Capítulo XVII: Jagger, Mick Jagger y Dubái

507K 43.5K 34.9K
                                    



Capítulo XVII: Jagger, Mick Jagger y Dubái.

Jagger.



Me estiro viendo topping de fresa en la comisura de la boca de Dakota y la lamo, sus mejillas se sonrojan puesto que James no disimula ni un poco el hecho de que nos está observando.

—Creo que conseguí al amor de mi vida —anuncia la voz del abuelo captando mi atención. Giro y lo veo acercarse con su fiel periódico. Se deja caer al lado de James—. La mujer con la que me encontré ayer sacudió mi mundo. Incluso creo que las viagras no eran necesarias.

—Innecesaria declaración, demasiada información, viejo.

—Solo proyéctate en mí, cachorro, algún día tendrás mi edad.

Dakota de nuevo parece sorprendida de los comentarios de mi abuelo, pero los atrapa fácilmente porque me aseguró que su familia era incluso más peculiar. Continúo comiendo mis panqueques intentando ignorar el constante zumbido del celular de James ante cada mensaje que recibe.

—Tu celular suena cómo un vibrador, James —señala el abuelo y enarco una ceja ante la repentina risa que estalla desde Dakota antes de que la oculte presionando sus labios.

— ¿Y qué conocimiento tiene usted de vibradores, abuelo? —cuestiona James con diversión.

—Créeme, supe cómo usarlo con muchas chicas.

— ¡Por Dios, papá! Basta —Papá aparece terminando de atar el nudo de su corbata. Él se sirve una taza de café e inhala el aroma que éste produce, antes de dar un ligero sorbo—. Buenos días, espero tengan un buen viaje de regreso a casa, son bienvenidos a venir de nuevo —Luego dirige su mirada a mí—. Jagger, si me das unos minutos, por favor.

Le veo girarse y comenzar a caminar fuera del comedor, tomo el último trozo de mis panqueques y me pongo de pie no sin antes darle un apretón a la pierna de Dakota. Yo tengo serios problemas para dejar de tocarla, sobre todo con recuerdos tan vividos de los últimos dos días en el que la he visto...Desnuda.

—Compórtate, viejo —Le pido al abuelo antes de seguir a papá, está en su despacho organizando su maletín—. Te ves un poco estresado, papá.

—Tengo una reunión importante hoy. ¿Vendrás toda la semana próxima a trabajar a la empresa, cierto?

—Ahí me tendrás.

—Bien.

—Pero estoy seguro que esa no es la razón por la que necesitabas hablar unos minutos conmigo.

Da un sorbo a su café antes de comprobar la hora en su reloj, luego suspira como si solo pensar en la conversación le diera migrañas, lo cual me indica un poco hacia dónde se dirige esta conversación. Desde ya frunzo el ceño porque me hago una idea. Aquí viene de nuevo.

—No voy a hablar de Megan, si es eso lo que quieres hablar, entonces volveré afuera.

—Jagger, admiro tu tenacidad y lo firme que puedes ser, pero hijo, dar segundas oportunidades y el perdón es una cualidad de ser valientes.

— ¿Segundas oportunidades? —Rio de manera seca—. Sería cómo la oportunidad número mil que le doy para que se vuelva contra mí y me hiera una vez más.

—Tu mamá te ama.

—No es mi mamá —Mi replica es casi inmediata.

— ¡Por supuesto que lo es! —insiste.

Contradicciones (#1 El Negocio)Where stories live. Discover now