Es una locura pensar que el mundo sigue aun cuando algo monumentalmente grande para mí ha pasado. Aquí estoy yo, mi mundo paralizado, mis piernas que no quieren moverse y no me atrevo ni respirar más de lo necesario. Aquí estoy viendo como pedazo a pedazo se quiebra mi piel y cae. La gente me pasa por el lado con una sonrisa y me dicen "buenos días" porque su mundo corre, su mundo sigue dando vuelta. A nadie le importa lo que ha sucedido, ellos están todos en su mundo que rota en su axis. Y de momento escuchas un cántico que te eriza la piel, un cántico cada vez más alto "sigue adelante, sigue adelante" y llega a un punto donde tu respiración es el cántico. Tu respiración es el ritmo de los cánticos "sigue adelante, sigue adelante", pero no puedes. El mundo esta en fast forward, pero tu mundo se ha derrumbado en cámara lenta. Así en cámara lenta mientras tu mundo continua derrumbándose eres obligado a agarrar la gorra que se te cayó y correr. Corres porque no puedes dejar que el mundo que continua te alcance, corres porque quieres hundirte en el dolor, corres... pero no importa cuanto corras en cámara lenta porque la realidad es mas rápida y te alcanza. Te recuerdas que eres uno de ellos. Te recuerdas que debes dejar que el cántico sea tu realidad si quieres cumplir con los últimos deseo de tu padre.
