deslizaba fuera de mi cómoda cama para enfréntame al primer día de clases. Agradecería e incluso podría volverme devota si Dios soltara una tormenta ahora mismo contra la ciudad, es inhumano tener clases a primera hora en la mañana.

Confabulando contra el mundo me prepare para ir al infierno. Antes de salir de mi habitación me observe un segundo en el espejo, mis ojos verdes demasiado grandes, mi pelo corto demasiado rojo, mis orejas demasiado perforadas y el uniforme que desentonaba demasiado con mi imagen de chica problema.

-Me voy a clases-anuncie al abrir la puerta.

-No te metas en ningún lio el primer día de clases Raven, tengo planes para la tarde que no son ir a ver a tu director.

-Oh vamos mamá, ambas sabemos que lo mejor de tu semana es ver al Señor Aguasvivas-sin darle tiempo a contestar deje a mi sonrojada madre de tan solo veintinueve años haciendo un puchero.

Suelo escuchar comentarios de que todos mis problemas provienen del hecho de haber sido hija de una madre adolescente soltera y de que mi padre sea un banquero casado que jamás ha querido conocerme. Sinceramente jamás he culpado a mi madre por las decisiones que tomo, ni a mi padre por las que no tomo. Secretamente creía que tenia una madre bastante genial la verdad, pueden decir lo que quieran de ella pero a pesar de que su familia le dio la espalda y el hombre del cual se enamoro se desentendió de su existencia –y de la mía- termino sus estudios, hace unos dos años obtuvo su titulo como veterinaria y abrió un pequeño consultorio que ya tiene una clientela fija. No es como que ella haya sido una madre perfecta, muchas veces pase noches en casa de sus amistades, incluso me llego a olvidar en innumerables locales pero cuando esos recuerdos llegan a mi, también recuerdo su rostro al llegar por mi, cansado, las ojeras bajo sus hermosos ojos miel por las horas de trabajo y estudios, su sonrisa cálida y ese pelo rojo mal peinado. Mi madre es torpe, después de todo fue una chiquilla de catorce años que se embarazo de un universitario con un apellido que pesa mas que muchos kilos de acero, un apellido que nunca completaría mi nombre.

Solo conocía a mi padre por una foto vieja que un día encontramos mi madre y yo mientras hacíamos la limpieza. Aun puedo sentir su voz temblar.

-Oh vaya, juraba que había quemado todo esto-su voz sonaba nerviosa, diferente y su mano temblaba al sostener la foto.

-¿Quién es el mami?-había sido curiosa como cualquier niña de ocho años.

-Es… tu padre.

Su flequillo había ocultado su expresión pero en aquel momento no preste la atención que prestaría ahora seis años después a su reacción, solo le arrebate la foto emocionada.

RavenWhere stories live. Discover now