El Internado.

¿Qué cojones habéis hecho?

-Hugo, que grata sorpresa. –Dice Noiret.

-Cría cuervos y te sacarán los ojos. –Dice Camilo.

-Hay que ver, lo desastrosos que sois. –Dice Hugo. –Estoy harto de tener que ir detrás de vosotros arreglando los estropicios que hacéis.

-No creo que tú seas el más indicado para hablarme así. –Dice Camilo.

-Ah, es verdad. Déjame recordarte, que si seguís vivos es porque yo quiero.

De repente, el móvil de Hugo empieza a sonar. Son los de la guardia de los pasadizos.

-¿Sí? –Dice temiéndose lo peor.

-Hemos encontrado al muchacho fuera de los pasadizos.

-¿Dónde estáis?

-En el bosque, en la entrada trasera.

-Está bien, iré con Noiret y Camilo. No os mováis.

-¿Qué ha pasado?

Hugo va hacia el bosque con sus dos compañeros y se encuentran con varios guardias y los perros.

-¿Qué ha pasado aquí? ¿No se supone que estaba en los laboratorios? –Dice Noiret.

-Es imposible que se haya escapado solo, yo mismo estuve con él y el médico y no le quedaban fuerzas para abrir los ojos.

-Está claro, que esto solo pueden haberlo hecho ellos. –Dice Hugo.

Los chicos, aún están sin aire después de la corrida que se han pegado hasta llegar a sus habitaciones. Julia y Carol son ahora el mejor apoyo que tiene Vicky en el internado. Después de todo lo que pasó con Iván, las idas y venidas y el sentirse sola sentimentalmente, ahora que creía que había encontrado al chico ideal, los de OTTOX tenían que hacer de las suyas.

-¿Por qué? –Dice Vicky, tumbada en la cama. -¿Por qué a él? Era joven, tenía toda la vida por delante y mañana ya acaba el curso, tanto les costaba dejarlo vivo.

-No te mortifiques más, Vicky. Son unos desalmados, eso mismo nos podría haber pasado a nosotros. –Dice Carol.

-Os lo dije, os dije que esto iba a ir a peor, pero nada. Vosotros a lo vuestro. A seguir haciendo de policías...

-Vicky, nosotros lo hemos hecho por esos niños que fallecieron aquí y por todos los que lo siguen haciendo. ¿O es que no te acuerdas de Susana o el sobrino del guarda bosques?

-Ya, claro que me acuerdo. Pero estaría más feliz si no nos hubiésemos metido en nada. Ahora Nacho estaría conmigo...

-Voy a ducharme, me vendrá bien una fresquita, ¿Quieres que te traiga algo, Vicky? –Dice Julia.

-¿Y tú Carol?

-Un panecillo de leche. –Dice pletórica.

Cuando Julia cierra la puerta, hay un silencio molesto entre las dos.

-¿Sigues pensando en lo que nos dijo Nacho? –Dice Carol.

-La verdad, es que es lo que menos estoy pensando ahora. –Dice Vicky. –Es imposible que uno de nosotros esté con ellos. Aquí todos hemos sufrido lo mismo.

-No sé, pero puede ser. Sabes que en este colegio nada es lo que parece... -Dice Carol.

-De momento, será mejor que no digamos nada por si Nacho oyó mal, lo que menos falta nos hace ahora es desconfiar entre nosotros.

-Está bien... -Dice Carol. –Duerme.

Jacinta es la elegida para hacer la ronda de hoy. Nunca le gusta hacerla, porque si pasa algo ella es la responsable y teniendo en cuenta los sucesos que ocurren últimamente, hacer esa guardia es como mandarte a la guerra sin armas.