La similitud entre los nombres de los boletos no le pasó por alto al asistente en el mostrador de la aerolínea; extrañado preguntó retóricamente:
"¿Realmente ambas son María Pérez? ¿Por qué todos los latinos se llaman igual?". Prosiguió: "Sus equipajes están desbalanceados; distribuyan el peso o tendremos que cobrarle extra por el más pesado".
La maleta más pesada contenía los relojes de cuco. Acto seguido, cumplieron con el requisito.
(Fuente: www.elviajerofeliz.com )
"¿Qué trae ahí? Se escucha un tic-tac", le consultó el asistente.
Explicaron el contenido de la valija; ofrecieron mostrar la factura de compra de los dieciocho relojes.
"No podemos abrirla aquí por medidas de seguridad", les anunció.
Entregaron sus valijas y siguieron su travesía a través de los distintos departamentos del aeropuerto hasta la puerta de abordaje.
Entraron al avión y se posicionaron en los asientos que se les habían asignado. El vuelo parecía estarse demorando. El Jefe de Cabina anunció por el vociferador:
"Hugo Pérez, por favor, acérquese a la Cabina".
La Tía y la Sobrina no lo podían creer. "Tiene que ser Hugo, mi hermano", exclamó la Sobrina.
El nombre no era común y ella sabía que él haría escala en Miami, desde Europa, el mismo día. Ambas se levantaron y se dirigieron al punto de reunión. La Sobrina cuenta divertida y extrañada: "Cuando vi era un Señor alto, canoso y con una barba abundante. No era Hugo mi hermano."
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Un viaje a Miami: una historia real
Short StoryPreguntan que por qué los latinos nos llamamos igual... ¡divertidísimo! Longitud de la historia: 3 partes de aproximadamente la misma longitud (300 palabras) Blog: www.homosapiensflaminis.wordpress.com